33| Entre Tres

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33| Entre tres

Salí de la habitación para encontrarme con Christopher, después de haber retocado mi maquillaje y de ganarme una mirada de pena de parte de Ava seguida de una afirmación que me hizo sentir algo mejor. El vestido me quedaba mejor de lo que pensaba y a pesar de su gran escote en mi espalda me sentía cómoda, podía mirar estos últimos años y no recuerdo haberme vestido así, no había tenido la oportunidad de hacerlo o más bien había huido de eso.

—Estás hermosa —no me había dado cuenta de su presencia hasta que le escuché hablar y me vi estudiando lo que llevaba puesto, no era más que un impecable traje negro que le quedaba a la perfección.

—Gracias —respondo esbozando una sonrisa—. Tú no estás nada mal.

Pasé a su lado dispuesta a que nos fuéramos e intenté arquear una ceja cuando se quedó de pie justo donde estaba con una sonrisa boba.

—¿Te quedaras mirando mi trasero o nos iremos? —escuché la risa de Ava y no pude evitar reír un poco con ella mientras Chris negaba con la cabeza y se encaminaba a la puerta hasta alcanzarme.

Le hice un gesto con la mano a Ava para despedirme y simulé con mis labios la palabra suerte.

—Diviértanse —la escuché decir cuando cerré la puerta.

Ava iba a salir con Steven hoy así que como me había venido a ayudar con los vestidos decidió prepararse aquí y él la vendría a buscar o algo así había dicho, no es como si le prestará mucha atención a todas las palabras de Ava si es demasiado buena para marear a la hora de hablar.

Entré al ascensor junto con Christopher y marcó la planta baja.

—¿Por qué me invitaste? —pregunto algo curiosa, sé que lo nuestro ha cambiado desde entonces, sin embargo no me siento acostumbrada a este tipo de cosas.

Nunca he sido la novia ejemplar, esa que recuerda los días de cada una de las primeras veces con su pareja con gran admiración, ni la que lleva todo al pie de la letra, mucho menos intento que las cosas sean del todo románticas, nunca lo he sido, eso siempre lo hacía mi hermana. Estoy segura de que si Joey estuviera aquí me lo recordaría una y otra vez.

—Ya te lo dije, me tomo las cosas muy enserio.

Al escuchar sus palabras no puedo evitar pensar en Ava y en la relación que tiene con ella.

—¿De verdad? —digo mirándole a los ojos—. Tan enserio como para apenas hablarle a tu hermana.

Frunce ligeramente el ceño.

—No sabes lo que dices —responde.

—Vamos Chris te he visto, ¡no le hablas!

—Lauren por favor. —El ascensor se detiene y sale del mismo, yo voy tras él. Ver la cara de tristeza de Ava cada vez que le dirige la palabra y responde con monosílabos es algo que me ha estado molestando.

—¿Qué tan malo pudo ser?

—Eso no es tu asunto. —Parece enojado, se pasa una mano por el cabello y me señala el auto.

Miro su coche e intento seguirle la corriente, sin embargo me siento lo suficiente osada como para seguir con el tema y dejar salir mis pensamientos.

—He pasado por muchas cosas en mi vida y aunque no lo he superado del todo sigo aquí intentando ser mejor de lo que fui y sea lo que sea que haya pasado entre Ava y tú no se compara en lo que he pasado yo.

—Lau...

—¡No, Chris! Escúchame, estás actuando mal. Yo vi como mi madre y hermana se morían a solo centímetros de mí, fui herida por una puta bala en mi pierna izquierda, fui vista como una amenaza, sé lo que es el rechazo, ¡sé perfectamente cómo se siente eso y más!

—Yo, lo siento, no... —dice muy bajo, apenas audible.

Negué con la cabeza.

—No es conmigo que tienes que disculparte, es con ella —digo pasando a su lado.

—¿A dónde vas? —Su cara es de preocupación ante mis acciones y mis palabras.

—No iré contigo —le doy al botón en espera del ascensor.

—Espera, Lauren —toma mi brazo para acercarme hacia él.

—No, suéltame. —Quito sus manos de mí—. Cuando hagas las cosas bien me buscas —digo entrando al ascensor y marcando la planta correspondiente.

Escucho un celular sonar y lo veo tomarlo en sus manos. Las puertas se cierran dejándolo ahí confundido al igual que yo. El ascensor se mueve más lento que siempre y cuando abro la puerta me encuentro a Ava hablando por teléfono. Su semblante cambia al instante de felicidad a uno de preocupación.

—Oye, te llamo luego ¿sí? —dice a quién sea que esté al otro lado de la línea telefónica.

Tomo un suspiro. Me saco los zapatos de tacón y paso a su lado.

—¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? ¿Dónde está Chris, no iban a salir? —va tras de mí soltando preguntas sin parar.

Cuando llega a mi lado me abraza. Ava siempre suele ser muy afectiva, ya me he acostumbrado a ello, esta vez lo necesito.

—¿Te hizo algo? Porque si es así se me olvida que es mi hermano.

Río ante sus palabras.

—No, solo... —Limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano—. Está siendo un imbécil y yo una entrometida.

—Él en ocasiones es un idiota, no llores por eso —sonríe.

—Pero no lloro por eso.

—¿Por qué?

—Por mamá, por mi papá... —comienzo a recordar. Y le cuento, cuento todo lo que pasó ese día, le cuento el motivo de mis pesadillas y el recuerdo me hace temblar.

Decidí contárselo porque la considero mi amiga, porque no creo que me considere como algunos llegaron a considerarme. Y luego me cuestiono en haber intervenido con su hermano, tal vez no era de mi incumbencia lo que había pasado con ella Chris. Quizá me he pasado, pero alguien tenía que hablar y si habrá tensión entre dos, mejor que sea entre tres. 

Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora