Quédate Un Poco Más© (Completo)

Capítulo 37: "Un Mes Es Mucho" (parte 2)

El intercambio de besos y miradas se vuelve algo más allá que sólo cariños, notó como es que el beso se vuelve cada vez más pasional, sus manos se mueven sobre mi espalada y mis brazos, desnudándome poco a poco. No me reúso ante dicho acto, lo cierto es que yo también quiero de esto, quiero y necesito de su cariño, anteriormente me hubiera quedado de una manera sutil del hecho de que quiera desnudarme, pero hoy no me importa, mi cuerpo ya no es un problema para mí.

Nash logra que un pedazo de tiempo se vuelva el momento más perfecto de todos, que por una fracción de segundo se me olvide completamente todo. Desearía que así fuera siempre, desearía que Nash terminará con todo lo que hay a mi alrededor.

Gimo cuando sus labios encuentran la parte más sensible de mi cuello, cuando acaricia mis pechos e intenta quitarme la blusa desde los tirantes, besar mis labios y a medida que pasa el tiempo, su beso se vuelve cada vez más posesivo y me jala más hacia él para que no haya algún centímetro de distancia entre los dos, hasta que sienta en el vientre su miembro erecto. Me pongo de puntitas y si miembro toco mi clítoris sobre la ropa y me invade la sensación de excitación, mi cuerpo se agita y él lo nota porque de inmediato me carga de tal manera que mis piernas rodeen su cadera.

Mis manos inquitas viajan a lo bajo de su playera y se lo jalo para que Nash termine de quitárselo al dejarme abajo. Me tira al borde de la cama y sus ojos desde aquí abajo se ven excitados y salvajes, no gime como yo cuando esta excitado, pero si cambia el ritmo de su respiración.

Su cuerpo es una hermosa escultura de porcelana, bronceada, musculosa, sus brazos me enloquecen mucho, su abdomen, su espalda, la forma en la que se curvea cuando se curvea cuando se acuesta sobre mí, siempre acostumbro a acariciar con la punta de mis dedos su espalda mientras me besa, mientras beso y succiono el lóbulo de sus orejas porque eso hace que se exalte aún más.

Desabrocha el botón de mi pantalón o por lo menos lo intenta hacer porque se detiene cuando no puede con la sensación que le provoca que bese su cuello y succione el lóbulo de su oreja y aprieta y jala las sabanas con las manos mientras se retuerce del placer. Cuando por fin logra desatar el botón de mi pantalón me lo quita y esta vez sin ninguna complicación porque lo ayudo elevando mi cintura.

Nash se detiene un momento para verme acostada, con las piernas abierta y él entre ellas, acaricia con sus manos mis largas piernas y susurra:

-Eres hermosa, Lizzy.

Y sin que tuviera tiempo de contestar, éste se baja para besar mi vientre y bajar poco a poco para llegar a la parte más íntima de mi cuerpo. Iba a protestar, pero por alguna razón, mi mente solo pensaba en la sensación que tendría, en lo bien que lo pasaría.

Y aquí estoy, con Nash entre mis piernas, moviendo su lengua de un lado a otro sobre mi clítoris, creando la sensación más exquisita que alguna vez podría haber tenido. Mi cuerpo se mueve involuntariamente y se retuerce de tal manera que la lengua de Nash solo este en ese lugar que me provoca jadear, gemir, gritar. Tomo el cabello de Nash y lo jalo en movimiento involuntario, por un momento, temo haberle hecho daño, pero este no dice nada. A medida que pasaban los segundo podría sentirlo más, lo podría sentir, estaba a punto de llegar, y más jalaba el cabello de Nash y éste más rápido movía su lengua hasta ya no poder más y sacar el ultimo gemido aún más fuerte que los demás y gritar su nombre.

Nash se levanta mientras yo recupero la respiración y se limpia la boca.

-¿Te gustó? -pregunta mientras se quita el cinturón.

Aprieto las sabanas con las manos incapaz de decir algo. Al final asiento con la cabeza.

Él sonríe satisfecho y se acuesta sobre mí, recargándose sobre sus codos para que su peso no caiga completamente sobre mí. Mete miembro en mí, y comienza a hacer una seria de movimiento exquisitos y placenteros.