Capítulo 34 "Just me"

3.5K 256 31
                                    

Escuché una voz tras de mí, me espanté al girar que le aventé con lo primero que había cerca, una secadora para el cabello. — ¡Ey! ¡Soy sólo yo! —Encendió la luz.

—Eres un estúpido Sebastián, deberías aprender a entrar por la puerta y no por la ventana.

—El punto es... que ya estoy aquí—Decía mientras se acercaba a mí. —Y bueno, no sé qué te sorprende... ¿Qué haya descubierto su secretito? —Dijo en tono molesto.

—No espera ¿Secreto? ¡Já! si no sabes, te recomiendo que no opines—Guiñé el ojo y comencé a peinarme frente al espejo, Sebastián se sentó en la cama.

—Si hubiera entrado por la puerta, los hubiera interrumpido, malagradecida—Rió. —No me importa si decides salir con ése... estúpido, es tu vida, al fin y al cabo yo no estaré intercambiando saliva con él.

— ¡Sebastián! —Grité. —Cállate.

—No miento—Rió. —Sólo espero no verte soltar lágrimas por él, porque si lo haces yo hare que él derrame lágrimas de dolor.

—Sebastián, no pasará... y deja de decir tonterías, escucha, te contaré todo.

Le platiqué todo con lujo de detalles, él terminó aceptando a Mario claro, porque yo se lo pedí y nada me pondría más feliz.

Respecto a la escuela, bueno, yo era la chica 'popular' pero no me interesaba, era reconocida debido a aquel ocurrido, pero nada más, yo no actuaba como tal, de vez en cuando las personas me hablaban y me hacían preguntas pero no les respondía nada.

Y bueno, nadie sospechaba que Mario y yo éramos pareja ya que él estaba en México y yo en New York, totalmente distanciados.

Las tardes comenzaban a afectarme, comenzaba a extrañar a Mario, quien durante una semana de su ida no me había mandado ni un maldito mensaje, quizá estaba lleno de trabajo.

Yo también decidí conseguirme un empleo para distraerme y no pensar tanto en ello pero era imposible, no tener ni una señal de él, ni siquiera entraba a Twitter o Facebook, no quería encontrar algunas fotografías.

Los tiempos estaban cambiando, Sebastián se había distanciado un poco de mí respecto a nuestros intereses, era una chica ocupada y bueno, mi madre no sabía hacer otra cosa que no fuera trabajar.

Estaba recostada en el sofá del living descansando después de haber tenido una semana agotadora, era domingo por la tarde, cuando mi teléfono que parecía estar muerto comenzó a sonar, mi corazón se detuvo, lo primero que me vino a la mente fue 'Mario'; lo tomé con desesperación pero la pantalla decía otra cosa.

"Hola, ¿Cómo va todo?-Zurita" Bueno, al menos Juanpa se preocupaba por mí.

"Bien gracias ¿Han estado muy ocupados? Mario no me ha llamado – (tn)"

En menos de lo que pudiera acomodarme de nuevo, Juanpa ya me había contestado.

"Sí, no nos han dejado ni respirar, menos a Mario, te dejo, te llamaré más tarde necesito contarte algo –Zurita"

"Okay Zurita, cuídate – (tn)"

¿Qué sería aquello tan importante que quería decirme? Espero que malas noticias no sean. Seguí con lo mío, viendo televisor, una de mis series favoritas: The Vampire Diaries. Me preparé un sándwich y comía mientras veía el televisor cuando la pantalla de mi celular volvió a encenderse, de seguro era Juanpa, ésta vez era una llamada. Contesté.

— ¿Si?

—Hola belleza—Me congelé por completo, ésa voz, ése acento inconfundible, era Mario, Mi Mario.

— ¡Mario! Hasta que te dignas a llamarme, te extraño mucho.

—El trabajo no me deja, no tienes idea de lo que yo te extraño.

— ¿Y cómo va todo? ¡Cuéntame! —Intenté sacarle plática.

—Bien, dentro de lo que cabe, mañana terminamos un photoshoot y creo que tendré libre algunos días, quizá algún día esté tocando tu puerta y te lleves una gran sorpresa.

— ¡Já! El de la sorpresa serás tú, no estoy en mi casa en todo el día—Reí.

—Hmm que tanto haces, ¿Cómo te ha ido en la escuela? ... como se ha portado Sebastián y el chico rubio del otro día.

—Ce-lo-so—Deletreé entre sílabas, Mario sólo reía, amaba escuchar esa risa aunque fuera por teléfono.

—Hmm, no es justo, ellos te tienen tan cerca y yo estoy tan lejos de ti.

—Yo sólo te pienso a ti—Susurré. —Te quiero Mario.

—Yo te quiero más.

—Yo más—Contesté. La pelea más hermosa que pudiera existir.

—No me ganas y para tu información, ya que no puedes verme, te saqué la lengua.

— ¿Me sacaste la lengua? ¿Enserio? Mi corazón se rompió.

—No que no se rompa—Susurró. —Yo lo reparo.

—Bien—Reí. —Estás loco.

—Loco por ti—Escuché unos susurros por el lado de Mario y él se quedó callado unos segundos. —Linda me tengo que ir ya, es la una de la mañana aquí y mañana me espera un largo trabajo, no me despertaré—Rió.

—Bueno, duerme bien, cuídate—Contesté.

—Igual tú, trataré de llamarte más seguido, te quiero—Escuchar un 'Te quiero' de Mario era como mi motor, me hacía sentir en las nubes sin despegarme del suelo. Colgó.

Éste chico tenía el poder de cambiar mi humor en segundos, ahora parecía una completa loca maniática.

Mi madre llegó de trabajar y me miró como su fuera un animal extraño.

— ¿Qué te ocurre a ti?

--------------------------------------------------------------

¿Qué será que le dirá Zurita? ¿Algo Malo o Bueno?

No olviden votar y comentar para que la sigas, hasta el próximo capitulo :D


Un dulce amor - 'Mario Bautista'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora