Capítulo 3

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*REVISADO*

Querido Diario:

¿Es normal que después de tanto tiempo, en el momento en el que mi hermano regresa, me sienta de esta forma el hecho de estar solos? Bueno pues espero que sí porque no quiero morir de esta forma, no quiero que esto me afecte, no quiero que la relación entre mi hermano y yo haya cambiado por nada.

En la noche mi hermano se acurrucó a mi lado, yo tenía a mi hermanito entre brazos, no quiso dormirse entre los dos porque Will aún le daba miedo y se durmió en una orilla para que yo lo abrazara, por lo que, en algún momento de la noche, tal vez un momento que Will estaba completamente dormido, me abrazó por la cintura y literalmente se subió encima de mí.

Cuando despertamos en la mañana teníamos las piernas enredadas y yo lo estaba abrazando de tal modo que el calor de la primavera hizo que su piel sudada del pecho y mi mejilla se pegaran. Después de eso, tuve que esperar a que él se despertara del todo para desenredar nuestras piernas y que dejara de aplastarme, no pude evitar reír cuando Will despertó y le dije que dormía demasiado bien.

De hecho, emitía demasiado calor que era imposible no morirse de calor ni dejar de sudar. También recuerdo que en el momento que llegamos a casa después de que pasáramos a desayunar encontramos un montón de botellas de alcohol esparcidas en el suelo y entre todo ese basurero estaba papá dormido tumbado en el suelo, con la boca abierta y roncado de lo perdido que estaba.

Will se enojó, como era obvio, y abrió las cortinas dejando que toda la luz del sol entrara por los ventanales y tomara a papá de sorpresa. Éste gruñó y se levantó de sorpresa, casi dando a puñetazos a lo primero que veía. Mi hermano comenzó a gritarle diciéndole que tenía que arreglarse porque era un flojo bueno para nada que ni siquiera trabajaba y que se la pasaba echado en el sofá tragando comida que no había y bebiendo dinero que necesitábamos. Le dijo que su regreso no era para mantenerlo a él y que si no hacía nada que lo mandaría a la policía por irresponsable.

Claro que Frank tenía su artillería pesada bajo la manga y contraatacó diciendo que si él iba a la cárcel nos separarían y se llevarían a Dante para que otra familia lo adopte. Claro que a mí me afectaba demasiado, jamás dejaría que le hicieran daño a mi hermanito ni que lo alejaran de mi lado.

—Déjame advertirte, Frank, si vuelves a ponerle una mano encima a Elizabeth otra vez, juro que no me contendré. Tú puedes hacer o deshacer tu vida a tu antojo, puedes trabajar o no, pero yo vine por mis hermanos y yo puedo mantenerlos, pero no mantendré a flojos adictos como tú, voy a rentar un departamento no lejos de aquí, pero eso no quiere decir que me iré.

Will estaba enojado y lo sabía porque tú y yo sabemos que él nunca se refiere a mí como Elizabeth solo cuando está enojado. Después de eso, papá y Will solo se dirigieron la palabra un par de veces.

Capítulo Tres:

—Te está mirando —susurra América en mi oído para nada disimulada. Lo cual hace que casi escupa el agua en su cara por no ser un poco más discreta. Voltea a mirarme y una sonrisa traviesa se apodera de su rostro—, si, definitivamente no deja de mirarte, pilluela.

¿Pilluela? No sé si debo de ofenderme o echarme a reír.

—Ya lo sé —miento y sonrío, no quiero que siga mirando a aquel chico a un par de mesas alejado de nosotras—. Podrías dejar de mirar, es algo extraño. Te va a ver.

Ella niega con la cabeza y se vuelve a inclinar sobre la mesa casi aplastándome, como si de alguna manera quisiera acercarse al chico sentado a unas filas delante de nosotras. No bastaba su indiscreción, también quería sentarse junto a él y preguntarle porque me está viendo.

Quédate Un Poco Más© (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora