El leve sonido de la puerta al cerrase me deja desconcertada. Christopher fue muy brusco con su hermana. No sé nada de ellos, ni tengo derecho opinar sobre ello, pero sin duda no fue la mejor manera de tratar a alguien.
—¡Diablos! —se lleva una mano a la cabeza y sale tras ella. O al menos eso creo.
Me quedo unos minutos ahí, con la esperanza de que vuelva a entrar por la puerta. No entiendo nada de esto y por lo visto lo que pensé que sería fácil no lo será. Estar con alguien que no sabes cómo es ni cómo va actuar es algo difícil.Algo en mí grita, deberías volver a casa. Pero porque todo en Florida parezca sencillo, no significa que lo sea.
Entro a la habitación que empecé a ocupar hace poco y salí con una de mis cámaras favoritas. Mi meta es crear un álbum con todo lo que me parezca digno de ser fotografiado, pero no tengo ni la menor idea de por donde debería empezar. Primero no conozco absolutamente nada de San Francisco y lo único que se me ocurre es el Golden Gate. Pero cómo no, es el puente más famoso de San Francisco y se encuentra numerosamente retratado en fotografías o siendo escena importante en alguna película
Si me preguntaran por un lugar hermoso para fotografiar de aquí estaría totalmente en blanco.¡Debería estar avergonzada!
Abrí la puerta y cerré tras de mí, no sé a dónde voy pero lo bueno es inesperado eso quiero creer. Bajé las escaleras con cuidado y vi las calles muy transitadas por la hora, caminé a mi derecha observando todo a mi alrededor, las casas de estilo victoriano y algunos edificios se extendían por la carretera. A lo lejos logré ver un pequeño parque, muchos niños corrían y unos que otros padres corrían tras ellos.
Me adentré en el parque y no pude evitar tomar una foto a unos niños jugando con una pelota de fútbol. Tan pronto como tomé la fotografía una niña se acercó.
—Hola —dice la niña de ojos azules y pelo rubio.
—Hola pequeña —me puse a su altura—. Yo soy Lauren ¿Cuál es tu nombre?
—Sophie —dice sonriente.
—¿Puedo tomarte una foto?
—Me encantan las fotos —dice con la mirada fija en mi cámara —. Cuando sea grande voy a ser una fotógrafa, pero no se lo digas a nadie, es un secreto.
—Lo prometo —digo mostrando mi meñique y ella lo enlaza con el suyo.
—Eres muy bonita —dice de repente.
—Gracias.
—¿Sabes por qué? —pregunta y yo niego con la cabeza—. Te pareces mucho a mi mami.
—¿De verdad, puedo conocerla?
—Sophie que te he dicho de hablar con personas desconocidas —se acerca una mujer morena de mediana edad—. Si te vuelvo a ver con una persona que no conozcas no volverás a salir de casa.
—Lo siento —dice agachando su cabeza.
La mujer la toma del brazo. Y la niña me mira con los ojos llenos de lágrimas,mi corazón se contrajo, sentí como si me estuvieran regañando a mí y no a ella.Desde la muerte de mi madre no soporto que regañen a nadie en lo que tenga que estar involucrada, siento como si fuera mi culpa y me odio por eso, porque las personas sufren por mi causa y que por más que quiera no pueda olvidar lo que paso hace unos años.
—No se preocupe señora, la niña no tiene la culpa —la mujer se da la vuelta con la niña ignorando mis palabras.
Diría que la mujer es ciega y le hace mucha falta el respeto. Si una persona te habla hay que escucharle y prestar atención y más si se trata de una disculpa.No tiene cortesía.
De pronto mi sentimiento de culpa pasa a enojo en ese instante.
—¡Que persona con tan mal educación! —digo llamando la atención de una mujer que paseaba a su perro.
Muevo la cabeza y respiro profundo, las ganas de tomar fotografías y de pasar un rato al aire libre se esfumaron, solo me quedaba volver al apartamento.
El trayecto de regreso fue un poco complicado, la calles más oscuras y menos transitadas le daban un toque extraño a lo que viví el momento en que salí,pero por suerte lo encontré, sin embargo me encontraba muy cansada para subir escaleras y el ascensor estaba en reparación así que todo era más complicado.
Moví mis pies como pude hasta llegar a la puerta correspondiente, puse la mano en el pomo y todo calló.
Cerrado.
Cerré mi mano en un puño y toqué con fuerza. Esperé y nada. Volví a intentar y lo mismo ocurrió.
¡Rayos! ¿A quién se le ocurre salir sin tener una mísera llave?
Me deje caer en la puerta y empecé a ver la única foto que había tomado hasta caer dormida.
![](https://img.wattpad.com/cover/76443970-288-k711730.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lila ✔️
RomanceElla hizo la promesa de que después de su viaje a San Francisco traería la felicidad con ella. Que superaría ese pasado que tanto la atormenta. Él se ofreció a ayudarla, pero nunca prometió que la ayudaría a afrontar su pasado, aunque sin darse cuen...