Cuando mi depresión llegó a tal punto que dejé de rogarles que me permitieran arreglar la situación con Eloy, los loqueros consideraron que ya se podían fiar de que no volviera a liarla y me soltaron de nuevo en el salón comunitario. Allí estaban las mismas caras de siempre y alguna nueva, pero enseguida me di cuenta de que, junto a los ventanales, estaba la única persona que me interesaba.
Me fui a sentar frente al tipo alto que daba miedo y, con un susurro, pero a bocajarro, le pregunté cómo había matado a las decenas de personas que decía haber matado.
–De muchas formas –me respondió cuando se repuso de la sorpresa–. ¿Por qué te interesa? –añadió con una mueca grimosa.
–¿Hay algo por aquí que puedas usar para matar? –insistí, dejándolo a cuadros.
–Oh... sí, claro, hay muchas cosas –aseguró como si quisiera impresionarme–. Pero también necesitaría tiempo para la mayoría, y eso, aquí, con esos tipos fuertes ahí plantados, es lo que no tengo.
–Para que fuera rápido, ¿qué necesitarías? –me interesé, dispuesta a buscárselo.
–Los cuchillos son mis preferidos –me confesó excitado.
Yo miré a mi alrededor, aunque sabía que allí no había nada parecido. Lo que sí que vi fue que los cuidadores se estaban poniendo nerviosos con nuestra charla.
–Si te consiguiera algo afilado... ¿lo harías? –propuse expectante.
–¿Qué, cargarme a alguien? –cuestionó él, suspicaz.
–Sí –respondí sin dudar.
–Niña, ¿sabes lo que me estás pidiendo? –preguntó con tonillo ansioso.
–¿Qué problema hay? A ti te gusta y yo lo necesito.
–Ya veo que no estás aquí por no tener las ideas claras. ¿Pero qué me darías a cambio? –quiso saber y se relamió.
–¿La posibilidad de ver sangre correr? –sugerí. ¿Qué demonios podría darle si no?
–No sé, no sé, depende de quién quieras... puede ser difícil.
–No, te resultará muy fácil. El objetivo lo tienes delante.
El tipo clavó los ojos en mí, estupefacto.
–Quiero volver al Infierno con mis amigos. Envíame allí, por favor –pedí con toda la educación que me había enseñado Hilde.
________________________________________________________
________________________________________________________
Yo había pensado en poner alguna canción sobre malas compañías o sobre lo malo que es ese tío, pero se me cruzó el cable y, ea, lo que pide Caprice: one way ticket to Hell (and back).
___________________________________
EDIT: Ahora podéis conseguir en Libreteka un PDF con los 100 capítulos aquí publicados (pero revisados para quitar fallos y meter información) + 2 epílogos inéditos (y que seguirán inéditos aquí) http://libreteka.es/es/inicio/35-caprice.html
ESTÁS LEYENDO
Caprice
FantasíaCaprice nos cuenta con mucho carisma la historia de su vida. Fantasía, humor negro y mucha gente chalada (cambiaré de universo, pero mi estilo se mantiene). En cierto modo también es un historia de terror. En cierto modo. No cuento más p...