No Es Como En Las Peliculas (Stony)

Cap. 37

Steve.

Ya eran alrededor de las 6 o 7 de la tarde, me había quedado dormido junto a Tony, desperté y lo primero que vi fue a Tony sobre mí, aferrado a mi torso con una gran sonrisa en sus labios. Se sentía bien estar así, en ese momento lo que quería hacer era olvidarme del pasado y del futuro, sólo quería disfrutar del presente, saber que estaba vivo cada segundo que pasaba y que estaba con Tony.

Estire uno de mis brazos y tomé el control de la televisión para apagarla, estaba anocheciendo, se veía a través del gran ventanal de la habitación que daba hacia afuera.

Me levanté tratando de quitar cuidadosamente a Tony de mí y haciendo muy suaves los movimientos que hacía tratando de no hacer ruido, una vez de pie cerré la gran cortina para que no le molestara a Tony, y me dirigí hacia afuera de la habitación, no sin antes cobijar y acomodar bien a Tony en la cama para que durmiera bien y le di un pequeño beso en la frente acercándome lentamente a él. Luego de eso salí.

No tenía un lugar fijo al cual ir, de hecho creo que sólo necesitaba tomar aire y estirarme un poco, y pensándolo bien, también tenía hambre, no había comido nada en un muy buen tiempo, necesitaba comer algo.

«Bien, ¿Qué podría comer a esta hora?» me dije a mí mismo, pensé en una rebanada de pastel pero la descarte de, quería algo con lo que quedará exhausto.

«¿Alguna fruta o ensalada?» de igual forma que lo anterior lo descarte, quería algo salado ¿Pero qué?

Pensé y pensé, hasta que se me ocurrió ir al restaurante mexicano que quedaba a unas cuantas cuadras por ahí.

–Genial, comeré ahí. –Dije caminando al fin decidido a comer algo.

Jake.

Me encontraba en una mesa, pensando mientras movía con mi dedo índice la pajita de mi bebida, Will se encontraba haciendo inventario sobre las ventas de hoy para notificarle al jefe, estaba haciendo algo de frío afuera, la brisa de la noche se colaba por las ventanas que estaban abiertas, el cumpleaños de Will era en unas semanas y todavía no sabía adónde lo iba a llevar a cenar.

–¿Tendré que hacer alguna reservación? –Musité para mí mismo, lo suficientemente bajo para que él no escuchara.

–¿Qué decías? –Habló Will saliendo del despacho dirigiéndose hacia mí mientras se limpiaba las manos en un trapo.

–¿Eh? No, nada panquecito. –Respondí y apoyé mi codo sobre la mesa y subí mi brazo para sostener mi cabeza. Pude escuchar cómo él iba a decir algo pero se interrumpió a sí mismo y dudo en hablar.

–Eh, E-Está todo listo Jake, ya podemos irnos. –Tomé todo lo que quedaba de mi bebida y tiré el vaso desechable a la basura, tomé mi chaqueta de cuero negra y me la iba a poner, pero pude ver que Will no tenía nada más que una camiseta de manga larga debajo de su camisa del trabajo, así que se la tendí para que la usara.

–Gracias, Jake. –Dijo subiendo el cierre de ésta y estirando los brazos, le quedaba algo, bueno, demasiado grande. Solté unas pequeñas risas y él sonrió.

–¿Nos vamos? –Dijo manteniendo su sonrisa.

–Okay, pastelito. –Dije tomando las llaves del auto, él se giró y me dijo.

–Creí que era panquecito. –Solté una sonrisa y hablé.

–Me alegra que lo recuerdes, panquesito. –Él sonrió como niño y salimos cerrando la cortinilla del negocio para dirigirnos a casa.

Tony.

Abrí los ojos y me di cuenta que estaba en mi habitación, tenía un leve dolor de cabeza, gire mi cabeza buscando a Steve, no estaba. Estire mi mano lo más que pude para intentar tomar mi celular, cuando lo tuve mire la hora, ya era de noche. «Me pregunto a qué hora se habrá ido Steve.» pensé para mi mismo; mi estómago rugía, traté de levantarme pero me di cuenta que no podía, había recordado lo del accidente «Creo que tendré que pedirle a JARVIS que encargue comida»