Capítulo 57: "La Esencia de la Vida"

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—¿Por qué no estas celoso? —la pregunta sale de la nada.

En un mundo lleno de cosas por entender y acertijos serian mucho más sencillos de lo que es mi vida y eso es mucho por decir. Una adolescente como yo no debería de pensar en estas cosas, no deberías de penar en un divorcio o en qué futuro deparara mi hija y a los niños que me rodean. Tengo 20 años o al menos falta muy poco para que los cumpla..., bueno, de acuerdo, todavía falta mucho para que pase a eso, pero ahora debería de estar en la universidad preocupándome por mi futuro, por la carrera que me va a dejar millonaria y lo famosa que seré de haber salido de la pobreza.

Will si va a la universidad y aun le faltan un par de años para graduarse y siento como si eso tomase mucho tiempo.

En realidad, me gustaría pensar en conflictos y cosas de jóvenes en lugar de cosas de padres como mis hijos, y digo mis hijos porque todos son mis hijos. También desearía no pensar en Nash cuando estoy acostada en la cama, esperando a que Will termine de hacer tarea para acostarse a mi lado. Sin duda, por la expresión en su rostro, me doy cuenta que la pregunta lo ha tomado de sorpresa.

Tendrás que ser especifica —contesta al tiempo que se sube los lentes y no quita la mirada de unos papeles en sus manos—. Si es de que desapareciste de la fiesta con Nash la verdad si no me lo quieres decir está bien, esperare.

—Que hayamos encontrado a Nash aquí.

Will se quita los lentes, esos que se le ven tan bien, y voltea a verme.

—¿Por qué habría de estarlo? ¿Quieres regresar con él?

Niego con la cabeza, aunque muy tarde noto que mi expresión no se ha visto muy convencido. Agacho la cabeza y eso provoca que Will se levante de su silla y camine a la cama hacia mí.

—¿Regresarías con él? —pregunta ahora preocupado. Como si supiera que es un hecho que en cualquier momento pueda perderme. Lo que antes lo tenia sin cuidado ya le está preocupando. Pero al ver que no digo nada Will vuelve a decir—. Mira, Lizzy, si estoy celoso, siempre lo estaré porque desearía que fueras mía, pero tu no me perteneces, ni le perteneces a él. No le perteneces a nadie, eres libre para decidir lo que quieras, pero desearía que todo lo que quisiera fuera yo nada más, yo seguiré luchando, pero si tu decisión es que ya no quiere nada conmigo, la respetare.

Había leído muchos libros sobre hombres que les decían a sus amadas que eran suyas y que jamás las dejarían ir y lucharían por ellas hasta el final, y me parecía muy romántica la idea, me enamoraban cada vez que decían eso: "Eres mía y de nadie más". Pero lo que me dijo Will me había dejado helada, sin palabras y con el estomago lleno de mariposas alborotadas que cosquilleaban todo mi ser.

Will tiene razón, nosotras no le pertenecemos a nadie, solo es un estándar machista que nos han venido enseñando desde muy pequeñas, que nosotras somos de los hombres por eso, cuando nos casamos, tenemos que cambiarnos el apellido por "de" seguido por el apellido del esposo solo para que todos supieran que tu solo le pertenecías a esa persona como si fuera algún material. Las historias de ese tipo son historias que aun confunden a las niñas que los leen pensando que eso esta bien cuando no lo es.

El día siguiente arribara mucho mejor, entre los juegos, las idas a la playa, lo momentos descubriendo las costas y todos los momentos nos dejaron completamente agotados, más descubriendo lo divertida que es Julia, la novia de Ben, y las tantas cosas que tiene para contarnos de los viajes y todas las culturas que la verdad si me interesa saber. Sueño con algún día poder conocer tantos lugares como sea posible.

Y no puedo negar por nada que se me hace muy curioso que no haya visto a Nash en todo el día, ni siquiera tomando en cuenta que hoy es el último día que nos quedamos antes de regresar a casa y dormir en el avión como es siempre nuestra costumbre.

Quédate Un Poco Más© (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora