57| Mentiras Y Decepciones

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57| Mentiras y decepciones

Lis está ahí, su cabello rubio envuelto en una desprolija cola mientras sostiene a una bebé entre sus brazos, tenía ropa de hospital por lo que lo primero que llegó a mi mente fueron unas ideas que me causaron terror, es su hija.

Yo tengo una sobrina.

Solo con pensar en que ahí afuera hay una chica con el mismo nombre de mi hermana, respirando, me causa náuseas.

No había duda de que era mi hermana, solo que con el pelo teñido, se notaba la raíz oscura de su cabello natural junto al rubio en la foto. Ella se veía feliz. Una sonrisa marcaba su rostro haciendo que sus ojos se vieran realmente pequeños, no podría ver el tono azul de sus iris en la foto si su mirada estaba dirigida a la criatura en sus brazos.

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas.

Esto es imposible, no puede ser cierto. Ella no puede estar viva.

Verla tras el lente de la cámara hace un rato me pareció una alucinación por lo que seguirla fue mi primera acción, ella corrió, ella también me vio y pudo reconocerme.

¿Pero por qué lo haría? No existe ninguna estúpida razón por la que algo como eso pueda suceder. Ni siquiera sé si es posible que haya podido hacerse la que había muerto.

—¿Puede hablarme de ella? —pido mientras me seco las lágrimas con el dorso de mi mano.

La mujer tiene una ligera sonrisa en su rostro pareciendo conforme de haber tenido la razón.

—Ella no habla mucho sobre su familia. Vino aquí hace algunos cinco años, no estoy segura. Era la novia de mi hijo. Y tuvieron a esta adorable bebé —dice refiriéndose supongo a la niña de la foto.

—¿Y vive aquí? —pregunta Chris.

—No, la niña pasa la mayoría del tiempo conmigo cuando ella está trabajando. Owen se la llevó a dar un paseo hace unas horas.

Christopher asiente.

—¿Y cuál es tu nombre?

—Lauren —respondo.

—Ella se fue de casa hace tiempo, ¿eh? De seguro sus padres la extrañan muchísimo.

—Sí, la extrañamos. —respondo callando lo que pienso y la verdad.

—En la adolescencia y primeros meses de adultez se cometen muchos errores y malas decisiones, pero por eso no dejen de perdonar. En el camino se sufre y se aprende. Las decisiones comienzan a ser mejores y estoy seguro de que cualquier cosa que haya pasado podrán hablarlo y solucionarlo.

Asiento, pero no lo creo. ¿Cómo puedes perdonar algo como eso?

—¿Podría facilitarnos un número de teléfono o algo?

—Por supuesto.

Se pone de pie y entra por una puerta. Vuelvo a mirar la foto aún confundida por lo que sucede.

Está viva.

—No sé qué decir. No sé qué pensar —susurro para Chris.

Una de sus manos está en mi espalda moviéndose de arriba hacia abajo buscando de alguna manera calmarme y reconfortarme.

—Yo tampoco —responde.

—¿Qué voy a hacer ahora? ¿La llamaré y hablaré con ella como si nada? —le pregunto—. ¿Cómo voy a hacer eso si lo último que supe era que estaba muerta? ¿Cómo puede estar viva?

Paso uno de mis mechones hacia atrás e intento no llorar.

—Primero te vas a relajar y procesar la información. Luego veremos qué pasa. —dice limpiando mi mejilla con su pulgar y haciéndolo sonar muy fácil.

No me da tiempo de decir nada más cuando la mujer vuelve con un papel en su mano. Me lo extiende y le devuelvo la fotografía.

—Ese es su número, de igual forma le avisaré que has venido. Tiene que volver por la niña cuando Owen regrese.

—Muchas gracias.

Nos ponemos de pie y estrechamos su mano. La señora nos acompaña hasta la puerta, bajamos los escalones en silencio y cruzamos la calle también. Christopher me pregunta si entraremos al café por los demás y asiento.

Joey, Ava y Zane están sentados en una mesa cerca de la puerta por lo que no nos tomó casi nada encontrarlos. Christopher abre el asiento para mí y se sienta a mi lado.

Nadie dice nada, todos están en silencio y no tengo ni la menor idea de cómo le voy a explicar a Joey que Payton está viva, que tiene una hija y que estaba junto a nuestras narices hace poco. Ni siquiera yo puedo entenderlo por lo que explicar eso es aún más difícil.

—Vi a Payton —digo.

—¿Qué? —pregunta Joey algo desconcertado.

Intento retener las lágrimas en mis ojos mientras lo veo.

—Vi a Payton, ella está viva —repito esta vez más fuerte.

Ava suelta un jadeo y Joey se queda callado mirándome estupefacto, sus labios se entre abren y juro que su piel se torna algo pálida.

—¿Es eso posible? —interviene Ava, ella sabe muy bien la historia.

Ava se enteró de mi pasado antes que Chris. Dirigí mi mirada hacia ella, parecía confundida, sorprendida y un tanto expectante de que sea mentira. Y comprendí dos cosas.

Los muertos no siempre lo están. Y los vivos no siempre dicen la verdad.

Me puse de pie abruptamente y obtuve una reacción más allá de la estupefacción de su parte. ¿Por qué no refuta lo que he dicho? ¿Cómo puede quedarse tan callado ante mi afirmación tan fuera de lugar? No puedo venir y decir que alguien que lleva más de cinco años muerto esté vivo y se quede en silencio.

—Lo sabías ¿verdad?

—Lauren no...

—¡¡LO SABÍAS VERDAD!! —Grito teniendo la atención de los que están en la mesa siguiente, tal vez de todos los que se encontraban en el café—. ¡Sabías que estaba viva y me dejaste llorar en su maldita tumba! Todo este tiempo supiste que no estaba muerta, me viste sufrir día y noche por la pérdida de mi hermana y resulta que fuiste su cómplice!!

—Lauren —Christopher intenta calmarme.

Joey no lo ha admitido pero lo sé. Las lágrimas que empiezan a salir de sus ojos y recorren sus mejillas me lo confirman todo.

—¡Dime de una maldita vez Joey!

—Lo siento —susurra.

Y me duele más de lo que pensé lo haría tener la razón. Una pequeña parte de mí quería estar equivocada.

Pensaba que esa noche mi corazón se había roto en pedazos, que despertar en una cama de hospital y escuchar a Jayne darme la noticia había dejado mi corazón en el piso, que había dejado mi alma destrozada, pero estaba equivocada. Justo ahora sí sentía que habían hecho mi corazón pedazos, que lo habían pisoteado. Han jugado con mi corazón y no me di cuenta de ello hasta que estuvo destruido.

Di unos pasos hacia atrás y llevé mis manos a mi boca.

Todo había sido una mentira. ¿Qué parte se supone es real?, me pregunté a mi misma.

—Lo siento mucho Lauren, yo no quería herirte. —Niego con mi cabeza mientras dejo mis lágrimas salir sin detenerme a quitarlas de mi camino.

—No quiero escucharlo. —Vuelvo a negar con mi cabeza—. No quiero que me digas nada. Simplemente aléjate.

Me doy la vuelto y tiro de mi brazo lejos de Chris.

Necesito un momento a solas.

Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora