Capítulo 7

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*REVISADO*

El lunes por la mañana al levantarme noto que papá está en casa, eso me extraña todo el fin de semana no estuvo aquí y ni siquiera se tomó la molestia de llamar y preguntar si estábamos bien. ¿Por qué el hecho de que nadie pregunte por nosotros de pronto eso se me vuelve tan común? Creo que la única que pregunta si estamos bien es la señora Sullivan que de vez en cuando la viene a visitarnos, claro cuando Frank no está. Ayer tuve que hacer un pay de limón para llevárselo por agradecimiento de lo que hizo, estuvo a punto de pagar la cuenta del hospital si Will no hubiera llegado.

—Buenos días, papá —saludo al entrar a la cocina.

Esta fumando con la mirada puesta en el periódico, parece relajado y ni siquiera se ve de mal humor como siempre.

—Buenos días, nena —apenas quita la mirada del periódico para verme—. Necesito que me prepares unos huevos revueltos, ya merito me iré a trabajar —pide mientras fuma de su cigarro.

Asiento y comienzo a buscar las cosas para prepararlo, a pesar de que me dijo que los quiere revueltos sé que los quiere preparados como siempre.

—Ah —agrega— antes de que se me olvide, la empresa ha hecho que varios trabajadores salgan del país —parece emocionado—. Sera la próxima semana...

Ahora ya veo porque está de buen humor.

—¡Felicidades, papá! —Lo felicito mientras voy hacia él y lo abrazo—. Te lo mereces.

Frank me contesta el abrazo, pero de inmediato sigue con su cigarro.

—Claro que me lo merecía... —avienta la colilla de cigarro al suelo, casi cae a la alfombra de la sala—. Ya era hora de que el idiota de mi jefe se diera cuenta de lo chingón que soy... no como todos esos imbéciles.

Lo suelto para seguir preparando la comida. Siento extraño el hecho de que lo haya abrazado, jamás abrazo a papá por nada, pero si estamos en proceso de salvar la relación entre padre e hija siento que es justo que yo también ponga de mi parte y me comporte mejor. Se supone que es mi padre ¿no? También se supone que tengo que respetarlo, aunque ni siquiera se lo merezca de verdad.

—Pero eso significa —agrego cuando proceso sus palabras—, ¿nos vamos a quedar solos? ¿Cuánto tiempo te iras?

Apago la estufa cuando los huevos ya están listos.

—A eso es lo que iba —ahora si voltea a verme y deja su periódico en la mesa—. No puedo dejarlos solos, o por lo menos la ley dice que no puedo porque aun eres menor de edad y pueden multarme por eso. Así que Will ha accedido a cuidarlos durante la próxima semana.

—¿Con Will? —mi voz suena más indignada y sorprendida de lo que pienso.

Frank rueda los ojos al cielo.

—Sí, sí, ya sé que te gusta estar con él, pero...

...Esperen, eso significa que hablaron los dos sin que hubiera un apocalipsis. Humm.

—No te acostumbres mucho, Elizabeth —agrega mientras yo me acerco a la alacena para tomar un plato—, él ya está a punto de casarse, se ira de aquí y se olvidara de ustedes.

Eso ya lo sé, sé que Will se casará, sé que me dejará, sé que nos olvidará y tendrá una nueva familia fuera de nosotros. ¿por qué demonios tiene que recordarme mi miseria? Como si no fuera suficiente haber llorado ayer por la manera en la que nos peleamos. Sentía como si mi corazón se saliera en cualquier segundo, como si estuviera a punto de reventar. Un socavón se está instalando en mi pecho y es justamente ahí de donde va a salir toda la mierda que se está acumulando dentro de mí.

Quédate Un Poco Más© (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora