55| La Misma

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Saco la cámara del auto y se la extiendo a Lauren que mira con ojos brillosos la casa de al frente. Un frondoso arbusto con flores color lila es lo que supongo le fascina. No había duda de que tiene pasión por la jardinería.

Ella sostiene la cámara y se dispone a tomar la fotografía.

—Cada vez que ve... —la escucho detener sus palabras. La cámara que tenía en sus manos cayó al suelo con un sonido seco y frunzo el ceño.

Ava que estaba a punto de entrar al café se volteó junto a los demás para ver qué estaba sucediendo, entonces Lauren se echó a correr.

—¡Lauren! —grito y voy tras ella sin entender nada.

Creo escuchar a los demás llamarme y llamarla a ella también, pero no me detengo, sigo tras ella que corre demasiado rápido.

Dobla una esquina después y hago lo mismo siguiendo su paso, corro cuadra tras cuadra mientras la persigo, una mujer de cabello rubio y muy largo va delante de ella y supongo es a la persona que está siguiendo. La mujer entra en el mercado repleto de personas y Lauren hace lo mismo. Corre un poco más y la veo detenerse.

—¡Diablos! —grita con voz jadeante y me pasa por el lado volviendo justo por dónde veníamos.

—¡Lauren! —la llamo con la voz algo quebrantada de tanto correr.

Se pasa la mano por el pelo, patea algo que no sé distinguir del piso y aprieta los puños mientras sigue caminando fuera del mercado. Antes de que vaya más lejos la tomo por el brazo para enfrentarla y me explique qué rayos sucede, pero desde que me mira sus ojos se llenan de lágrimas y solloza. La llevo a mis brazos y ella se aferra a mí mientras llora.

—Tranquila —susurro y paso mis manos por su cabello con suavidad.

Mi celular suena en el bolsillo y lo llevo a mi oreja sin soltar a Lauren de mi agarre.

—¿Qué sucede y dónde se supone están? —inquiere mi hermana, habla tan rápido que apenas comprendo lo que quiere decir.

—Estamos en la entrada del mercado, ven a buscarnos —cuelgo y no espero que diga alguna otra cosa, conociéndolo bien sé que empezará a hacer preguntas que yo no podré responder.

Entro el celular otra vez en mi bolsillo y entrelazo los dedos de la palma de su mano con la mía, caminamos despacio hasta salir del mercado.

—Lauren, ¿a quién estabas siguiendo? —pregunto.

Y veo sus ojos llenarse de lágrimas otra vez.

—Debo de estar loca Chris —dice con voz entrecortada.

—¿Quién era esa mujer? —ella no responde. Sólo se limita a llorar y negar con su cabeza como si intentase negar algo que no puede negar del todo.

Escucho la bocina del auto, Zane está al volante, Ava y Joey salen rápidamente del carro hasta nosotros.

—¿Qué? ¿Qué pasó? —pregunta Ava sin llegar bien.

—Lauren ¿estás bien? —inquiere Joey.

Ella toma mi mano sin responder nada a nadie y camina hasta el auto. Me encojo de hombros ante las miradas de Joey y los demás y solo subo al asiento de atrás con ella. Todos nos quedamos en silencio un momento sin saber bien qué hacer.

—Creo sería bueno volver a casa —le sugiero a Zane.

—No, quiero volver.

—¿Qué? —pregunto totalmente confundido.

Lauren se inclina hasta delante.

—Zane llévanos a donde estábamos hace un rato. Al café.

—A la orden —dice llevando una mano a su frente y pone en marcha el auto, supongo que el gesto es para intentar subir los ánimos.

Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora