Capítulo 88 - Lo que cada uno es

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 –Hemos encontrado el cadáver –pasó a informarme Eloy.

–¡Felicidades! –exclamé, para hacerme la extrañada a continuación–. ¿Qué cadáver?

–El del mismo que te vio anoche.

–Vaya, qué lío. ¿Alguien que conociera yo?

Eloy endureció la mirada y volvió a echarse hacia adelante plantando las manos en la mesa, amenazante.

–¿Te has olvidado de a lo que me dedico, Caprice? Yo siempre encuentro a los asesinos –aseguró mirándome fijamente a los ojos,. Me apuesto lo que sea a que exageraba, porque no me creo yo un Inspector de Homicidios que tenga un porcentaje de éxito del cien por cien.

–¿Te has olvidado de por qué estoy aquí, Eloy? –contesté con inmutable serenidad.

Y ahí se lo dejé, que lo interpretara como quisiera: que yo estaba en el psiquiátrico por asesinar sectarios, o por ser alguien no exactamente humana con muchas cosas difíciles de explicar. Por la cara que puso, Eloy lo interpretó como que estaba allí por cometer asesinatos de los que todo el mundo estaba más o menos seguro de que yo los había cometido, pero que nadie era capaz de explicar de una forma verosímil.

–¿Me das tu dirección? –pregunté de repente, pillándolo totalmente desprevenido–. Para escribirte cartas –le expliqué jovial–. Así se me harán más llevaderos los meses que tardes en volver. No tienes por qué darme la dirección de tu casa –añadí al verlo dudar–, seguro que hay sitios a los que puedo...

La puerta de la sala de interrogatorios se abrió de repente y entró una mujer hecha un fiera.

–¡Inspector, le está tomando el pelo! –advirtió para sacar a Eloy del aturdimiento.

–No, Ana, va en serio lo de escribirle cartas. De mi puño y letra –aseguré dedicándole una amplia sonrisa, a la que respondió poniendo mala cara, como si yo fuera un bicho venenoso.

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Capri sigue con el trolleo y Ana decide que aquello no le mola nada. Normalmente, a estas alturas, Eloy ya habría puesto en su sitio al criminal de turno. Pero esta loca lo está mareando, ¡y lo peor es que él se deja! Ana no entiende a qué viene la debilidad frente a aquella mucha e__e

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