Ninguno de nosotros habló de ella en ningún momento. Las pocas palabras que Mario decía eran sin sentido, no dejaba de hablar de otra cosa que no fuese ése nombre. Los días habían pasado lentamente, fueron días en los que no trabajamos, en los que Mario no salía de su cuarto, todas las noches podíamos escucharlo llorar; todas las noches se levantaba gritando y llorando, ni siquiera en los sueños podía sentirse tranquilo. Y lo que más me dolía era no poder hacer nada.
Los días siguieron pasando.
—Juanpa necesito tu ayuda—Dijo Daniel mientras yo veía televisión. —No sé como...—Comenzó a susurrar. —...sacar las maletas de ______ de mi auto sin que Mario se dé cuenta; ¿En dónde las pondré?
— ¿Maletas de _____ dijiste? —Ambos volteamos a ver de dónde provino ésa voz... de las escaleras, y estaba Mario parado ahí mirándonos de una forma intimidante.
— ¿Maletas? ¿De qué hablas Mario? —Dijo Daniel intentando improvisar.
—Escuché bien... dame las maletas.
—Mario tu no deberías...—Comenté.
— ¡DENME LAS MALETAS! —Gritó.
—Está bien, están en la parte trasera del coche—Dijo Daniel, Mario le arrebató las llaves y salió bruscamente.
Daniel y yo sólo nos mirábamos, Mario después de cinco minutos entró con ambas maletas en sus manos y lanzó las llaves de Daniel a la mesa, ignorándonos por completo subió a su cuarto de nuevo. Ésta situación comenzaba a preocuparme.
Mario versión.
Abrí las maletas con desesperación, no había nada más que prendas de vestir de ____, maquillaje y ah... un perfume, lo abrí, olía exactamente a ella, era su olor característico, me sentía como un loco paranoico mientras olía el perfume. Saqué toda su ropa y... sonreí cuando vi que ahí estaba el saco que yo una vez le presté, lo seguía conservando.
Había una especie de cuaderno pequeño, lo saqué y abrí justo en la primera página, estaba lleno de dibujitos que decían '(tn) y Mario', corazones... mi tierna _____. Seguí ojeando, pero no encontré nada más que un pobre párrafo escrito con su mismo puño y letra.
"Ya que no he subido nada al blog, lo haré por aquí, estoy aburrida en el avión. Abcdefg... Ya quiero ver a mi Flaco, ah estoy un poco loca"
Me reí un poco al leer eso, ella siempre era algo loca, más que yo. Te me escapaste tan rápido, _____... yo planeaba una vida junto a ti y me dejaste tan pronto, ni siquiera me dejaste disfrutar algo de ti. Cuando menos lo pensé ya no estabas conmigo. ¿Por qué?
Juan Pablo Z. Versión.
Otro día... otra batalla, cada uno de nosotros ya habíamos comenzado a llevar nuestro ritmo normal de vida nuevamente, excepto Mario.
—Juanpa, hoy es miércoles—Gritó Daniel desde la cocina, oh rayos, ya sabía que seguía.
— ¿Y qué tiene? —Dije yo fingiendo no saber nada.
—No te hagas el tonto—Rió Mauricio. —Los miércoles te toca ir por Mario.
—Ésta situación está comenzando a enfadarme—Dije molesto, tomé las llaves del coche y me dirigí al mismo lugar de todos los miércoles. El bar.
Mario tomó la costumbre de 'ahogar' todas sus penas, así que todos los días a la misma hora se iba a un bar cerca de la casa a tomar hasta emborracharse y perder la razón, tantas veces han sido que nos hemos turnado los días para ir por él. Es un completo asco.
Entré por la puerta de atrás, como siempre, para no generar mucha polémica, suficiente era con Mario como un tonto ebrio, no se imaginan las grandes cosas que dice mientras está fuera de razón.
—Hola Juanpa ¿Lo de siempre?
—Sí... un Mario Bautista ebrio por favor, para llevar—Dije con fastidio.
—Enseguida—Rió, el mismo cantinero, ya habíamos formado una amistad de tantas veces que lo veía. En unos minutos regresó con Mario colgando un brazo de su espalda, me sorprendía que pudiera caminar, cuando me miró soltó una carcajada, un completo maniaco.
— ¡Hermano! Creí que no vendrías—Rió y me besó la mejilla. Raro.
—Vámonos Bautista—Lo ayudé a caminar y salimos por la puerta de afuera. Lo ayudé a subir a mi coche y le puse el cinturón.
—Escúchame bien, te vomitas en mi coche y ésta será la última vez que venga de chofer por ti—Le dije desafiante, Mario sólo asintió riendo como un tonto. Eso era en lo que se había convertido.
Manejé de vuelta a casa, Mario parecía un niño chiquito que jugaba con sus manos. Bajamos y de ahí lo ayudé a llegar hasta la puerta, donde ya estando dentro de ella se tiró al suelo.
No le tomé importancia, la misma historia de todos los días. Después se levantaría corriendo al baño. Dicho y hecho.
— ¿Y Mario? —Dijo Daniel tomando un poco de agua.
—Hmm en el baño vomitando—Dije con cierta despreocupación, decir eso era tan normal como decir 'buenos días'.
—Ah.
—Después se dará un baño, se encerrará en su cuarto y ¡Nos vemos mañana! —Dije sarcásticamente.
—Deberíamos llevarlo al psicólogo antes de que esto empeore—Dijo Daniel. —Mario cada día se pone peor.
—Entonces ¡Buena suerte Daniel! Yo no pienso ir a decirle nada de eso—Dije.
—Entonces, que le diga Mauricio—Dijo.
— ¡Já! Olvídalo, soy demasiado joven para morir—Gritó Mauricio desde el jardín.
Eran unos cobardes, decidí entonces ser yo el que al menos podría decirle algo. Subí a su habitación y ahí lo vi acostado en la cama abrazando las prendas de ______, Mario estaba a un paso de la locura.
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Hola... ¿Qué les esta pareciendo la novela? ¿Qué creen que pasara ahora o quieren que pase? Déjenlo aquí en los comentarios estaré respondiéndolos y pues viendo sus comentarios, no olviden votar para que la siga. Hasta el próximo capitulo y gracias por seguir aquí :D
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Un dulce amor - 'Mario Bautista'
Fanfiction"¿Qué podría contarles de mí? En realidad soy la definición de timidez y torpeza; no podría explicar mis intentos fallidos por ser alguien mejor. Me he aceptado tal cual soy... seria muy seria, pero solamente cuando no me interesa de qué están habl...