Epílogo.

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Narrador. (Wow, mi primer lugar en la historia :D, me siento tan... Mmjem. Lo siento. Sigamos. :v)

Pasaron alrededor de cuatro meses después de todos los desastres ocurridos aquel horrible día para los cuatro chicos. Eran épocas de primavera, una época feliz para varias personas.

Gracias a las cualidades especiales de Steve, logró llegar al hospital a tiempo y salvar a Will antes de morir desangrado.

Los guardias y personas que trabajaban para Sharon, una vez muerta ella, fueron arrestados y llevados a prisión, donde probablemente se discutirían sus tiempos de salida.

Una de las cosas más importantes fue que al fin después de unos meses del incidente, Steve y Tony hicieron pública su relación, aunque por el momento sólo con amigos y los trabajadores. Aún la gente no lo sabía y no se lo habían dicho a los medios, aunque eso no impedía que caminaran felizmente por las calles tomados de la mano o se besaran sin ver si alguien los veía. Ellos eran demasiado felices últimamente que no había problemas.

Eso no fue todo lo bueno que pasó, ya que sus dos favoritos amigos se llevaron una gran sorpresa debido a Tony.

Flashback.

Jake se encontraba ayudando a Will mientras él trabajaba, eran alrededor las dos de la tarde. Todo estaba muy tranquilo. Llevaban un rato platicando en la mesa con Steve y Tony en el lugar ya que no había nada de gente.

El señor Hudson y Sofía, no tardaron en aparecer por la puerta de entrada. Los cuatro chicos miraron hacia a ellos. El señor Hudson saludó y tomó una silla de las sueltas para sentarse con ellos. Sofía entró a la cocina, posiblemente a prepararse una bebida ya que no tenía puesto el uniforme.

–Will, Qué gusto encontrarte aquí. –Acto seguido el amable señor le estrechó la mano.

Will estaba nervioso, algo pasaba pero aún así actuaba relajado.

–Igualmente, Señor Hudson. Trabajando como siempre.

El Señor Hudson soltó una pequeña risa y después miró al suelo, tenía algo para decirle a Will y no sería muy agradable.

–Sí... Will, he venido a decirte que venderé este lugar.

Los cuatro chicos se exaltaron en sus lugares y se escuchó al unísono un "Qué.", estaban impactados y ni hablar de Will.

–¡¿Por qué?! –Exclamó Will.

–Lo que pasa es que me mudo de esta ciudad, posiblemente por siempre. Y cuidar el lugar desde otra ciudad o hacer inventarios de ventas y todo eso sería muy difícil. Además de que Sofía quiere entrar a la universidad.

–¿Sofia? –Preguntaba el pequeño rubio.

–Oh, sí. Nunca te lo dije, Sofía es mi hija. –El rubio ojiverde sonrió al saber aquello.

–Wow, ¿En serio?, Ella nunca habló de eso. –Decía señalándola con la barbilla una vez que salió ésta con una bebida en la mano y se puso de pie al lado de su padre. Will jamás imaginaba que fuera su padre. Ella tomó una silla y se sentó al lado de Will, acto seguido de darle un golpecito en el brazo y sonreirle.

–Es por eso que debemos vender el lugar, hijo.

–No se preocupe, Señor Hudson. Podré conseguir otro empleo. Lo comprendo.

El Señor Hudson se puso de pie y le revolvió los cabellos a Will.

–Siempre me gustó esa actividad positiva tuya, hijo. Mantenla siempre. –Will rió.

No Es Como En Las Peliculas (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora