Quédate Un Poco Más© (Completo)

Capítulo 58: "QUPM" (Parte 1)

Dicen que en la vida pierdes y ganas.

Lo único malo es que lo que pierdes produce más sentimiento y cambia mucho más en ti que lo que ganas. Lo que pierdes te marca más. Yo, sé que he ganado muchas cosas, pero recuerdo más las que he perdido y siento como si las cosas se fueran contra mí.

Me acuerdo de la última vez que me puse ropa negra para un funeral, estaba parada frente a un espejo mirándome con la ropa, parecía burrito envuelto en algo negro y esa vez no me importo, estaba esperando la hora en la que Will vendría por nosotros para ir al funeral de mamá, sin aun creerme lo que estaba pasando, aun esperando a despertar.

...Y nada. Así como lo es hoy, con un vestido negro, los ojos hinchados y rojos, mirando la tumba de Ben mientras escucho los lamentos de Julia que abraza a alguien que no conozco, todos ya se han apartado de la tumba, pero no se han ido porque me están esperando dejándome a solas con mi padre, una cruz y un montón de tierra que nos separa. Tiene muchas flores, de todos los colores y tipos que pudieron haber traído, la mayoría de la gente que vino al funeral era gente que no conocía, a excepción de Julia, mis hermanos y nuestros hijos. Me parece que las personas que nos acompañaron eran amigos más cercanos de mi padre y personas que trabajaban para él.

Veo las cartas que le han escrito a mi padre, son muchas, él era muy conocido y ojalá yo también lo hubiera podido haber conocido antes. Y sinceramente, si así van las cosas, me duele mucho saber que Jane y Nathan crecerán sin ningún papá, sin conocer a sus abuelos, a mis papás, y deseara haberlos conocido porque yo les voy a contar los maravillosos abuelos que tenían y lo mucho que estarían orgullosos de tener a unos nietos tan lindos e increíbles... Les contare lo muy amoroso que era el abuelo cuando los conoció porque no dejaba de cargarlos y llenarlos de regalos, incluso de robarlos porque siempre se los quería llevar consigo al trabajo, al parque y a todos los lugares donde pudiera presumir los hermosos nietos que tenía.

Y no será mentira, no mentiré porque eso era lo que Ben hacía, amar a sus nietos y amarnos a nosotros e intentar retomar todo el tiempo que no pudimos estar juntos...

¡Oh por dios!

Cierro los ojos para dejar ir a las lágrimas que se están acumulando y tapando mi vista de la silueta de Nash acercándose lentamente a mí, viste de traje negro y sus ojos azules dan un hermoso contraste con la corbata. Parece dudoso, pero dudo que se detenga y sigue caminando a mí, lleva un gran ramo de flores y una carta en la mano, y al llegar a mí me abraza tan fuerte que no soy capaz de resistirme, de hecho, no quiero resistirme, quiero que me abrace más fuerte y me es imposible resistir las lágrimas mientras contesto su abrazo y lo rodeo como si no lo hubiera visto en años.

—Lo siento mucho —me susurra y acaricia mi espalda.

No sé cuánto tiempo tardamos abrazados mientras respiro el dulce y costoso aroma de su cuello e intento calmarme para dejar de llorar y empapar de lágrimas su saco (que de seguro también es costoso). Nash tampoco quiere soltarme a pesar de que intento apartarme, pero sigo sin resistirme a abrazarlo.

Siento un frio tremendo y un abismo entre nosotros cuando por fin optamos por soltarnos, él me mira con esos ojos cristalinos mientras acaricia mi mejilla, no me había dado cuenta de lo cerca que estamos hasta que siento su tibio aliento pegar en mi nariz y cuando noto que nuestros labios están muy cerca y que Nash se acerca a un más para intentar besarme, me aparto volteando a donde están mis hijos y Will.

Gracias por venir —me aparto dando un paso atrás y limpiando mis mejillas.

—¡Nash! —grita Dante a lo lejos al darse cuenta de su presencia, comienza a caminar, pero al darse cuenta de la distancia, comienza a correr—. ¡Viniste! Yo sabía que ibas a venir.