Capítulo 39: "Clarissa"

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Querido diario.

El orgullo en un templo muy grande, es casi como un dios que todos obedecemos, y digo todos, porque todos el mismo tiene un grado de orgullo en su interior, quisiera decir que yo pertenezco ese ese grupo donde solo creen en el y lo tienes cuando solo es necesario, ¡pero no! Mi grado de orgullo es tan tanto como el mismo Dios, o quizás el diablo.

Y Will es igual, nosotros sacamos el orgullo de mamá o quizá se nos pegó el orgullo de Frank porque él es el más orgulloso de todos los orgullosos.

¿Y, porque te hablo de orgullo? Bueno, porque el orgullo es el maldito que me llevo a todo esto, el orgullo y el miedo. Culpo a los dos por como soy.

Capítulo 39: "Clarisa"

Cierro los ojos, siento el brazo y la pierna de Nash rodeándome y aplastándome. No puedo dormir a pesar de las horas en las que me encuentro en este momento. Siento una gran presión en el pecho, quizás un nudo que tapa las paredes de mi pecho y que crece a cada segundo que pasa. Quizás no sea la mejor persona del mundo, pero tampoco la peor, ¿o sí?

Anoche me escapé de la fiesta que Nash me había preparado y, en cambio, me encerré en una habitación con mi hermano para besarme con él. Lo peor de todo es que no me siento del todo mal, me arrepiento, sin duda, pero eso no quita que lo haya deseado desde que vi a mi hermano parado a unos metros de mi rodeado de un mar de personas.

Dante nos vio, ¿qué demonios pensara? ¿Tendrá alguna idea de lo que paso? Si la tiene, ¿pensara que soy la peor persona del mundo? Yo lo pensaría, no dejo de pensarlo a cada momento de esta noche, tampoco puedo dejar de tener culpa cuando siento las respiraciones de Nash en mi nuca, sus labios rosándome casi la oreja. Y a la vez, no puedo dejar de pensar en Will, el hecho de que su habitación está casi cruzado la nuestra, sus labios, el sabor de ellos, el olor de su ropa, de su perfume, lo bien que me siento a su lado, esa sensación de cosquilleo que siento en todo el cuerpo.

Por favor.

Necesito ayuda.

Buenos días, mi niña —susurra Nash en mi oigo.

Yo me estremezco ante el sonido pacifico de su voz, ante la sorpresa en la que me ha tomado, me acurruco en las sabanas de la cama y él se acerca más a mi lado para bajar su mano a mi vientre.

—¿Cómo amanecieron las dos personas más hermosas del mundo?

Sonrió, volteo lo más que puedo para regalarme mi sonrisa y pregunto:

—¿Cómo sabes si aún no lo conoces?

—Ah, y ¿tu como lo amas si ni siquiera lo has visto?

Tiene un buen punto.

—Instinto —contesto de inmediato.

—Aparte tiene la madre más hermosa del mundo y este galán como su padre.

—Vaya que es un galán —concuerdo.

La cama es mucho más grande para los dos, y me refiero a eso porque literalmente tengo a Nash en la orilla porque esta sobre mi y nosotros ocupamos el treinta por ciento de esta. Lo único bueno es que eso no impide que estemos juntos. Más bien, Nash no permite que eso pase.

En la noche, mi mente no paraba de jugar conmigo, una vez que me quede completamente dormida, el sabor de los besos de Will no me dejó en paz. Para cuando comencé a notarlo, tenía en mi mente una canción de OneRepublic en mi mente, esa canción que me encanta llamada Missing Persons 1 & 2. Con ello, el paquete venia con las manos de Will sobre mi recorriendo cada centímetro de mi cuerpo, cada curva que se le cruzaba en el camino.

Quédate Un Poco Más© (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora