Capitulo 72

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Notaba su mirada a mi espalda, esperando pacientemente mi disculpa. Podía imaginar una estúpida mueca burlona en su cara. Con un poco de suerte le habria dejado un moratón, ese era mi único consuelo. Por otro lado estaba.. algo menos importante, casi nada... el pequeño detalle de no saber en donde cojones estoy. Preguntarle al energúmeno del tal Lu, no era una opción. La otra era seguir caminando y preguntarle a un desconocido, rezándole al Dios inexistente que para que me dijese la dirección correcta y no una al azar a causa del nerviosismo o una mente tan retorcida como la mia. Pero en esa opción fallaba un maldito detalle. No habia nadie por alli. Ni un alma.

Bufé y seguí caminando, oyendo sus pasos no muy lejanos a los mios. Me giré e intenté intimidarle, para que con suerte le cansara y se fuera en la dirección correcta. Aquel plan tenía muchas lagunas, pero estaba desesperada... bueno, no lo suficientemente para disculparme por haberle golpeado. Él se lo merecía.

-¿Por qué me miras con cara de anuncio de yogures con fibra?

-¿Qué?

-De esos que ayudan contra el extreñimiento.- Respodió encogiendose de brazos.- Tú eres el antes.

Este tio es gilipollas. Pero gilipollas a mas no poder. Le sacudiría de nuevo si le tuviese a mi alcance. Es demasiado tentador la idea de golpear cada parte de su cuerpo...

Inspira, expira, inspira.. Hay que ser agradable. Por mucho que el Dios Gilipollas le haya dado todos sus dondes a este ser, no tengo que bajar la guardia. He de llegar a la residencia y perderle de vista lo más pronto posible.

-Oye, Lu..

-Lucas para ti- me interrumpió, sujetando la moto con mayor firmeza.-Prosigue que parece interesante- sonrió de medio lado.

-Lo siento..-susurré, muy lejos de la realidad.

La supervivencia se basa en hacer todo lo posible para mantenerse con vida, pero yo tengo orgullo además que tenia muchísimos motivos para atizarle.

-¿Perdona que has dicho?

-Vete a la mierda-grité girándome para seguir andando.- Menudo imbécil.

-Venga no te enfades mi querida actriz.

-Tú, ¿quieres que te golpée de nuevo?- inquirí tras girarme para mirarlo.

-Eres mona pero tienes problemas de carácter.

Mostré a Lucas mi dedo índice, y tras media vuelta seguí andando teniendo de fondo sus carcajadas.

Aquel hombre me irritaba.

Quiero un beso bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora