No Es Como En Las Peliculas (Stony)

Cap. 7

Steve.

Pasé varios minutos ahí, sentado debajo del árbol en el cual me encontraba, intentando decidir a quién ir a visitar primero para aclarar las cosas. Muy en el fondo me decía a mi mismo cosas como "¿porque tengo que ir yo? ¿Porque dar explicaciones por eso?" pero era algo que nacía en mí, necesitaba hacerlo o sino, no podría dormir tranquilo.

Finalmente me decidí a ir con Tony.

No me importaba si iba todo empapado, y lleno de tierra en mi chaqueta y en mi pantalón por estar sentado en el césped del parque.

Estaba anocheciendo, la lluvia había disminuido mucho, ya sólo se sentía una brisa leve acariciando con delicadeza y suavemente mi cara, las calles de Nueva York estaban reluciendo ahora con todas las luces de lugares y tiendas, con todos esos automóviles y taxis rondando a cada momento como siempre, sólo se oían los carros pasar uno tras otro, y unas cuantas gotas de agua acumuladas para después dejarse caer en un gran charco. En las calles sólo iban personas con abrigos, bufandas, y gorros. Era de esperarse, estábamos en otoño y hacía mucho frío, sobre todo si acababa de llover, yo no sentía tanto el frío gracias a que estuvo congelado durante mucho tiempo. Pero de igual manera estaba temblando por qué estaba completamente mojado.

Me puse a pensar qué decirle a Tony, para tratar de explicarle lo sucedido. Me puse nervioso de pensar como reaccionaria, quizás se ponga feliz, quizás no lo entienda, quizás no quiera ni verme, ¿pero por qué él haría eso?, me estaba presionando mucho y creando inseguridades en mi cabeza, fue cuando de pronto me di cuenta que ya llevaba parado enfrente de la gran torre Stark un largo tiempo.

Tony.

Estaba caminando en el bosque sin siquiera saber a dónde me dirigía, ya me estaba empezando a hartar desde que me quite la armadura, error. Me la había quitado porque ya no soportaba más que mis botas estuvieran llenas de agua por dentro, además dentro de ella estaba sudando demasiado, cuando ya no estaba dentro de la armadura me empezó a dar mucho frío.

–¡Oh, sí! Por fin, la ciudad. –dije soltando chillidos de felicidad. –Ahora sólo falta hubicarme para saber en qué parte de esta me encuentro.

–Wow, parece que mi suerte está cambiando... Ya era hora.
No me encontraba tan lejos de mi torre, estaba a unas cuantas manzanas de ella.

Luego de unos 20 minutos corriendo, dándole temor a la gente que pasaba por mi lado, ya que seguía con el cuerpo y la cara llenos de lo que esperaba que fuera lodo, había llegado a mi preciada torre.

Pero para mi suerte, que creo que no había mejorado para nada, me encuentro con la persona que menos quería ver en ese momento. No sólo por el hecho de que estuviera en unas condiciones no muy agradables, que había hecho gritar a niños calles atrás, sino también porque no estaba muy feliz con él, ya que gracias a él, me había perdido en ese estúpido bosque donde deje mi armadura escondida en unos arbustos.

¿Qué quería?, ¿Acaso no se había dado cuenta de que gracias a él estaba así?... Bueno, era obvio de que él no sabía nada de eso, pero eso no le quitaba la culpa, ¿Y como por qué él también estaba empapado y con algo de tierra?

Quise girar sobre mis propios pies, para salir corriendo de ahí o esconderme para que no me viera, pero ya era demasiado tarde, me había visto. Di la vuelta lo más rápido que pude y empecé a caminar lo más rápido sin que se viera muy sospechoso, pero de todas maneras, me termino tomando de la muñeca e intentando darme la vuelta.

Cuando me giró hacia enfrente de él, quede a poca distancia de él, prácticamente podía oler su delicioso aroma de su perfume, y algo de tierra mojada, ¡ese olor me encantaba, por Dios!, pero se supone que yo estaba enojado con este tonto, él al notar que baje la mirada lo más rápido posible, por estar apenado y enojado al mismo tiempo, alargó un poco más la distancia que había antes.

–¿Hmm?, ¿Tony? –Me examinó de pies a cabeza.  –¿Eres... T-tú? –Me dijo él asombrado y podría jurar que se le quería escapar una pequeña risilla.

«Pues claro que soy yo, ¡Tonto! ¿Quién más?, ¿Acaso siempre vez a más de una persona por las calles de Nueva York con un reactor en el pecho?» pensé eso como respuesta.

No quería hablar con él, así que sólo lo ignore y quise pasar de largo dirigiéndome a mi torre, a lo que él reaccionó tomándome de la muñeca nuevamente intentando detenerme.

Esto sí que será largo, y suspire muy pesadamente.

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Capítulo 7 de esta historia, poco a poco va tomando forma 7u7

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