Cap. 9

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Steve.

No tardamos mucho en llegar a la tienda de malteadas, durante todo el camino mi estómago iba gruñendo, gruñía tanto que creo que el Dr. Banner también pudo escucharlo.

Llegamos y nada más abrir la puerta, pudimos oír como una pequeña campanilla sobre la puerta anunciaba nuestra presencia.

–Hola, bienvenidos a "Morning Coffee" (Nombre inventado :v), ¿En qué les puedo servir? –Nos dijo una amable chica rubia sonriente.

–Hola, uhm... Yo voy a pedir un café caliente, con crema. Y unas 2 galletas de fibra, por favor. –Dijo Banner, mirando a la lista que estaba en colgada del techo.

–¿Y para usted? –Me dijo la chica que traía pegado en su uniforme un rectángulo color plata que decía "Sofía."

–Hmmm, para mí... una rosquilla glaseada, y un chocolate caliente, por favor.

–y cho-co-la-te ca-lien-te. –Dijo la jovencita en voz baja mientras terminaba de anotar nuestra orden en su libreta. –Okay, pueden tomar asiento, en un momento les traeremos sus órdenes.

–Gracias. –dijo Banner.

Nos sentamos al lado de una ventana, todo el frío que hacía, se calmó con la calefacción del lugar; Y en parte, yo agradecía eso.

–¿Y bien?

–¿Bien que?. –Dije confundido.

–¿Me vas a contar por qué estabas así hace unos minutos allá afuera y por qué no habías comido nada?

¡Rayos!, había olvidado que el principal motivo por el que fuimos a cenar ahí, fue eso.
«¿Y ahora?, ¿Qué le digo?»

–Oh! Sí, Uhm... pues, la verdad, yo estaba... allá afuera, porque... –No sabía que decir, vamos Steve, piensa algo. –Estaba haciendo ejercicio en el parque, pero llegó la lluvia y me tuve que refugiar en un árbol por un rato, y ya cuando me di cuenta, era muy tarde. –Estaba tenso, yo era de esas personas que no son buenas mintiendo, esperaba que me creyera.

Él sólo me miró tratando de analizar todo lo que le acababa de decir.

–Oh, bien. –Automáticamente me sentí liberado. –Oye, pero si el parque donde haces tus ejercicios queda al otro lado de Nueva York, ¿Qué hacías allá?

–Ah, es que, uhm, después de hacer ejercicio, iba a ver a Tony, ya sabes, no fue hoy a la junta, y quería decirle todo lo que nos dijo Fury. –Bien, bien Steve, tranquilizate, se está creyendo todo.

–Ah, ya, Oye ¿pero y por qu... –Él me iba a preguntar otra cosa, pero en eso llega la chica con nuestras órdenes.

–Aquí están sus órdenes, que lo disfruten.- dijo ella despidiéndose con una sonrisa.

Agradecí ese momento en el que ella llegó, no sabía si podía soportar y responder todas las preguntas de Banner.

–Bueno, ya no importa, mejor come, lo necesitas. –Me dijo Banner dándole un gran mordisco a su galleta.

Después de eso, mientras comíamos hablamos de temas muy diferentes a los que estábamos acostumbrados, no me llevó tanto tiempo tomar confianza con él. Cielos no había reído tanto en mucho tiempo, casi estaba llorando y estoy seguro de que estaba más rojo que una fresa de los pasteles que estaban ahí en el mostrador.

Tony.

Steve me había visto y me había preguntado qué pasaba y si estaba bien. Idiota, entre a mi torre más frustrado de lo que estaba ya, y lo primero que hice fue darme un buen baño en la tina.

–Oh... Al fin, mi momento de relajación a llegado. –Dije entrando a la tina y recostandome en ella, si que necesitaba ese baño.

Ni cinco minutos ahí metido y ya mi mente me estaba empezando a torturar, ¿Había sido un poco grosero con él? ¡Joder! ¿Un poco? Lo fui demasiado, el pobre se fue con la ropa muy húmeda en esta noche tan fría, ya es muy tarde para que ande caminando solo a estas horas, y lo peor, ni siquiera le respondí de buen modo lo que me decía, él estaba preocupado por mí, y yo, como el gran mal agradecido que soy, ni lo note y ni le preste importancia a él.

–Gracias subconsciente, ahora me siento culpable, una de las pocas veces que alguien se preocupa por mí, y yo lo desprecio. Ahora sé por qué nadie lo hace.

Me levanté de la tina y me lave la cara y todo el cuerpo, una vez hecho esto, me enjuague, y salí de la tina, vaya que estaba haciendo frío. Me fui sin ninguna prenda hasta mi habitación y me puse unos boxers, una playera y un pantalón tipo pijama. Una vez listo, me acosté en mi cama y me puse una cobija para calentarme.

–Mañana seré yo el que se disculpe con él. –Me dije a mi mismo antes de dormir.

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Estoy escribiendo más seguido, no se preocupen.
Voto y comentario, plox :v

No Es Como En Las Peliculas (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora