2| Ser reservado desconcierta

517 36 2
                                    

Agarré la chaqueta, me la puse y salí al encuentro de la chica que se quedaría en mi casa, al principio no me agradó la idea pero fue tanta la insistencia de mi primo que no tuve más remedio que aceptar. No es como si fuera a hacer una invasión con adornos y muñequitos de colores porque no es una niña, no la conozco en absoluto, pero según Joey ella no sería una molestia. Me dijo que con solo un pequeño espacio privado la chica tendría suficiente, no buscaba quedarse a vivir en San Francisco, solo serían unas semanas y ya está.

Le di la vuelta al apartamento, seguramente el taxi que había tomado la había dejado en la calle de atrás del apartamento y tal vez, por esa razón, ella no lo había encontrado.

Miré al frente y logré ver una chica castaña de pelo corto un poco más arriba de los hombros, estaba rodeada por dos maletas lo suficiente grandes para decir que se quedaría a vivir aquí. Rodé los ojos. Es una de las cosas que más odio, las mujeres y su montón de ropa, la mayoría de ellas solo viven para mantener un ropero y por lo visto ella es una de ellas.

Me tomé la molestia de acercarme más, sé que es la correcta, no todos los días se ven chicas pérdidas en las calles rodeadas de maletas. Cuando llego junto a ella le topé el hombro y dio un pequeño salto.

Lo primero que noté de ese ser humano que se encontraba en frente fueron sus ojos, esos ojos azules me parecen haberlos visto antes, no sé con exactitud si es de alguien con quien compartí clases, o si en algún momento logré ver unos parecidos. Es como si la hubiese visto antes, pero es imposible, vive del otro lado de Estados Unidos y nunca había estado aquí en San Francisco, y para completar yo nunca he ido a Jacksonville, ni visitado alguna otra ciudad de Florida. Sus labios pintados de un color rosado fucsia, le quedaba perfecto y empecé a imaginar cómo le quedarían de un rojo pasión, negué con la cabeza, ¿Desde cuándo me fijo en el lápiz labial de una mujer? No dudo de que sus labios son un ejemplo de lo perfecto, pero no entiendo porque diablos pienso en ello.

Me aclaré la garganta e intenté hablar.

—¿Lauren Hill? —pregunto para saber si en verdad es ella.

—Mucho gusto —me tendió su mano—. Debes ser Christopher Reid —dijo con una deslumbrante sonrisa en el rostro. Respondí el saludo y luego la chica empezó a hablar.

—Siento si te he molestado, iba a alquilar un lugar, pero Joey es muy insistente a veces —agarró sus maletas para empezar a caminar.

—Deja que te ayude. —Sin ella responder tomé en manos sus maletas.

—Gracias —dijo sonriente.

—No hay de qué. No es una molestia para mí prestarte un espacio de mi casa. —Ella asintió con una sonrisa, dos pequeños hoyuelos se marcaron en su rostro con ese gesto.

La corta caminata que tuvimos la hicimos en silencio, por alguna extraña razón no dejé de mirarla, es como si toda ella fuera un imán para mis ojos.

El camino se hizo largo, o eso creí porque las maletas pesaban como si tuvieran piedras dentro, ¿cómo rayos ella traía eso en mano? Sí claro, venía en un taxi.

Bajé las maletas y me dispuse a abrir la puerta, el apartamento no es la gran cosa, pero suficiente espacio para dos personas, dos habitaciones, un baño, sala, cocina, un cuarto de lavado y el pequeño balcón que en las noches me daba una espléndida vista. No puedo desear más, llevo dos años viviendo solo y el espacio me basta y sobra.

–Bienvenida a mi humilde hogar —dejé las maletas a un lado—. No me creas, no es para nada humilde.

Soltó una pequeña carcajada y se dispuso a estudiar con rapidez a su alrededor, le mostré su habitación y se encerró en la misma. Fruncí el ceño, de verdad que Joe no jugaba cuando decía que era muy reservada.

Me di la vuelta a mi habitación, antes de salir a buscarla estaba enfrascado en el diseño de una página web. Un proyecto que tengo que presentar el próximo martes. Luego de casi romperme la cabeza ya que no me salía justo como quería decidí ir por un vaso de agua. Y ahí la encontré junto al librero observando una foto en la que se encontraba mi hermana y yo.

—Es mi hermana —Lauren dio un salto, sonreí, no se esperaba mi llegada—. Siento asustarte.

—Descuida, pensé que estaba sola —dice colocando la foto en su lugar.

En eso llaman a la puerta y abro para encontrarme con mi hermana muy furiosa, ¡diablos! Debí de haber pasado por ella hace más de una hora. No me dejó decir palabra cuando comenzó a parlotear e insultarme mientras entraba en la casa.

—¿Sabes el tiempo que duré? Estuve a punto de... —sus palabras se detuvieron de repente cuando su mirada se fijo en Lauren.

Me moví rápido para presentar a la chica que hacía pocos había ido a recoger. Conozco a mi hermana a la perfección, y sé que comenzará a sacar conclusiones inciertas, y hasta planearía mi boda sin conocer ni siquiera a mi futura esposa.

—Ava, ella es Lauren, mi compañera de piso —abrió la boca en señal de asombro—. Es amiga de Joey.

—¡Oh por Dios! —se acercó emocionada y abrazó con fuerza a Lauren, la chica se quedó tiesa hasta que Ava la soltó—. Lo siento, no me podía contener.

Ella sonrió algo incomoda. Pero en ningún momento dejó de mirarla y asentir a las cosas que Ava decía sobre Joey, que para no verlo muy a menudo parecían ser demasiadas por la forma entusiasta en que hablaba.

Me acerqué al librero y tome un sobre que había dejado mamá para ella hace unos días.

—Si es... —comenzó a decir Ava, para ser interrumpida por mí.

Ava y yo tenemos ciertos problemas que han fracturado nuestra confianza. Aunque no es para menos, ella suele ser demasiado confiada y corre antes de caminar en cuanto a decisiones. Hace ya unos cuantos meses del hecho, sin embargo no he podido perdonarla. Me cuesta creer que ella pensó en la supuesta mejor decisión si fue la más fácil de tomar, para ella y para los que me rodeaban.

—Aquí está —le paso el sobre—. Deberías irte ya es muy tarde —digo sin ninguna expresión de estar bromeando. Ava frunció el ceño y sin decir nada se dirigió a la puerta entendiendo porque la trataba de tal forma.

—Espero verte luego Lauren —dijo forzando una sonrisa y Lauren quedando desconcertada ante mi reacción.


Capítulo publicado el: 8  Feb. 2018

Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora