Cap. 17

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Tony.

Steve me había dicho que me iba a ayudar a cocinar, ya que yo no sabía hacerlo.

Me dijo que me parará en frente de la estufa y lo hice, hace mucho que no la usaba yo, siempre era alguien más o encargaba comida.

Después él puso todo lo necesario al lado de ésta. Luego, se paró detrás de mí y me dijo.

–Ahora enciendela. –Al momento de mover mi mano para encenderla, me di cuenta que estaba temblando, así que para que él no lo notara, la llevé lo más rápido a la manecilla para encenderla. Sentí un poco del calor de la pequeña llama frente a mí y puse el sartén encima de la pequeña reja metálica que había sobre el fuego.

–Okay, ahora vierte un poco de aceité. –No sabía si eran ilusiones que mi cabeza creaba o Steve estaba muy cerca de mí que me ponía nervioso.

Vertí un poco de aceite y Steve me dijo

–Bien, aquí viene lo divertido. –Me volvió a decir, cada vez que él me hablaba sentía un pequeño escalofrío recorrer todo mi cuerpo, desde la cabeza, pasando por la espalda, hasta llegar a los pies. –Tienes que vertir el huevo en el sartén con cuidado, sin que te salpique de aceité.
«Bien, es facil» pensé, «No es como que sea lava, es sólo aceité» dije y le di pequeños golpes al cascaron logrando abrirlo y vertirlo, hice exactamente lo mismo con 2 huevos más, y por suerte no me había quemado con el aceité.

–Bueno, ahora agregarles un poco de sal.

–Okay. –Lo comencé a hacer, hasta que escuche un «Listo» detrás de mí.

–Muy bien cocinero Stark, ahora sólo tienes que batirlo y esperar a que se haga.

–Sí, aquí es donde no sé cómo hacerlo. –Dije recordando la ultima vez que había tratado de hacer eso, digamos que no resultó nada bien y estuve lleno de clara y yema de huevo hasta en los peores lugares.

Sentí como Steve se volvía a acercar detrás de mí, esta vez más cerca que la vez anterior, podía sentir su cuerpo estar detrás del mío chocando entre sí, sus manos a los lados acorralándome, y su respiración por mi cuello. Por la espalda, ponía su mano sobre la mía que estaba sosteniendo la cuchara para batir. Un escalofrío más intenso recorrió mi cuerpo entero, y mis piernas comenzaban a temblar. De pronto, Steve condujo mi mano al mango del sartén y la puso igualmente debajo de la mía, apretando un poco con fuerza mi mano en señal de que agarrara el sartén con fuerza. Steve se acercó incluso más a mí, estrechando nuestros cuerpos aún más, y dirigió su cabeza para detenerla sobre mi hombro, para poder tener vista de lo que estaba haciendo. Sentía el calor de la flama de la estufa en mi cintura, al igual que de por detrás al estar pegado a Steve. Sentí cómo Steve estaba empezando a controlar mis manos, la izquierda sosteniéndola con fuerza y estabilidad, mientras la derecha, la movía rápidamente haciendo que el alimento se resolviera sobre el sartén.

Una vez acabado de hacer eso, Steve seguía detrás de mí, soltó mis manos y dirigió una de sus manos abajo girando la manecilla para apagar la pequeña flama. Cuando lo hizo, su mano rozó con mi pierna que estaba cerca y solté un gemido pequeño, apenas audible, repentinamente. No fueron más de 5 minutos en lo que hicimos todo eso, pero fueron los 5 minutos más largos que pude tener por el nerviosismo que me rodeaba en ese momento.

Ahora sólo deseaba que él no hubiera escuchado el pequeño gemido. Y que pensara que me había quemado o algo así.

Gracias a que estaba pensando en vez de ver en dónde ponía mi mano, termine quemandome, esta vez de verdad.

Solté y quejido y me giré de inmediato apartando mi mano instantáneamente de la estufa y sin querer recargarla en el pecho de Steve que aun seguía detrás de mí. Nuestras miradas se encontraron la una con la otra, después quite mi mano de su pecho y pude ver como se río de mí por el accidente que tuve con la estufa.

–¿Y tú de qué te ríes? –Dije mientras sacudia la mano que me había quemado.

–De que eres un muy buen chef. –De inmediato mi cara cambio de expresion y sentí como me sonrojaba, mire hacia el piso por que verlo a él no estaba ayudando a que mi cara dejara de arder por el calor.

–Gracias. –Dije mientras levantaba un poco la cara y lo miraba a los celestes ojos que tenía.

–No hay de qué. –Dijo calmado y relajado.

Después de eso nos dirigimos a la mesa, y saqué un jugo de naranja del refrigerador. Serví un poco de éste en unos vasos y nos sentamos a comer lo recién hecho, había quedado muy bueno gracias a Steve. Él los probó y dijo.

–Mmm... te dije que eras un buen cocinero.

Yo sólo reí ante su comentario y dije.

–Si tú hiciste todo el trabajo. –Él le tomó un sorbo a su jugo de naranja y respondió.

–Practicamente yo sólo te dije que hacer, y te ayudé, pero tú hiciste todo. –Dijo elogiandome.
Yo sólo volví a sonreír.

Después de comer lo que habíamos cocinado, Steve insistió a ayudar a limpiar todo, le tuve que decir que sí al final. Una vez terminado de hacer la limpieza en la cocina, suspiró y me dijo.

–Bien, al parecer ya está todo hecho. –Hizo una pequeña pausa y prosiguió. –Muchas gracias, Tony, no tengo con que agradecerte, más que repitiendo "gracias" una y otra vez. Me tengo que ir. –Dijo tomando su traje que se había quitado anoche del sofá. Internamente me mordí el labio inferior al verlo tomarlo para irse. «Quédate» pensé repetidas veces, supuse que lo decía porque no me gustaba estar sólo en la torre.

Mientras pensaba eso, caminó hacia el ascensor del frente y entró.

–Nos vemos luego, Tony. –Dijo haciendo una señal de despedida militar. Solté una sonrisa repentina cuando lo vi, que hizo que él también devolviera la sonrisa mientras se cerraban las puertas del ascensor.

Casi ya cerradas las puertas, pude ver como interpuso su mano y un pie entre las puertas del ascensor, sentía que mis ojos brillaban, y mi pecho daba respiraciones fuertes y agitadas. Las puestas se volvieron a abrir y dijo.

–Oh, Por cierto.

–¿Sí? –Dije animado.

–Luego te devuelvo la ropa que me prestaste.

–Oh, Hmmm... Sí, no te preocupes. –Dije un poco decepcionado. –No es que vaya mucho al gimnasio. –Continué.

Steve sonrió, y después las puertas se volvieron a cerrar, esta vez, completamente.

Me quedé parado ahí en el mismo lugar que estaba, con una pequeña pizca de esperanza de que se volvieran a abrir, pero no fue así.

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"I shot for the sky, I'm stuck on the ground, so why do I try?
I know I'm gonna fall down." -Down. De Jason Walker. :'v

Awww... Que dulce el Steve al ayudar a Tony. Tony se quedó solito por zorra >:U Okay no Jajaja :v

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No Es Como En Las Peliculas (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora