Capítulo 82

924 61 0
                                    

-Eh... sí...- respondió en voz baja, cerrando la puerta tras él.- Vine a hacerte una visitilla de parte de... un amigo por así decirlo...

Fruncí el ceño observando a Samuel, de arriba a abajo. Algo no me convencía del todo. En mis sueños... la imagen que tenía de él... ¿cómo explicarlo? Era diferente... técnicamente no recordaba su cara, lo normal era que me sorprendiese.

-¿Un amigo?-repetí, incorporándome a la camilla.- ¿Quién?

-Más bien es mi novio...-esbozó una sonrisa tímida mientras se acercaba a la camilla-. Sois amigos de la infancia según me contó...

Suspiré intentando analizar lo que acababa de decir. ¿Realmente era aquel chico de ojos verdes, Samuel? La voz... no recordaba que fuera así.

-¿Estás seguro de que eres Samuel?

-Mi novio se llama.... Dereck.

-¿Queeeeeeeeeeeee?-grité, abriendo los ojos tanto que me dolieron.-¿Acabas de decir que Dereck es gay?

No pude evitarlo, me eché  a reir. Era demasiado gracioso... Dereck gay. Me lloraban los ojos de la risa, reía a carcajadas que ahogaban el sonido de las máquinas, reía tanto que me dolía la barriga... reía tanto... que no recordaba haberlo hecho así desde que murió mi madre.

-Eh...- se rascó la cabeza buscando la forma de decirlo- sí. Llevamos dos semanas saliendo... y bueno, me contó lo que te hizo..., quiere que sepas que se arrepiente muchísimo de que lo que te ha hecho pasar. Comprende a la perfección que no quieras verle, a fin de cuentas, me ha dicho que el aceptar disculpas no está en tu vocabulario.

Samuel, esbozó una sonrisa mientras recolocaba la sábana. Me detuve a mirar sus manos, sus gestos... y no me llamaron en absoluto la atención. Quizás dijese la verdad y en este período de inconsciencia, a la par que sueños mezclados con recuerdos, Dereck había dado un rumbo nuevo a su vida. Pero si algo no tenía lugar a dudas era que aquel chico no era Samuel, pero la sensación de conocerle de algo no abandonaba mi mente.

-No eres Samuel, ¿verdad?

El suplantador amplió su sonrisa, dando una paso atrás para alejarse de mi.

-Soy Zack, al comienzo del instituto me gustabas... no sé si lo recuerdas. La verdad fué algo sin importancia ya que poco después me enamoré de Álvaro...

-¿El amor inalcanzable de Hucha-Collins?-solté sin darme cuenta que aquel mote y a la persona que nombraba, solo era consciente yo.

-¿Perdona?-preguntó frunciendo el ceño.- En fin, luego llegó Dereck y pasó lo que pasó- volvió a sonreír timidamente-. Entonces estoy aquí para disculparme contigo por todo los problemas que él te ha..

-Ni te imaginas... lo que me ha hecho esa persona...-susurré recordando aquella vez que me dió los somníferos- no tienes ni la más remota idea de lo que es capaz de hacer. Te aconsejaria que te alejases de él pero una persona enamorada es estúpida y ciega.

-Mira. Yo he venido a disculparme con una buena intención. No lo has visto tan deprimido que era incapaz de hacer otra cosa que llorar y lamentarse de existir.

-Tienes razón. No lo he visto. Solo he visto el Dereck que se colaba en mi casa, que me provocó este estado el mismo que me alejó de una persona que... en fin, a la que le debo favores. No he ido al entierro de la persona que más valoraba en este mundo, después de mi madre, porque él- respiré conteniendo las lágrimas- me drogó. No me vengas ahora con que se arrepiente porque no me importa una mierda.

-¿Cómo puedes ser tan desagradecida?- me espetó alzando la voz-. ¿Sabes lo que me ha costado localizarte? Y el viaje hasta aquí no ha sido precisamente gratis, ¿sabes?

La gente enamorada es estúpida, débil y extremadamente influenciable. Quizás por eso mi madre se juntó con el imbécil de Emilio. El amor... ciega a las personas.

-¿No crees que si realmente lo sintiera, estaría él aquí y no tú?-pregunté mirándole directamente a los ojos.- Te ha utilizado.

-Dereck no me ha obligado.-Respondió rápidamente y alzando la voz de nuevo.- Si te ha hecho todo eso es porque te lo merecías, ya veo que clase de persona eres.- Tornó el gesto herido de su rostro a una máscara de odio y desprecio.- Me sentía culpable por no hacer nada cuando Samantha te golpeaba en clase, pero veo que...

-Tu opinión. Recógela antes de salir- le interrumpí tumbándome y cerrando los ojos.- Y si no ha quedado claro, quiero que te vayas ahora mismo. Dile a Dereck de mi parte que como se cruze en mi camino de nuevo, no volverá a comer alimentos sólidos.

Oí como unos pasos se alejaban de la camilla y luego la puerta cerrarse de un golpe.

Sin duda la gente enamorada perdía el norte. Gente ciega, yo con mala memoria... y el Samuel de mis sueños sin aparecer. ¿Y si era eso.. solo un sueño? Tal ve... la inconsciencia, me habia hecho mezclar recuerdos con fantasías. Pero el hecho de que Dereck fuese gay... no dejaba de sorprenderme.

Continué riéndome un buen rato antes de dormirme.

Quiero un beso bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora