Antes de todo no me mateis por negaros el capi diario que venia escribiendo :( Aun asi os quiero eh!!! Tube una crisis y bueno.. Mis lectores.. Aqui os traigo el capitulo que llevais deseando todo el tiempo!!! ;) Y mas largo.. Amadme y hacer spam.. >_< Pero no spoil <3<3<3
Abrí la boca, intentando gritar pero la voz no salió de mi boca. Como siempre, me había despertado entre pesadillas. Tenía la frente perlada de sudor y el corazón parecia decidido a salirse de mi pecho.
Otra vez. Soñé que corría por el bosque, semidesnuda y que aquel tipo me perseguía. Contarle a Samuel lo sucedido, de forma incompleta, habia conseguido atormentarme mas. No le dije lo del hombre.. Ni que a dia de hoy se si vive o está muerto. Ni lo de Zack, aquel chico de intercambio de Canadá.
Se lo prometí. A aquel canadiense llamado Zack, que me había ayudado. Jamas contarìa toda la historia completa. Era humillante para mí, como para todos los de la clase. Nadie tendría que ser capaz de ejecutar una broma tan cruel.
Sonó la alarma y la llamada, y como cada mañana Emilio dijo lo mismo. Aveces tenía la sensación de que aquello era una mera grabación que todos los día su secretaria ponía para simular su amor por mi.
Colgó, y esperé varios segundos antes de levantarme. Mis ganas de ir al instituto hoy.. eran menores a las permitidas. Pero no iba a faltar.. ¿o si? No, no. Tengo que ir.
Anduve vacilante hacia el armario, arrastrando los pies por la moqueta. Abrí el mueble y ví el uniforme colgado impecablemente, tal y como lo habia dejado anoche. Miré la camisa y tenía una mancha de sangre seca, en el puño.
Instintivamente miré mis muñecas, observando las vendas que Samuel me habia puesto en su casa. Justo entonces el timbre sonó, provocándome un leve malestar en la cabeza. Necesitaba seguir durmiendo. Aunque solo fuera un rato mas.
Fuí a abrir la puerta y ante mis ojos estaban mis amados, nótese la ironia, proyectos de hombre. Samuel y Dereck. Genial. Comenzamos la mañana bien, genial, espectacular.. perfectamente mal.
-¿Podemos pasar?- preguntó Dereck, esbozando una sonrisa de lado.
-No.-Respondí, cerrando un poco mas la puerta.-Podéis iros a tomar por culo.
-Alex.. Yo vine a cambiarte las vendas. Asique no te quejes y dejame pasar de una jodida vez.
Alzó las vendas ante mis ojos, mirándome seriamente. Sin duda el papel de príncipe salvador se lo sabia a la perfección. Si aquello me agradara, como a las demas, tal vez aquel individuo no me desagradara tanto.
-¿Vendas?- repitió Dereck.-¿Que vendas? ¿Estás bien, Alexandra?
Asentí, apartándome para que Samuel pasara. Vale, una cosa era que no me gustara que la gente se preocupara por mi, y otra que fuera tan idiota como para dejar que se me infectara una herida. Almenos mi odio a la humanidad no alcanzaba aquellos extremos.
-Nos vemos en clase, Dereck.
Cerré la puerta, con dificultad. Me sentía algo mareada y cansada. Normal. Los fines de semana eran mi remanso de paz. Si me quitan eso.. acabo.. ¿cómo? ¿En mi casa, un lunes por la mañana, con el nieto de mi vecina curándome una herida?
-¿Dónde lo hacemos?-preguntó Sam, mirándome fijamente.- ¿Estás bien?
-¿Eh? Si.
-Cambiarte las vendas y limpiarte la herida. ¿Segura que estás bien?
Asentí, y fuí a la cocina a sentarme en un taburete junto a la isla. Estaba tan cansada, que esta mañana no habia recordado poner la música. Me senté, agradeciendo el apoyo para dejar de temblar.
Samuel se sentó a mi lado, depositando todo lo que llevaba en las manos. Ni dejaba de mirarme fijamente. Aquel tipo.. era desagradable.Comenzaba a arrepentirme de dejarle entrar en mi casa.
-..molestado, mientras dormias?
-¿Eh?
No conseguía centrarme en lo que decía. Y parecía haberse percatado. Dejó las vendas usadas sobre la mesa y posó su mano en mi frente. A lo descarado, ¡como si tubieramos esa confianza!
-¿Que coño haces?-le espeté apartándo su mano de mi cara.- ¿Quién te crees?
-Tienes fiebre.-Añadió, prosiguiendo con su tarea.- Hoy no irás a clase.
-¿Quién eres tú para decir eso?
ESTÁS LEYENDO
Quiero un beso bajo la lluvia
SonstigesQuiero un beso bajo la lluvia es la vida de Alexandra Grahams, una chica de pelo rubio ondulado, a la cual rodea un aura de soledad. Su apellido le ha ocasionado un cierto numero de motes hirientes a los que ella ha respondido con la indiferencia, d...