Capítulo 34: "Yo No Los Culparía"

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Querido diario

El tiempo es un maldito oportunista, solo fue inventado para acerté esclavo de este y mantenerte estresado y enojado todo el tiempo, aunque no puedo negar que también ayuda demasiado con todo.

En mi caso, siento como si el tiempo se juntara en Dante y lo estuviera arrastrando de mi lado, el tiempo es una persona con cuchillo que nos quiere hacer daño llevándose a mi pequeño hermano. Siento como si los minutos y segundo estuvieran contados para pasarla con él y lo único que he hecho hasta ahora es pelear con Frank cada vez que lo veo cerca. Morirme de celos cada vez que Frank tiene a Dante para jugar con él y morirme de rabia porque solo lo hace cuando está completamente perdido en la borrachera.

Todo se está yendo encima de nosotros y en una cama de hospital, ¿Qué clase de vida se está llevando mi hermano? Lo único que está haciendo el resto de su vida que le quede será estar dentro de un hospital en lugar de salir y jugar con los demás niños o hacer lo que ellos normalmente.

Dante finge que todo está bien porque sabe que no puedo parar de mortificarme con cada segundo que pasa y no tener la confianza de dejarlo salir a jugar con sus amigos, o de quedarme horas sentada frente a la puerta de la casa reteniendo el aire hasta verlo pasar después de la escuela y saber que está bien.

Ninguno de los dos vivimos una vida normal.

Capítulo 34: "Yo No Los Culparía"

Se miró al espejo por última vez, su belleza era tan inexplicable que ella aun no entendía porque la gente la mira mucho, sus labios eran de un rosado y carnoso muy hermoso y sus pestañas eran más largas y negras que la oscura noche. Miraba al pequeño niño de cuatro años sobre el sillón de la sala y a la niña viendo la tele junto a él. Recordaba el momento en el que ella lo odiaba y sabía que solo era cuestión de tiempo para que se encariñara de él completamente.

Ella siempre tenía en mente que su hermana cuidaría de él y que, a su vez, el hermano mayor de estos los cuidaría a los dos porque no había ningún segundo en el que no estuvieran juntos.

Tomó el bolso colgado en el respaldo de la silla en el comedor y camino a la puerta de entrada. Ya se le había hecho tarde, de hecho, tenía mucho que hacer el día de hoy que decidió no esperar a su hijo mayor a que llegara para cerciorarse que los cuidaría. Aun se sentía culpable por no poderle dar una vida normal de niño y darle todo el peso de carga de sus hermanos.

Paró el taxi más cercano a ella, regularmente no tomaba el taxi por lo caro de sus tarifas, pero esta vez, de verdad que necesitaba llegar, su futuro dependía de eso, el futuro de sus hijos dependía de lo bien que saliera esta cena. Su jefe, de unos cuarenta y algo años de edad le había pedido que cenara con él porque necesitaba hablar de algo importante. Claro que ella se imaginó de inmediato en lo mucho que se esforzaba cada día en la oficina para él, que esperaba un aumento o una subida de puesto, esperaba lo mejor.

Se la había pasado el día completo pensando en que ponerse, agradecida a dios que aún tenía la elegante falda que su hermano le compró como regalo de cumpleaños o quizás por haber tenido un hijo para que se viera muy hermosa. Hacía mucho que no lo utilizaba y agradecía que aún le quedara y que el embarazo no la haya hecho mal.

El hombre la esperaba aparado frente al restaurante con los ojos puestos en el reloj midiendo la hora, ella miró el suyo también y se alivió de haber llegado más temprano de lo que esperaba y muy puntual para no causar una mala impresión. Un hombre que trabajaba para el restaurante abrió la puerta del coche y en cuanto él la vio, se acercó para ayudarla a salir.

Ella se impresionó por lo hermosos que se veía el lugar por dentro y por fuera y la verdad es que no se quería imaginar lo costoso que debía de ser. Sin embargo, no se negó a nada que su jefe le dijera o le sirviera para comer, estaba encantada que él la viera de una manera diferente y peculiar, como si estuviera impresionado de lo hermosa que se veía en ese entonces. La hizo reír, lo hizo reír, pero nunca tocaron el tema del aumento, solo se dedicó a elogiar lo hermosa que se veía esa noche. Ella ni siquiera se atrevió a preguntar sobre la razón por la que estaban ahí, no quería ser inoportuna.

Quédate Un Poco Más© (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora