28¦ Yo no soy Payton

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28¦ Yo no soy Payton

23 de Junio 2011

Leía un libro que me ayudaría a pasar el examen de la semana próxima. No me gustaba la maestra y no quería reiniciar la materia con otro profesor, suficiente había tenido ya, debía aguantar.

Cerré el libro de golpe tenía media hora leyendo y aún no asimilaba nada, así que bajé las escaleras, para ir a buscar algo de comer a la cocina.

Mi padre se encontraba ahí, tirado en el suelo recogiendo unos trozos de vidrio. Me acerqué a él, que tenía un trozo de cristal en su mano.

—Papá ¿Qué sucedió? —pregunté tomando la escoba.

—Se me ha caído el plato —respondió.

—No te preocupes, yo me encargo —se paró del suelo.

Después que estuvimos de emergencia en el hospital por el pre-infarto de mi padre, él había estado muy distraído y no sólo eso, sino que agotado y sin fuerzas aunque en algunas ocasiones lo atribuía a un dolor de cabeza. Tal vez no sea nada, pero ya ha pasado varias veces y no creo que tener constantemente jaqueca sea bueno. Quizás deba decírselo a mi madre, ella sabría si es bueno un chequeo nuevamente.

—¡Papá! —lo llamo nuevamente—. Puedes poner en cristal ahí —digo señalándole el zafacón, cuando veo que todavía tiene el cristal en su mano—. Estás muy distraído.

—Es que me duele la cabeza, mejor descanso —se da la vuelta y antes de salir dice—. Y Payton, ya se me acabaron los medicamentos.

¿Uh? Yo no soy Payton.

El dolor de cabeza debe de estar pegándole fuerte como para pensar que soy mi hermana.

Termino de recoger los trozos del plato roto y saco una pastilla para el dolor de cabeza de papá, sirvo agua en un vaso y voy a la recamara que comparte con mamá. Lo encuentro sentado en el borde de la cama con un álbum familiar en su regazo, las cortinas están cerradas y las bombilla apagadas por lo que se encuentra un tanto oscuro. Le tiendo la pastilla y me voy a abrir las cortinas para que algo de luz entre.

—Deja eso, Payton, siéntate aquí, vamos a ver estas fotos.

—Yo no soy Payton, papá —respondo, el frunce el ceño y palma a su lado para que tome asiento.

—Lo siento, Lila —dice uniendo sus palmas con las mías—. No era mi intención confundirte.

—No te preocupes papá, suele pasar.

Sonrío y poso mi vista sobre las fotos que nunca había visto en mi vida. Era una foto de nuestros padres con dos bebés en brazo, mi madre sostiene a una y mi padre a otra, diría que sé cuál de las dos soy yo, pero no lo sé, no sabría decirlo. Llevábamos la misma prenda, un vestido rosado con unas medias de esas que tienen vuelos de encaje, incluso podría distinguir la pulsera que usábamos cuando niña que actualmente no nos queda.

—Tú madre te cargaba a ti —dice respondiendo mi duda.

Asiento y pasa a la siguiente foto, una de mamá y papá abrazados y todas las demás de Payton y yo, debo admitir que nuestros padres eran de los que visten a sus hijas iguales y sonrío, es algo tierno.

—¿Qué hacen? —se asoma Payton por la puerta, lleva una falda holgada hasta la rodilla y un top de tirantes con una chaqueta de cuero por encima, me encantaría decir que lleva unas botas de tacón, pero no, lleva unos converse.

—Vemos fotos, ¿quieres unirte? —responde papá.

—No, voy a salir, quedé con Joey vamos a ir a comer algo y hablar sobre su nueva novia —dice alzando las cejas juguetona.

Joey tenía novia hace una semana y eso era todo lo que sabíamos, no teníamos información de quién y cómo fue, sé que Payton está ansiosa por capturarlo y preguntarle quién era, cómo era y un sin número de cosas, que haya coincidido con él ha sido un buen golpe, ha estado muy ocupado estos días, ni siquiera nos habíamos visto, eso que no vive muy lejos.

—¿Podrías comprar las pastillas de papá por ahí mismo? —inquiero.

Ella se muerde el labio inferior y niega.

—¡Vamos Pay! Solo tienes que pararte en la farmacia, no te tomará mucho tiempo.

Ella junta sus manos en señal de súplica.

—Por favor —le sonríe a papá como si él lo fuera a decidir—. No quiero desviarme de nuestro destino.

Exhalo.

—No te preocupes, Payton, Lauren irá a comprarlo.

—¡Papá, No la apoyes! —me quejo ahora cruzándome de brazos.

—Solo tienes que caminar tres esquinas Lauren.

—Y Payton también —refuto.

—Pero no voy a pasar al lado de la farmacia —esboza una sonrisa que simula ser dulce.

—Bien, bien. Iré, ustedes siempre están en mi contra —digo levantando las manos. ¡Creí que era tu favorita papá! Él rió.

Creo que hubiera sido mejor no haber ido.


Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora