Capítulo 22 - Los mapaches cabreados

214 21 11
                                    



Robert llevaba muerto ya casi cien años, era uno de los más antiguos del grupo de los modernos y repetía a menudo que no se arrepentía de haber vendido su alma, que sentir la música era lo único que había merecido la pena de vivir su difícil existencia y la penitencia de pasar la eternidad en el Infierno. Era un hombre melancólico, aunque con un fuerte carácter, lo que le vino bien cuando los del maquillaje demoníaco vinieron a conocer a "la nueva mascota de Hilde".

–Venga, viejo, nosotros también tenemos derecho a conocer a la protegida de la santa –se quejó uno de ellos.

–¿No eres demasiado retaco? –me preguntó otro.

–Puede que diera un concierto brutal, en plan niña precoz –sugirió el primero.

–Sí, en plan girando la cabeza y echando pota verde –se carcajeó un tercero.

Yo miraba a los dementes desde una prudente distancia, intentando averiguar si Hilde los temía con razón o si era simple manía porque fueran ruidoso y maleducados.

–No he vendido mi alma –intervine para que dejaran en paz a Robert–. Me sacrificaron para invocar al Duque.

ERROR.

Tremendo error.

Error garrafal.

O, como me enseñó a decir Hilde, craso error.

Un consejo, nunca digáis a un grupo de autoproclamados satánicos que sois el sacrificio de un ritual para invocar a un demonio.

Robert no tuvo mucho que hacer contra la jauría de mapaches frenéticos que se me llevó a su zona, que estaba decorada con mucha parafernalia de calaveras y demás partes de cadáveres, murciélagos y otros bichos de mala fama, y cortinas más negras que el no-fondo del Pozo Sin Fondo. Estaban tan enérgicos que hasta temí que me volvieran a convertir en un plato de boloñesa.

Pero me sentaron en un trono oscuro con pinchos, serpientes y zonas pringadas de sangre y me pidieron, de forma escalofriantemente entusiasta, aunque relativamente educada, que les describiera con pelos y señales, pero sobre todo tripas y gritos, cómo era ser sacrificada. Querían escribir una canción.

______________________________

______________________________

EDIT: Ahora podéis conseguir en Libreteka un PDF con los 100 capítulos aquí publicados (pero revisados para quitar fallos y meter información) + 2 epílogos inéditos (y que seguirán inéditos aquí) http://libreteka.es/es/inicio/35-caprice.html  

CapriceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora