16. Detenidos e inocentes

71 9 0
                                    


Durante el transcurso en la camioneta, investigó el nombre de la calle, encontrándola en la zona centro; muy apartada del mercado corona. Darío corrió hacia el lugar más alejado del restaurante que dijo iría con Laura.

Condujo con prisa, esperando encontrarlo. Para su fortuna, Darío al parecer se quedó dormido donde se sentó. Estacionó la camioneta y fue por él.

Darío reaccionó después de un jalón de oreja.

—Tenemos que largarnos, son más de la madia noche y los niños están en la camioneta. —Le ayudó a ponerse en pie.

—Mis hijos no pueden ver a papá así, que vergüenza mujer. —Avanzó arrastrando los zapatos, haciendo el trabajo más difícil para ella.

Dejó a Darío en el asiento del copiloto.

— ¿Está bien? —Preguntó Anna, después de que Elizabeth encendiera el motor de la camioneta.

—Va a estarlo cuando lleguemos. —Aseguró.

Tan solo condujo un par de cuadras cuando las luces de una patrulla y el pitido, la hicieron detenerse. Un hombre uniformado de aproximadamente treinta años tocó en la ventanilla pidiendo que salga.

—Buenas… Buenas noches oficial. —Saludó al estar fuera. Una vez más comprobaba que los Tianchester le traen problemas y ahora hasta con la ley.

—Señora, su identificación ahora —se sintió ofendida, ya era suficiente que le dijeran treintona, pero señora no.

Le señaló con el dedo índice, amenazándole:

—Mire policía, a mí no me llamará señora. Por si no lo ha notado soy joven aún.

—Y usted bajará esa mano de mi cara antes de que decida detenerla —habló serio, teniendo una mano en su arma enfundada—. Muestre su identificación ahora.

Si no hubiera estado tan preocupada por Darío, habría tomado sus identificaciones antes de salir.

—Vera amable poli, mi… —no podría llamarle amigo, los niños estaban adentro y ella no tenía nada que ver con ellos—, mi esposo está ebrio y he venido a recogerlo, entre las prisas no tomé mis documentos.

El otro oficial rodeo la camioneta con una linterna, comprobando que dentro de ella se encontraban tres niños y un hombre al parecer inconsciente.

— ¡Hay tres niños aquí! —Le informa a su compañero—, y un hombre.

—Son mis… hijos, si son mis ojos, digo hijos —su nerviosismo hizo que el oficial dudara de sus palabras—. Solo ponga la multa por no traer documentación y nos iremos. —aconsejó.

Su compañero se acercó y le susurró para que solo él pudiese escucharlo.

—Aléjese de la camioneta. —Sacó su arma, asustando a Elizabeth.

— ¿Qué hice ahora? —No podía haberse ganado más problemas, debía ser el karma por hacerle pasar un mal rato a Darío.

—Una camioneta similar a la suya fue reportada como robada hace dos semanas —informó al revisarla.

Era fácil deducir que le han dado una mala jugada.

—Ese maldito de Juan se ha quedado sin dinero —habló para sí misma en voz alta—. Es mi ex oficial, hasta separados no para de joderme la vida. El muy desgraciado se le ha ocurrido hacer eso. ¡Esa camioneta es mía por derecho!

Era humillante lo que le ocurría.

— ¿No dice que el hombre que está dentro es su esposo? —Le ha descubierto.

—Sí pero…

—Y tiene un ex también. Mire se… —la cara de enojo que puso no le permitió terminar la palabra— joven, solo tengo claro dos cosas: usted está mintiendo demasiado y la camioneta aún no se comprueba que esa esta, pero está segura que así es. ¿Hay algo que me falte?

Ella negó.

—Muy bien —se acercó a la camioneta mirando de reojo a Elizabeth. A quien vio primero dentro fue al hombre inconsciente, atrás solo le observaba una niña—. Hola, niña.

—Que le quiere hacer a Elizabeth —Anna no parecía temerle.

— ¿Es tú madre?

Miró a Elizabeth y después a su tío, necesitaba preguntar que respondería.

—Yo… ellos… Elizabeth es mi mamá número dos.

Su respuesta fue suficiente para detenerlos.

—Señorita… Elizabeth, queda detenida por conducir sin documentación, posible robo de auto y robo de infantes. —La encaró, mostrándole unas esposas.

— ¡Pero si le ha dicho que soy su madre número dos! —Gimoteó—, ¡Esto es un error, quiero a mi abogado!

—No existen las madres números dos.


¿Qué les parece la trama hasta ahora?

Tenemos a un par de adultos, supongamos detenidos Injustamente.

¿A donde irán a parar los niños?

¿Como saldrá de la cárcel?

¿Mike será él héroe aquí?

Querida, no soy infantil 1 Y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora