Capítulo 51: "Aquella Noche"

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—Toma un poco de agua, mi niña.

Tomo el vaso que Anna me extiende, apenas y puedo abrir los ojos por lo rojos e hinchados que están. Intento hacerme la fuerte, intento ya no alterarme más para que mi bebe no lo resienta mucho. No quiero que le pase nada. No quiero volver a despertar en un hospital donde me digan que mi bebé no sobrevivió por mi culpa, por todas estas preocupaciones que me llevo encima que aun no se como quitármelo.

—¿Quieres platicar de eso? —Nash me acaricia la pierna y voltea a mirar a Mare que aún se encuentra sentada en el sillón individual al lado de nosotros.

Quizás ella solo quiso ayudar un poco conmigo, pero no puedo dejar de culparla ahora de mi desgracia. Will esta en mi mente, no se que este haciendo o como este descargando su ira. Es increíble lo bien que Nash se controla a comparación de Will que su desastre acaba de ser limpiado por Anna.

Me preocupa, una parte de mi sabe que no saldrá de aquí, porque Frank esta a miles de kilómetros de nosotros y a pesar de que en avión solo está a unas horas, dejaría a Nathan solo y él no seria capaz de hacer eso. No tiene a nadie con quien dejarlo más que conmigo porque no conoce a nadie más.

—Quiero saber dónde está Will.

—Tranquila, Lizzy —Mare habla, pero yo no volteo a verla— él estará bien, le acabo de llamar.

Agito la cabeza, aprieto tan fuerte las manos alrededor del baso de vidrio, que si tuviera la suficiente fuerza ahora ya la hubiera roto. Sin embargo, aunque Nash hace todo lo posible por no estallar como lo hizo Will, no puede; y mucho menos al ver que yo no digo absolutamente nada.

—¡Dios mío, Elizabeth! —aprieta las manos tan fuertes que se ve el verdeazulado de sus venas al resaltarse—. ¡No entiendo porque demonios no nos dijiste! No te puedes quedar callada, esto no se puede quedar así.

—Tu nunca lo entenderías —suelto con la voz completamente quebrada—. Tenia miedo, y-yo no quería que nadie supiera que la persona que en ese mo-mento creía que era mi padre me había violado.

Cierro los ojos para soltar las lagrimas que se acumulan en mis ojos.

Dejo el vaso en la mesita de centro y me dispongo a levantarme.

—Yo solo quería olvidarlo.

—Si, Elizabeth, pero...

—Ya, Nash —lo interrumpe Mare—, no puedes regañarla, ella tiene razón, nosotros no entendemos lo que ella ha sufrido —luego voltea a verme como si fuera mi madre, con esa mirada que siempre ha depositado en mí, como si fuera lo más frágil—. Pero tú también debes de entender que nosotros solo te queremos ayudar a superar esto, a que sepas que no estas sola, que todo en cualquier momento estará bien.

Yo suspiro hondo, quiero entenderlo para que ellos me entiendan, así que solo contesto:

—¿Cómo?

—Le voy a llamar a un abogado, voy a presentar esto a las autoridades —contesta de inmediato Nash—. Lo que ha hecho Frank no tiene perdón, no puede pasar desapercibido.

Abro los ojos en el instante en el que dice "autoridades" y no porque no quiera que Frank pague por lo que me ha hecho, de hecho, es lo que más quiero en esta vida, pero una de las razones por las que no lo he hecho es porque me amenazó con una foto donde Will y yo salimos besándonos. Meter a las autoridades es solo echarme piedras a mí también.

Agito la cabeza en negación.

—No —los dos voltean a verme sorprendidos—. Es decir, no quiero que me lastime, no quiero que tome represarías y todo salga en mi contra. Que tal si se enoja y me vuelve a violar.

Quédate Un Poco Más© (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora