31| Una Brecha

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31| Una brecha

26 de agosto 2017

Repaso con detalle todo lo que ha pasado en las últimas semanas. Mi cabeza es un caos, mi vida es un caos. Lanzarme sin más son acciones que me pueden pesar luego y hoy pienso que haberme lanzado nunca había sido tan buena idea. Di un paso muy grande con Chris, uno que definitivamente podía esperar y que decidí apresurarlo casi como hago siempre, pero no me puedo arrepentir, no puedo querer negar que me gustó y que volvería a hacerlo de ser necesario; quisiera hacerlo y no puedo.

Vuelvo a revivir cada pequeño momento de aquel encuentro, sus besos, sus caricias y su timidez en el momento por dudar de mis acciones.

Suelen dudar tanto de mí.

Tan extraña es la vida, mi hermana parecía ser la chica dispuesta a lanzarse y subir todos los escalones de un tirón y yo lo contrario; solo una simple falsedad, que Payton fuera escandalosa y algo más extrovertida nunca llegó a significar algo más que apariencia, pero eso no importa hoy, ella no está, ni los demás tampoco.

Cierro los ojos alejando esos pensamientos y me centro en lo que de verdad importa en estos momentos. Veo como Ava se mueve de un lugar a otro poniéndome un tanto nerviosa. Hoy saldría con Christopher, y no precisamente a una cita, mucho menos a tomar fotografías; se trataba de una cena de la empresa en la que trabaja por el ascenso que habían tenido en el mundo de la telecomunicaciones, según Ava, no es la primera vez que lo celebraban, ella había sido su acompañante la última vez. Me sentía un tanto extraña ante el tema de que ella ya no lo fuera, evidentemente por los problemas que cruzan como hermanos y no porque esté aquí.

—Deberías ponerte un vestido —dice con dos vestidos en su mano, uno azul oscuro con un escote en la parte trasera y uno negro que prometía quedarme muy corto—. ¿El azul o el negro?

Miro las dos opciones y hago algún gesto extraño con mis labios, no tengo ni una pizca de deseo de vestirme con un gran escote o con algo tan corto.

El vestido azul iría sin sujetador y terminaría casi al final de mi espalda, por otro lado el otro vestido no creo que me quede de largo, además de parecer algo ajustado, esas dos combinaciones solo prometerían incomodidad.

—¡Quita esa cara! —Tira el vestido azul hacia mí—. Este te quedará bien.

Ruedo mis ojos, pero le hago caso, no es como si tenga otra opción, no traje ningún tipo de ropa formal, se supone que solo sería una amante loca de las fotografías pareciendo turista en todo San Francisco. Esto no debía implicar salidas a eventos medianamente importantes.

—Tenemos que ir de compras —murmura y estoy de acuerdo. Unas cuantas prendas nuevas no me vendrían mal, además, ¿cuándo fue la última vez que fui a un centro comercial? Juro que no recuerdo.

Procedo a vestirme con el vestido que trajo y me pongo los zapatos de tacón alto, me maquillo sin ayuda de Ava a pesar de que insistió mucho en hacerlo. Dejo mi cabello suelto, aunque no es como si recogerlo fuera una opción; me lo había cortado lo suficiente como para que apenas una liga lo sujetara, nunca dejaba que pasara de mis hombros. Esa obsesión de cambiar el pasado me había trastocado lo suficiente como para no dejar que mi cabello volviera a caer por mi espalda otra vez.

—Te ves hermosa —sonrió—. ¿Dónde aprendiste a maquillarte así?

—Hubo una etapa de mi vida en la que decidí cambiar, cortarme el pelo, aprender a tapar mis ojeras con maquillaje, verme diferente a como era antes, para no recordar. —Soy del todo sincera respecto al tema.

—¿Tiene algo que ver con la llamada? —asiento.

—Mi familia se desboronó en un solo día Ava —suspiro sin saber si contarle toda la historia, pensar en eso era la manera directa de llevarme a las lágrimas—. Y desde ese día quise ser diferente, que nadie me reconocerse, así no me veían con pena —digo sintiendo las lágrimas venir y queriendo alejarlas de un tirón. Hace rato pensé en mi hermana y no lloré, ¿por qué ahora era diferente?

Ella se acerca y me abraza.

—Todos los días en la universidad escuchaba los murmullos de todo lo que pensaban de mí, como creían que estaba loca, como otros sólo se acercaban para saber los detalles de lo que había pasado a mi familia. Me miraban con lástima y hasta tenían miedo de mí.

Ella pasaba sus manos por mi espalda con suavidad mientras yo lloraba en su hombro sin poder contenerme al recordar.

—Jamás quise que me vieran igual, por eso decidí cortar mi cabello, cambié de universidad, oculté mis ojeras ante Joey y evitaba ir con un psicólogo escondiéndome en el trabajo y las tareas.

—¿Tratas el tema con alguien Lauren? —inquiere con suma delicadeza, como temiendo preguntar algo que pueda herirme más de lo que ya estoy.

Asiento, tengo días que no hablo con Amanda.

—Sí —me aparto de sus brazos para retocar mi maquillaje, que por suerte no es mucho, la mayoría del maquillaje que utilizo es a prueba de agua.

Se queda mirando un lugar en especifico.

—Lauren —me giro para verle—. No sé qué fue, no sé qué tan malo pudo ser, pero si en algún momento me llegas a decir, ten por seguro que no tendré miedo.

—Gracias —susurro.

Yo no fui la que nos hirió.

No fui la que mandó a su familia a la tumba.

Pero sí corrí.

Me alejé porque me lo pidió, cuando debí presionar su herida para que aguantara.

Debí haber advertido a mi madre de lo que pasaba.

Debí ser menos descuidada y tal vez, estuviéramos todos aquí.

Aunque ya es muy tarde, no hace ningún cambio pensar en lo que no hice, pero me atormenta, me atormenta no haber hecho las cosas como en realidad debía.

Aunque ya es muy tarde, no hace ningún cambio pensar en lo que no hice, pero me atormenta, me atormenta no haber hecho las cosas como en realidad debía

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Si mis cálculos no fallan en unos siete y ocho capítulos sabremos lo de Ava y Chris y el pasado de Lauren incluido narración del hecho en flashback.
Gracias por apoyar esta historia.
Muchos besos, 
Jessy.

Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora