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La huida
———Su mirada inquisidora estaba en ellas. Este tipo de salvajismo en contra del macho alfa lo creía de Elizabeth, quien solía actuar de esa forma cuando él no realizaba sus deberes en casa, pero de Diana… ¡No lo veía venir! Esa mujer solía comportarse con él, nunca recibió un golpe de su parte, pero tal parece todo ha cambiado. El par de mujeres ha conspirado en su contra; ahora se daba una idea de que es lo que planearon mientras él estuvo inconsciente.
—Fue ella, ¿verdad? Elizabeth te dijo que la ayudaras a lastimarme, ¿no es así? —tal parece, ambas se habían aliado en contra suya, y el silencio de Diana lo confirmaba.
¿Qué se supone este angelito les hizo para que lo traten de esta forma tan violenta?, se preguntó.
—Oh Elizabeth, hieres a tu ex por despecho, vaya… —se hizo el dolido, aunque le preocupada que eso fuese verdad—. Pudieron haberme matado. —Miró preocupado a sus lados las piezas de la puerta hechas pedazos.
—Está dramatizando; cree que es bueno en ello, inclusive pensó que trabajaría en televisa como actor —Elizabeth le susurró a Diana. Al querer intervenir, dedujo lo que quería decirle y continuó—: Lo sé, es un asco dramatizando. Pero cree mucho en sus habilidades, dejémoslo creer que así es; ya sabes para subir su autoestima, que ya debe estar por los suelos literalmente.
— ¿Conspirando contra mí? —Comenzó a hacer pataletas. ¡Acto ridículo para un adulto de veintisiete años!—. Es injusto lo que me hicieron, pude haberme quedado tonto por el golpe.
— ¡Pero si ya lo estas! —Dijo lo obvio Elizabeth.
— ¡Ah, es mentira! —Vociferó.
Elizabeth le recomendó que no volviera a gritarle, pero poco le importó a Mike quien continuó gritándole que se retractara por decirle en otras palabras: tonto.
— ¡Exijo anules lo que dijiste! —La señaló con uno de los maderos, achicando los ojos.
—No lo haré, porque sería mentir. —Cruzo los brazos sobre su pecho, retándole.
— ¡Estas mintiendo ahora! Dile algo Diana; mi madre siempre ha dicho que soy inteligente, ella no mentiría —Por supuesto que es inteligente, toda la vida se lo ha dicho ella.
—Quizá ha mentido todo este tiempo para no herir tus sentimientos. —Mike abrió la boca horrorizándose por sus palabras, y a continuación, prefirió bajar la cabeza, finalizando toda discusión en la que sin duda él perdió.
Ha Diana no le gustó que en esta ocasión sus peleas hayan llegado hasta ese punto, hirió al pobre de Mike y eso restaba puntos a favor de Elizabeth. Se acercó a Mike y posó su bronceada mano en el hombro de él, sobresaltándolo.
— ¡Mike, nos tenías preocupadas! —Le habló—, nosotras, bueno… encontramos sólo esta forma para ayudarte a despertar y salir beneficiados de esto. Lo siento.
— ¿Y esta fue la forma? —hizo una mueca de dolor al colocar su mano cerca de su cuello.
¡Deseaban matarlo, no tenía duda!— ¡Basta de disculpas! ¡Ya deja de lloriquear y quejarte como niño berrinchudo! ¡La cosa se dio, y te arrojamos, no hay nada más que decir! —Lo miró con ira. Ella le hizo un favor al haberlo despertado. Pudo abandonarlo a su suerte a lado de los taparrabos e irse con Diana aunque la odiara. ¡Carajo!, ¿A quién deseaba engañar? No sería capaz de abandonarlo, y más aún, quedarse sin las respuestas que espera que responda.
—No soy un berrinchudo. —Murmuró.
—Claro que lo eres —desde que lo conoce, ha sido así, ¿Cómo es que lo ha soportado? No lo sabe.
—Elizabeth Flores, no me levantes más falsos. YO no soy lo que dices. —Se señaló.
— ¿Por qué te cuesta tanto aceptarlo? —Simplemente no lo haría, así de sencillo—. Toma el valor y grita: ¡son un infantil y berrinchudo!
—No te burles de mí, y mucho menos te hagas la graciosa conmigo, que no te sale —poniéndose de pie, agregó—: Suena tonto que grite eso.
¡Vaya que tonto! Entonces pensaba hacerlo, pero en otras palabras. Supuso.
Elizabeth continuó:
—Tú que no te despegas de la televisión deberías conocer el comercial donde gritan: ¡soy un cacahuate! —Al gritar hizo una expresión como si quisiese ir al baño, y Mike deseaba preguntarle si deseaba ir a realizar sus necesidades—. Técnicamente tu solo dirías tus verdades de esa misma forma.
—Pésima imitadora, así no es.
Al estar envueltos en una segunda discusión, no notaron la aproximación de Tealec junto con sus dos hermanos. Diana trataba de alejar a Mike de Elizabeth, sospechando que ambos pronto terminarían tirándose del cabello.
— ¡Y es por eso que mis hijos no tendrán un papá como tú; tonto, inmaduro, infantil, estirado y llorón!
Mike retrocedió dos pasos de Elizabeth. Apretó los labios, sonrió y señalándola con el dedo índice, dijo con voz arrogante:
—Querida, tal cual soy, sé que les encanto a todas y te incluyo.
Sus mejillas enrojecieron. La dejó sin palabras, simplemente no sabía cómo desmentirlo.—Sin embargo —continuó— soy consciente de que no hay nada más allá del encanto, ¿Triste no crees? Vamos a comportarnos como adultos unos minutos, Elizabeth. Acepto que tuve mi desliz con Diana —para hacer más creíble su mentira, tiró de Diana pegándola a él y la rodeó con sus brazos de manera posesiva—, es una chica sensacional y la cosa se dio. Tú debes aceptar que algo serio pasó con Tectlian estos últimos días en los que nos separamos —Elizabeth iba a protestar, pero Mike la detuvo—. No te reprocho nada, al fin y al cabo nosotros terminamos nuestra relación.
No podía creerlo, Mike le estaba mintiendo, no la quería de nuevo a su lado y le estaba arrebatando la ilusión de volver a recuperarlo, y de pronto comenzó a dudar de las palabras de Diana, ¿Y si Mike decía la verdad? Pudo haber una infidelidad, y contando la suya dos, pero no tenía sentido lo que dijo Diana. Ella no ganaba nada al tratar de desmentirla y culpar a su hermana de la ruptura.
—Mike, debemos irnos —le murmuró Diana.
—Aún no, ella debe admitirlo. —Respondió en voz baja sin dejar de mirar a Elizabeth.
—En serio Mike, debemos irnos —insistió— ¡Mike, ya nos vieron! —Gritó histérica, Diana.
Esta vez, prestó atención. Tealec y Tialoc empuñaban sus lanzas y gruñían, Tectlian intentaba retenerlos, pidiendo que no hagan nada en contra de Elizabeth.
— ¡Oh Dios, nos matarán!
Mike miró por última vez a Elizabeth. Cuando terminó prendado de Elizabeth, creyó que desde ese momento y hasta el final de sus días la seguiría mirando con amor aún si estuvieran en una de sus tan comunes discusiones, sin embargo se sorprendió al mirarla con un único y sincero cariño. Alejando su vista de ella, tomó a Diana, la cargó sobre sus hombros y comenzó a correr con dirección al bosque.
— ¡Vamos Elizabeth, corre! —No podía creer que Mike haya decidido dejarla por Diana, y aun así tuviese el descaro de pedirle que corriera.
Tialoc, molesto por impedirle el paso su hermano lo golpeó cerca del pulmón izquierdo obligándolo a arrodillase. Miró a Tectlian con pena y susurró un “gracias”, para después comenzar a correr.
—Agg, te aborrezco Tianchester —Gritó malhumorada mientras corría detrás de ellos.
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Gracias por los 530 votos ❤
¿Esperaban que Mike prefiriera a Diana? e.e
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Querida, no soy infantil 1 Y 2
HumorPrimera obra y segunda de la trilogía infantil ....... Aviso: •Obra completa •Adultos comportándose como niños. •Los lugares y épocas de los sucesos no coinciden; fueron escritas intencionalmente. •Final y trama diferente. •Escena...