Cap. 11

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Steve.

Aún no había amanecido cuando me levanté, me sentía mucho mejor de lo que me sentía ayer, más relajado, limpio y estable, me puse mi ropa deportiva para salir a hacer mis ejercicios y me fui al parque como todos los días.

La mañana estaba muy fresca, estábamos en otoño, igual no me importaba mucho ya que no iba a sentir frío cuando corriera, se podía ver el sol saliendo por algunas calles apenas, aunque los grandes edificios de Nueva York no lo dejaban iluminar mucho.

Pasó alrededor de una hora y media después de hacer mis ejercicios estaba algo agotado, no había desayunado nada, ya había algo más de sol del que había antes, me dirigí hacia un lugar donde vendían licuados y bebidas para tomar algo.

Entré al mismo lugar llamado “Morning Coffee” era mi favorito, siempre iba ahí cuando olvidaba desayunar, además era un lugar acogedor y siempre tenía un olor muy leve a pastel que me encantaba. Al fin dentro pude ver al chico que atendía despidiéndose muy cariñosamente de un chico, pensé que lo hacía porque eran hermanos o primos, hasta que finalizó con un tierno y muy corto roce de labios antes de despedirse y que él chico con un café saliera del lugar alegremente.

Yo en cambio, sólo observe con una sonrisa de tonto que no me la quitaba nadie, fue hasta que el chico me preguntó.

–Bienvenido, señor, ¿Qué le gustaría pedir?. –Yo sólo sentía un sonrojo muy caliente sobre mí cara al ver cómo había reaccionado a ellos.

–Mhm, Me. –Aclaré mi garganta tosiendo y trate de hablar. –Me gustaría una malteada de fresa para llevar, por favor.

–En un momento, señor. –Me dijo el chico rubio de gorra con una sonrisa. Yo sólo asentí con la cabeza con una pequeña sonrisa.

Como no había nadie más esperando a ser atendido, me atreví a preguntar.

–¿Es familiar tuyo?. –No sabía por qué había hecho esa pregunta, es su vida personal, no debería meterme en ella. Él tardó unos segundos en contestarme, parece que no entendió a quién me refería con lo de “¿Es familiar tuyo?”, hasta que sonrió y me respondió.

–¿El chico que acaba de salir hace unos minutos?. –Me dijo sonriendo mientras él preparaba la malteada.

–Hmmm… Sí, él.

El chico sólo dejo soltar una carcajada que de inmediato calló con sus manos al oír lo fuerte que se escuchó.

–Ay. –Calló la carcajada. –Perdón señor. –Tomó aire y se calmó. –No, señor, él es mi pareja. –Dijo con una sonrisa y los ojos brillando.

–Oh, ya veo, perdón por el entrometimiento. –Dije con una sonrisa.

–No se preocupe, señor, yo hubiera preguntado lo mismo si vería dos personas así… Aquí está su malteada para llevar. –Me dijo entregándome un vaso de unicel con la malteada dentro.

–Oh, gracias… ¿Will? –Le dije mirando el nombre que decía el pecho de su uniforme, mientras le pagaba.

–Un placer, Uhm, ¿Cuál es su nombre?. –Me dijo el joven entregándome el cambio.

–Steve, Un gusto en conocerte Will.

–Igual, Steve. –Me dijo despidiéndose.

Nota de autor: Antes de que sigan leyendo sólo les quiero decir: Tranquilos/las, Will será sólo su amigo. Ahora-bajen-las-sillas, no tienen por que ponerse viol... *Le avientan la silla*

Tony.

Luego de un día construyendo y reparando trajes, como siempre, mire al reloj y me di cuenta de que ya era tarde para el funeral a las 7:00 p.m.

–¿Qué?, ¡Mierda! Se me hará tarde para llegar.

Salí corriendo de mi taller y me metí a darme una ducha lo más rápido que pude, salí, y me cambié de inmediato a uno de mis trajes color negro, me pase unas manos sobre el cabello, me eche loción y me dispuse a salir con las llaves de uno de mis autos.

–Mis lentes. –Me dije a mi mismo recordandomelo. Volví a entrar a mi habitación los tome con una mano y azote la puerta. Salí de la torre y busque mi auto, una vez encontrado abrí la puerta y entre en él, nada más entrar lo encendí y pise el acelerador para dirigirme lo mas rápido que fuera posible hacia el cementerio donde seria el funeral. Iba como loco tratando de esquivar carros y llegar a tiempo a los semáforos mientras estaban en verde. No podía faltar a un funeral, mucho menos cuando era obvio que me habían invitado.

Una vez llegue a la iglesia, rápidamente estacione mi auto y oí un ruido seco por frente, mire de reojo hacia adelante pero no vi nada y decidí no prestarle más atención, salí del carro rodeándolo por detrás lo mas rápido posible, mientras me arreglaba el saco y me enderezaba el moño de éste. Entré al lugar, no era mucho de acudir a funerales desde que había perdido a mis padres, me recordaban malos tiempos, pero aun así, no dejaría que un trauma me impidiera hacer cosas, sean cuales sean. Estaba rogando por que no hubiera comenzado el funeral todavía, lo pedía con todas mis ganas, ya que seria demasiado vergonzoso llegar tarde a un funeral, o a la mitad de éste y que todos voltearan a verme.

Por suerte, como todos estaban mirando hacia al frente, yo sólo tuve que sentarme en una de las bancas que estaban muy atrás para no llamar la atención, y vaya que eso resultó mejor de lo esperado.

Steve estaba sentado en una de las bancas del frente mirando hacia sus zapatos, se le veía algo triste, me sentía mal por él, sobre todo por cómo lo trate ayer.
«Tranquilo Stark, hoy lo invitadas a salir para arreglar las cosas... Espera, ¿Salir?, eso suena como una cita.»

Solté una leve sonrisa por lo que me estaba diciendo a mi mismo en la mente y decidí concentrarme en el funeral, debía tener algo de respeto a la difunta.

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Por si acaso no lo sabían, cuando pongo estas cosas  "« »" es lo que ellos están pensando, aparte de la narración. Es como cuando los personajes hablan consigo mismo o se repiten algo en la mente, algo así, sólo por si las dudas ;v

Es irónico que mientras escribo esto del funeral estoy escuchando Alive de Sia jajaja :v

Ahuevo triunfó el mal \:v/
Okay no xD

Dejame una estrellita y comentario, no lo olvides, beibi :v

No Es Como En Las Peliculas (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora