-¿Quieres ir a dar un paseo?-preguntó Samuel tras acabar de lavar los platos.
Realmente me estaba quedando dormida y deberia de haber rechazado la invitación pero asentí atraída por mi espíritu aventurero que necesitaba volver a aquel sitio del bosque de la primera vez. Echaba de menos irme a cualquier sitio y perderme en él para que mis problemas no pudieran alcanzarme.
Asentí con una sonrisa sincera a la par que efímera.
-¿Donde están mis sudaderas?-pregunté levantandome en busca de ropa de abrigo.
-Mira en mi habitación creo que tengo la colada alli.-Respondió, buscando entre las cajas.-Ponte una mia, da igual no será mucho tiempo.
Debía ser por el cansancio, pero obedecí cogiendo una sudadera negra con la que me vestí alli mismo. Tardé varios segundos en estar lista pero infinitamente menos en darme cuenta donde estaba.
La habitación de Samuel.
En aquel lugar era donde habia despertado tras la noche del bosque. Alli era donde Samuel me habia abrazado por primera vez.. y al borde de esta cama le habia contado parte de hace dos años. Todo eso parecia tan lejano... como si de otra Alex se tratase. Una mucho mas borde. En ese entoces no tenia nada que me relacionase con Samuel. Ahora le debia muchisimo mas de lo que podia expresar.
-¿La has encontrado?-preguntó Samuel, asomandose por la puerta.
-Si...-susurré, metiendo las manos en los bolsillos.
Aquella sudadera olia a sol mezclado con el olor de Samuel, se me hizo agradable. Realmente debia de estar cansada para soltar aquel tipo de pensamientos cual docella enamorada de un caballero.
-Vamos, pues.
Asentí y en silencio nos infiltramos en la noche. La luna iluminaba nuestros pasos facilitandome el labor de seguirle entre los árboles y plantas. Noté varias veces como alguna planta me arañaba la cara pero aquello no importaba lo mas minimo.
Varias veces Samuel se giró para comprobar que le seguia.
Tras un buen rato andando y cuando ya mis puernas dijeron "no podemos más" llegamos al claro del riachuelo y los dos árboles donde habiamos estado semanas atrás. Sentí como si volviese en el tiempo y aproveché para correr hacia el mismo lugar en el cual estaba en aquella ocasión.
-¿Lo recuerdas?-gritó Samuel, mientras seguia mis pasos algo mas lento.
-¿Como no hacerlo?-dije tras dejarme caer a los pies del enorme árbol.- Este sitio es increíble.
Cerré los ojos dejándome oir cada uno de los sonidos nocturnos, los pájaros moviendose de árbol en árbol por nuestra presencia, la respiración de Samuel que ya habia llegado a mi lado, el agua fluir, algún que otro grillo cantarín, el viento golpeando mis oídos... Todos aquellos sonidos eran naturales, nada más los ahogaba.
-Siento que ha pasado muchisimo mas tiempo del que realmente ha sido...- murmuré, posando las manos en la hierva.- Siento... que he cambiado ligeramente...
Oí la risa de Samuel apagando todos los demás sonidos.
-Solo ligeramente... la Alex de aquel entoces me habria dado de patadas hasta que escupiese sangre- comentó con una sonrisa- la Alex de ahora tiene una extraña obsesión por mi paquete. No se como deberia tomármelo.
-El instinto...
-El asesino.-Bromeó, girandose hacia mi.- Porque de otro... no se yo..
Ambos nos echamos a reir apagando nuevamente el sonido a nuestro al rededor.
-En aquel entonces... te tenia mucho asco.- Comenté en voz muy baja.
-¿Solo en aquel entoces?-repitió sarcástico.- ¿Tú eres consciente de lo que me has hecho hoy?
-Te he apretado por los huevos. No solo una sino dos.-Respondí arrancando hierva para tirársela.- Pero te lo merecias.
-¿Que clase de disculpa es esta?-insistió mirándome.
-Ninguna.
-Muy bonito.
Ambos nos quedamos en silencio. No sabria responder a lo que observaba, quizás el brillo de la luna reflejado en sus ojos me llamaba la atención. Inconscientemente me humedecí los labios.
Para el carro. ¿En que demonios estás pensando, Alex?
Samuel bajó la vista a mis labios y casi sin darme cuenta, no supe decir quien era el que llevaba la iniciativa de aquello pero... debió ser por el cansancio, la emoción del momento... pero nos besamos.
Fue algo instantáneo, ya que cuando quise darme cuenta Samuel se habia apartado y puesto en pie para regresar.
No dije nada más y me limité a seguirle de regreso a su casa. Donde en la puerta parecia haber alguien que no alcanzé a distinguir. Pero solo con observar como Samuel se tensaba supe que no era una visita bienvenida.
Estaba algo estupefacta por el suceso que que acababa de acontecer. ¿Quién no lo estaria? Osea... acababa de besarme de nuevo. Llevaba todo el dia intententando cosas y yo parándole. ¿Por que no le paré esta vez? ¿Que es lo soy una gran imbécil?
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Quiero un beso bajo la lluvia
RandomQuiero un beso bajo la lluvia es la vida de Alexandra Grahams, una chica de pelo rubio ondulado, a la cual rodea un aura de soledad. Su apellido le ha ocasionado un cierto numero de motes hirientes a los que ella ha respondido con la indiferencia, d...