(Especial 100 partes) Capitulo 78

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Os  recuerdo lo del grupo de WhatsApp y que voteis~ Ya son 100 partes.. >< Bueno.. y me alegra que vosotros me acompañeis.. Gracias por estas 100 partes conmigo (? Vale que me emociono ><

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Aquella canción la reconocía aunque no podría decir exactamente de que, pero su letra parecía estar escrita en mi mente y mi imaginación leia aquellas palabras. No era mi género predilecto, pero... seguía sonándome de algo. Tampoco conocía su nombre. Genial.

Bueno... no podía quejarme, a fin de cuentas no era una bazofia como solía ser la mayoría de canciones que poseía aquel aparato infernal. Con un poco de suerte Emilio llamaría de un momento a otro para sacarme de aquì y no tener que volver a esa habitacion con aquella mujer desordenada.

Volví a seleccionar aquella canción y dejé que invadiera mi mente, mientras cerraba los ojos e intentaba dormir en aquel sofá.

" What would I do 

Without your smart mouth drawing me in

And you kicking me out

I got my head spinning

No kidding, I can't pin you down

What's going on in that beautiful mind

I'm on your magical mystery ride

And I'm so dizzy, don't know what hit me

But I'll be alright".

Suspiré, en busca de una posición cómoda.. pero nada. Por mucho que me girase o moviese, seguía siendo incómodo. ¿Que clase de imbécil hace un sofá inútil?

Una vez ya cabreada y habiendo perdido las ganas de dormir, me levanté de aquel mueble carente de utilidad, además de gusto. Revisé el móvil pero Emilio seguía sin llamar.

La puerta se abrió dejando entrar una brisa fría que me puso la piel de gallina, y por ella entraron un conglomerado de gente ruidosa embutidas en gruesas chaquetas. No sabría decir cuantos de ellos habían pero en ese momento me sentìa como un ciervo bajo los faros de un coche. Quizás si no me movía... no me verían. O almenos esa era la teoría, ya que en la práctica me rodearon observándome fijamente y hablando palabras que quedaban ahogadas por la canción, la cual no tardó en finalizar para dejar que las palabras me abrumasen.

Aquellas personas hablaban tan rápido que sentí ganas de gritar. Pero simplemente decidí hacer lo más estúpido que he hecho en mi vida, almenos que recuerde. Darle a reproducir la siguiente canción en el móvil demoníaco.

"Eres mi niña"

Estaba a capella. ¿Quién descarga una canción a capella y encima con tan... poco talento para cantar? ¿Quién demonios descarga una canción semejante?

"Princesa de mi cuento

ay mami dame un beso que me lleve al universo. Te haré.."

-...el amor muy lento. Esto se hará...

No pronuncié ninguna palabra más. Inmediatamente me quité los cascos y lanzé el móvil contra el suelo. Los supuestos habitantes de aquella residencia callaron inmediatamente y una chica, me tendió un pañuelo. Fruncí el ceño antes de notar una gota cayéndome de la nariz. Nuevamente me encontraba llorando.

Suspiré, instalando una sonrisa falsa en mis labios. Lo menos que necesitaba en aquel confuso momento era un grupo de desconocidos simulando preocupación por una desconocida.

-Estoy bien.. solo.. necesito algo de reposo. E-El viaje..-murmuré con apenas voz.

Quizás la fuerza me habia abandonado, seguramente por aquella bazofia de canción.

-Te llevaré a tu habitación- dijo la chica que me había ofrecido el pañuelo, ayudándome a caminar hacia la puerta que más habia odiado en mi vida.

Y sí, se puede odiar una puerta.

-No sé que te ha pasado...-susurró la chica en mi oído- pero... espero que en algún momento nos puedas contar que te pasa...

No emití ningún sonido, por mucho que lo intentase. Finalmente me dejé arrastrar hacia la habitación de la chica desordenada, cuyo nombre tendría que preguntar nuevamente. Para mi sorpresa, la estancia estaba recogida y la chica ya no estaba.

-Por cierto soy Ana- decidió presentarse, mientras me ayudaba a sentarme en la cama.- Estoy estudiando para ser enfermera...

-Lo siento... ¿podrías dejar de hablar?

Aquello fué el último sonido que emitió mi boca antes de dormir. Ana me arropó sin mediar palabra y cerré los ojos intentando dormir... pero no lo conseguía. Cada poco tiempo abría los ojos sintiendo que me observaban. Era absurdo que lo pensara, ya que estaba sola en la habitación pero... me sentía así.

Claudia, la dueña del lugar no tardó en aparecer con lo que parecía una mezcla de desayuno y almuerzo. Conseguí entender un par de palabras.. sobretodo una llamada "desalmuerzo" que era la palabra creada para aquella comida. Tras ingerir un poco de aquella sopa y tostadadas, conseguí conciliar el sueño.

Tuve pesadillas, pero extrañas. Demasiado extrañas. Mas bien diría que relacionadas con un hombre alto de rostro borroso que me seguía y que incluso se colaba en mi anterior casa. Lo que mas me sorprendió es que.. ni pedí ayuda ni sentí miedo en ningún momento. Simplemente observaba su figura intentando saber quién era.

Quiero un beso bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora