Sujeté la taza con fuerza absorbiendo su calor reconfortante frente a la artificialidad de la ciudad. El viento sacudia los mechones rubios y negros de mi cabeza. Acabé de un sorbo su contenido tras lo cual esbocé una triste sonrisa antes de cerrar las puertas del balcón y regresar a la cocina para lavar la taza. Oí como la puerta se abria y vi a Dereck entrar con bolsas de la compra mientras sonreia.
-¡Buenos dias!- saludó dejandolas en la encimera.- Que raro, tú a estas horas, despierta.
-Que te den.
Dejé la taza sobre la mesa y regresé a mi habitación cerrando la puerta de un golpe.
Imbécil. Sicópata. Idiota. Capullo. Hijo de... un alien del planeta Pegameunapatadaenloshuevosyserásfeliz. Diga lo que diga me tiene retenida aqui. Aunque se niege a admitirlo... esto es un puto secuestro. Pero, por mucho que quiera hacer no tengo nada con lo que librarme de esto. ¿Y si lo hago que me espera fuera? Una patada de regreso a casa, ser menor es una jodida puta mierda.
-¿Has desayunado?- irrumpió en mi habitación Dereck.
-¡Vete de aqui!-grité acercandome para echarlo.- ¿No me has oído? No me caes bien. Es más, me das asco. Vete.
Dereck esbozó una sonrisa e inmediatamente hizo algo que consiguió volverme a helar la sangre.
Me inmovilizó contra la puerta con aquella sonrisa de ayer en el portal. Estaba enfermo.
-Alex..
-Alexandra- le interrumpí.
-Señorita Grahams, ¿mejor?- dijo irónico con una sonrisa de lado.
-Mejor será que te apartes.
-¿O que?-insistió aumentando su sonrisa de enfermo.- Tú misma pediste a Emilio que te insonorizara todo para poder poner música alta, me lo dijo él.
Dereck estaba colocado de forma que me era imposible hacer cualquier cosa para liberarme. Maldito sicópata.
-Apartate. ¡Ya!-grité ladeando la cabeza. Tenerle de cerca me daba ganas de escupirle ena cara.
-Te ha crecido el pelo- susurró sujetandome ambas manos por encima de mi cabeza con una de las suyas.- Sinceramente recuerdo que te quedaba mejor el pelo rubio, no entiendo por que te hiciste ese absurdo cambio...
-Apartate. Y ya de paso recoje tu opinión que a nadie le interesa.
-A ti solía interesarte.-Comentó tirando de mi barbilla para hacer que le mirase.
-Tu lo has dicho. Solía. Ahora pareces un puto sicópata arrinconandome porque sabes que Emilio te ha dado su consentimiento.
-No me ha quedado otra opción. ¿Sabes lo que es perder a la persona que amas dos veces, ver como la maltratan y que se vaya con una persona que solo pretende aprovecharse de ella?
-¿No es lo que estás haciendo tú ahora mismo?- intenté hacerle razonar.
Mentiria si dijera que Dereck comenzaba a darme miedo del tipo.paralizante. La puerta estaba cerrada. No tendria a donde escapar.. solo cabia esperar.. que él no fuera de esos...
-No quiero que me olvides, joder.
- ¡Anda mira, se te ha caído otra opinión! La guardaré en las cosas que me importan una puta mierda. Y ahora sal de mi habitación.
Dereck golpeó la pared y salió de mi habitación para continuar por el pasillo seguido de abandonar el piso dando un portazo. Mis malas costumbres se le estaban pegando.
Corrí hacia el baño y me encerré en notando como las lágrimas me escocian en los ojos. Mis sollozos no tardaron en resonar en el baño mientras los recuerdos de aquella noche invadian mi cabeza.
Asi que... esto era lo que llamaban impotencia.. ¿eh?
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Quiero un beso bajo la lluvia
RandomQuiero un beso bajo la lluvia es la vida de Alexandra Grahams, una chica de pelo rubio ondulado, a la cual rodea un aura de soledad. Su apellido le ha ocasionado un cierto numero de motes hirientes a los que ella ha respondido con la indiferencia, d...