Final.

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Steve.

Desperté lentamente, estaba sentado en el piso atado a cadenas muy resistentes a la pared. Estaba en una clase de cuarto con unos focos que daban luz verdosa e iluminaban el pequeño lugar. Frente a mí había una puerta de hierro blanca, estaba abierta. Al lado del hueco que daba la puerta abierta había una clase de computadoras y máquinas muy grandes. Una persona estaba parada de espaldas a mí haciendo algo en esa esquina donde se encontraban las computadoras.

Miré a la pared de mi derecha y estaban los chicos, pero seguía faltando Will. Primero estaba Jake casi al lado de la puerta, luego Tony y por último yo.

Ellos estaban despiertos y examinando lo que estaba haciendo la persona parada ahí. Un segundo después se encendieron unas pequeñas pantallas sobre de las computadoras.

La persona se dio la vuelta.

«¡¿Sharon?!»

–Oh, despertaste, amor. –Dijo alegremente y se acercó a mí. Acto seguido me besó.

Estaba sorprendido ¿Qué rayos estaba pasando? No correspondi el beso pero de igual forma me seguía besando contra la pared. Cuando se safó de mí pude ver a Tony totalmente hirviendo de ira y rabia.

–Que lástima. –Exclamó tocándome el pecho con el índice y jugueteando en él. –Tus labios tienen rastros de maricón. –Le dirigió la mirada a Tony.

–Escúchame bien, estúpida. Quiero que en este preciso instante nos dejes ir a todos o si no. –Interrumpió a Tony cortándolo.

–¡O si no qué! –Exclamó. –Aceptalo, Tony, no puedes hacer nada en este momento. Ni tú ni nadie de los de aquí.

Tony se quedó callado.

–Y creí que ya habíamos hablado de ese lenguaje. –Ahora Tony fue el que la interrumpió.

–¿Y? –Hizo una pausa. –Will no está aquí, de seguro sólo fue una trampa para que viniéramos. No le puedes hacer nada, pedazo de mierda.

–¡Suficiente! –El grito resonó en toda la habitación. –Estoy siendo buena contigo porque aquí está mi Steve.

–¿Dónde está Will? –Preguntó Jake con un tono de seriedad que jamás había visto en él.

–¡Oh! Tu parejita. –Dio un giró caminando por la habitación. –Él está a unos cuantos metros de aquí. También está en este bosque, pero está en una clase de cárcel.

Hizo una pausa, el silencio abundaba y todo prestabamos la máxima atención a lo que decía.

–¿Saben qué es lo mejor? –No esperó respuesta y contestó. –Que desde la mañana que lo rapte, ha estado en esa habitación de concreto, con sólo una puerta de hierro que protege un guardia, aguardando solo. Y lo mejor es que hay una gotera. –Se detuvo.

–Una gotera... –Reafirmó Tony.

–Sí, una gotera que yo controlo. El líquido que cae de ahí no es agua. Sino que es gasolina.

Escuché las cadenas de Jake jalonearse, estaba desesperado.

–Si alguno de ustedes intenta: pasarse de listo, insultarme, portarse mal. Haré que esa gotera caiga gasolina como si se tratase de una manguera de alta presión y después que del techo caiga un fósforo encendido.

–¡¿Qué te ha hecho él?! –Se jaloneaba Jake de las cadenas y su voz se había vuelto áspera.

–Él nada. Por eso lo tengo como rehén.

–¡Eres una… –Se calló e hizo una mirada extremadamente llena de odio y rencor.

–Bien, me alegra que entiendas. Como un buen perrito.

No Es Como En Las Peliculas (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora