12. No es mi esposo

75 9 0
                                    

     — ¿De qué me estoy perdiendo? —Las risas de Anna y Elizabeth estaban cesando.

Intercambiaron miradas, lo mejor era no agregar más mentiras a su lista, ambas ya tenían suficiente con las de Darío. Su tío la hacía pasar como su hija y las mujeres del edificio pensaban que Elizabeth es una pésima madre que abandonó a sus hijos, ha vuelto después de tanto a recuperarlos, se ha colado en el departamento y eso, sin contar que la tachan de madre alcohólica. A Elizabeth le parece gracioso, y por ello no ha hecho nada para desmentir a unas viejas chismosas.

     —Es que… Es que… —No encontraba las palabras. ¿Dónde se supone debía comenzar a contarle?

     — ¡¿Qué carajos pasa?! —Consiguió encontrar de todo en ese parque, menos la paz que deseaba. Ahora acababa de perder la paciencia—. Mira, todo esto es muy raro. Sí tú y el mujeriego ése son esposos, mínimo estarías corriendo a tu casa y corriéndolo con sus cosas o algo parecido.

     —Justo de eso quiero hablarte —apretó los labios, afirmando con la mano que ha acertado a lo quería explicarle—. Albín y yo no estábamos casados. Este arguende fue solo para molestarlo.

Comenzó a reír, nerviosa.

     — ¿Me estás jugando una broma, no? —Esperaba que así fuera, pero Elizabeth negó a su pregunta—. Valí Wilson, acabo de cachetear al chavo que me pone como la cafetera de mi abuela por error. ¡Debe odiarme!

La culpa de todo era de Elizabeth, estaba demasiado molesta que no ha prestado atención que solo fue un medio para molestar a Darío.

     —La verdad, Albín no sabe odiar —era momento de retirarse e ir en busca de su amigo, encontraría la forma de pedir disculpas y así, bajarle el enojo—. Como lo siento, pero quería desquitarme un poco y hacerlo enojar —suspiró, agregando—: en los últimos meses han aparecido una que otra chica hasta por debajo de las piedras señalándolo como antiguo novio, por si fuera poco me señalan como la atrapa galán porque creen que tuve a sus hijos solo para atraparlo.

Sin duda, sean cual sea el Tianchester con quien este, la seguirán arrastrando a más problemas.   

     — ¿Y no fue así? —No cree que lo haya atrapado, pero si estaban juntos y con tres hijos, debían tener una especie de… relación actual.

     —Jujuy, él es mi tío —la pequeña Anna habló, mientras jugueteaba con la pulsera de mariposa que su padre se lo obsequió la última vez que la visitó.

     — ¡Anna, recuerda las reglas! —le amonestó, solo hasta entonces fue consiente que habló de algo que tenía prohibido.

     —Las conquistas de mi tío deben creer que soy su hija, si le digo papá frente a ellas me gano un premio —recitó. Mentalmente se despedía de su premio, acababa de fallar a la regla principal—. No volverá a pasar, mamá.

Volvía a confundirse aún más. En resumen, no era su esposa, tenían tres hijos, corrección al parecer dos hijos, la niña solo le llamaba “papá” frente a las mujeres y la supuesta NO esposa permitía TODO eso, sin molestarse.

     —Entonces solo tienen dos hijos en común y supongo viven en unión libre, pero permites que use a tu hija para conquistar a otras frente a tus ojos, esto es… confuso. —Estaba sin palabras, no sabía que creer ahora.

     —Oh no, los niños no son mis hijos, aunque lo parezcan —aunque le gustaría que los tres críos fueran de Mike y ella—. Yo soy su amiga y vivo con ellos.

     —Que locura es esta. 

___
¿Qué les parece la trama hasta ahora?

Agradezco su apoyo en cada capítulo.
Cualquier duda o información pueden encontrarme en facebook como: Lisbeth Enríquez Sheeran
Y en la página: Elección de la vida
Estoy disponible para aclaración de dudas y actualizaciones.
De igual forma, en mi cuenta personal anuncio los avances de las obras 
Saludos.

Querida, no soy infantil 1 Y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora