No Es Como En Las Peliculas (Stony)

Cap. 29

Tony.

Estaba en el lugar que según indicaba la dirección, bajé hasta el piso y me puse a analizar el terreno. No había nada, exactamente nada, más que una pequeña cabaña vieja.

–Fury, no hay nada, sólo una cabaña vieja.

–Necesito que entres ahí y cheques todo y cualquier cosa sospechosa la analices.

–Entendido.

Comencé a caminar con el traje lentamente hacia la cabaña, los pies de éste dejaban marcas en el suelo, había nevado, ¡vaya que había nevado! Toqué la puerta de madera que había ahí afuera, podría ser que alguien estará ahí y hacerle una entrevista.

Luego de tocar y de saber que no había nadie, entré, todo estaba obscuro, habilite la visión nocturna del traje y miré si había algún interruptor o alguien por ahí.

No había nada con qué hacer luz, así que me puse a analizar el lugar, sólo tenía un piso y estaba pequeño, no sería tan difícil si esto era el lugar correcto en el que buscar.

Debajo de los sofás, nada, en la pequeña mesa, nada, detrás de cuadros y cortinas, nada, alguna parte del suelo, techo o pared sospechosa, tampoco, en las repisas, nada, en los libros nada. Creía que ya no había nada, hasta que en el último libro que me quedaba por abrir cayó un pedazo de papel doblado al piso, lo tome y pude ver que era una especie de mapa demasiado confuso.
«Quizá ahí está el pez gordo» pensé luego de analizar y buscarle algún sentido al mapa pero no entendí nada, y salí.

Estaba apunto de hablar con Fury ya alejándome un poco de la cabaña para notificarle aquello, cuando vi a un hombre caminando hacía a ella, de inmediato me escondí detrás de un gran árbol y lo mire desde ahí, el hombre parecía sospechoso, miraba hacia diferentes lugares para asegurarse de que no lo vieran, llevaba algo de leña en sus brazos, quizás ahí vivía y trabajaba para los tipos aquellos.

Antes de que él entrara a la cabaña, lentamente me acerqué hacia él por detrás y cuando abrió la puerta para entrar ya estaba justo detrás de él.

–¿Necesitas ayuda con esos troncos? –Pregunté sorprendiendolo; él de inmediato reaccionó levantando su chaqueta sacando un arma y sostuve firme su brazo, y lo apunté con la arma hacia arriba. –Con que queriendote pasar de listo. –Hice una pausa. –Voy a ser breve, me vas a explicar lo que es esta cosa. –Dije sacando el mapa. –Y me vas a decir para qué gente trabajas. –Él sólo trataba de que lo soltara y se forcejeaba, tomé su arma y la partí en dos para después tirarla al piso, lo sostuve manteniendo sus dos manos bajo una mía, y con la otra extendí el mapa sobre la mesa y encendí la chimenea con un disparo de un propulsor. Ya había luz debido al fuego de ésta, me quité el casco del traje dejando ver mi cabeza para ver mejor, con la otra mano sostenía su cabeza obligándolo a ver al mapa. –¡Dime qué es esto! –Exigí.

–No, no puedo hacerlo, me matan si habló. –Dijo aquel hombre un poco mayor de edad.

–Si no me dices, yo seré quien te mate. –Advertí.

–No, por favor. –Suplicaba el hombre. –Tengo 3 niñas.

–¡Entonces dime! –Dije acercando más su vista al mapa sobre la mesa. –Si cooperas lo mínimo que te puede pasar es ir a la cárcel.

–E-Esta bien, te lo diré todo, pero prometeme que de inmediato me mandaras allá a la cárcel, esos tipos son peores que el demonio, yo sólo acepté el trabajo porque necesitaba dinero para mis niñas, intente "renunciar" pero no me dejaron, me amenazaron con matarlas a ellas.

–¿Dónde están ellas ahora? –Pregunté.

–M-muertas. –Dijo con pena en la voz, él parecía decir la verdad. –Junté algo de dinero para los boletos de avión y las envié a las 3 con su madre, en España.