No voltearía aún para enfrentarse a su hermano, ¿Qué diría? ¿Qué todo este tiempo no le tuvo confianza para contarle sus preferencias? ¿Disculparse como un niño pequeño al ser descubierto realizando una travesura en la que arrastró a sus sobrinos? De ninguna manera, no era el momento.
Ella parecía estar en shock, estaba en ese momento siendo observada por tres hombres que conocía, tres personas que parecían esperar su respuesta aunque el único interesado en escucharlo es uno. Darío cerró los ojos y segundos después de volver a abrirlos, sus ojos habían enrojecido, parecían haber perdido ese brillo especial; amenazaba con llorar.
—Mike, yo…
— ¡Dale una respuesta a mi hermano! —el tono de su voz comprobaba que estaba molesto, lo mataría, le odiaba, de eso estaba casi seguro.
— ¡No puedo! —Laura reaccionó, levantándose del suelo. Caminó de un lado a otro, tomándose del cabello con ambas manos. Toda esta revelación es demasiado para ella, ¿Bisexual? ¿Su Darío es bisexual?—. Apenas puedo con un heterosexual, ¿sabes lo difícil que es encontrar a un hombre, y que este ya haya sido apartado por una mujer? Y ahora tu un bisexual, oh no, no solo tendría que competir con mujeres, sino que con hombres también. No, no puedo con esto.
— ¿No puedes? —En ese momento olvidó que su hermano está ahí y se concentró en Laura, poniéndose de pie con rapidez—, ¿Es todo lo que dirás? —No hubo respuesta—. ¡Perfecto, Laura! Lárgate por un heterosexual, a ver si hay diferencia, desaparece ahora tú. ¡JA! Y decías amarme, esperando que dijera lo mismo —comenzó a llorar sintiéndose tonto—. Son lágrimas de un burro, no es que esté dolido —se limpió con torpeza—. ¡Me he fregado solito, no puede estar pasándome esto!
—Darío, no puedo, te amo sí, pero con lo que acabas de decir… puede más, lo siento —era lamentable, perdía a un hombre atractivo.
Soltó una carcajada amarga.
—Lo capto. ¿Qué esperas? ¡Fuera de aquí! —ladró, señalando hacia la carretera.
—Yo vivo aquí.
— ¿Vives aquí? —No podía sentirse más tanto—. Bien, pues me voy yo Y me marcharé para no volver, excepto si olvido algo, pero voy a irme con la idea de no volver a verte. ¿A que suena bien verdad? —Ella parecía estar viendo a Mike reflejado en él—, ya sé que soy un señor de los dramas, y estoy hablando en serio, tomaré mi camino de vuelta a casa y mis ranas me consolaran, te superaré, serás remplazada por alguien más y… y muchas cosas más.
Y sin más que decir, con la poca dignidad que le quedaba, se volteó para encarar a su hermano sorprendiéndose de ver a Víctor, quien lo saludó muy sonriente sin que Mike se percatase.
—Te debo una explicación —Habló sin quitar la vista de Víctor.
¿Qué hacia él con su hermano?
—Creo que debo ir por palomitas —Víctor le alejó, creyendo que era mejor dejarlos a solas.
—Oh no Víctor, todos iremos a donde va Laura, tomaremos las pertenencias de MIS hijos y en el camino hablamos. —En efecto hervía de ira.
Darío tragó saliva.
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Querida, no soy infantil 1 Y 2
HumorPrimera obra y segunda de la trilogía infantil ....... Aviso: •Obra completa •Adultos comportándose como niños. •Los lugares y épocas de los sucesos no coinciden; fueron escritas intencionalmente. •Final y trama diferente. •Escena...