Ella hizo la promesa de que después de su viaje a San Francisco traería la felicidad con ella. Que superaría ese pasado que tanto la atormenta.
Él se ofreció a ayudarla, pero nunca prometió que la ayudaría a afrontar su pasado, aunque sin darse cuen...
Ava se pasó todo el día conmigo con el simple pretexto de pasar el rato, aunque sabía con exactitud que solo lo hacía para cuidarme. Sé muy bien que Joey tiene todo cubierto a pesar de no estar aquí conmigo, antes de irse la hice confesarme la verdad y de cierta forma Joey la había llamado temprano por la mañana diciéndole que me visitara en cuanto pudiera para que no estuviese sola. Incluso se había mofado de mi sonrojo cuando llegó la noche anterior y había alegado que algo pasaba entre Christopher y yo. En ningún momento afirmé que así fuese porque no pasaba nada entre nosotros, solo nos habíamos besado y de cierta forma no significa nada, aunque tampoco afirme lo del beso, solo la escuché y me reí en su momento. Pareciera como si ella quisiera emparejarme con Christopher o en todo caso conseguirle una pareja cuanto antes, pues me costó mucho alejarla del tema de las relaciones amorosas.
Y cuando se acercó y dijo que me quería besar pensé que mi corazón se saldría de mi pecho, no sabía qué hacer o decir y una parte de mí sentía la necesidad de que lo hiciera, pero mi otro lado gritaba que no había venido a tener una relación con nadie, mucho menos con él. Sin embargo me dejé llevar por el deseo y comencé a devolver el beso. Apenas llevo unos cuantos días aquí y ya me estoy besuqueando con mi compañero de piso, eso no es bueno, qué pensaría Joey de mí, que pensaría él mí.
Me aparté, mis pensamientos pueden conmigo, no estaba bien, no era bueno lo que estaba haciendo y aunque se sintiera como lo correcto, no puedo dejar atrás eso que se cruzó por mis pensamientos. He cedido tan rápido a algo que yo misma ni sé lo que está ocurriendo.
Su cara de confusión era lo único que podía ver, estaba descolocado y desconcertado con mi reacción, si en un principio comencé a devolverle el beso y luego me alejo como si su piel quemara, como si sus labios fueran veneno.
—Lo siento, no... —se da la vuelta hasta su habitación y me quedo ahí, justo en el lugar que antes estaba confundida también, por el beso, por mi reacción, por todo, sin saber en realidad que es lo que estoy haciendo o si eso es lo correcto.
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3 de agosto2017
Llegó el fin de semana y luego el otro y ya estaba iniciando el mes, hablaba con Joey casi a diario, salía con Ava en sus días libres para tomar fotografías y tenía una relación lejana con Christopher. Él se había mantenido encerrado en su cuarto pegado al ordenador, iba al trabajo los miércoles y jueves y en el fin de semana salía con algún amigo o se sentaba junto a mí a ver televisión. Después de haberle rechazado no se había acercado de esa forma a mí y aunque verlo de vez en cuando sin camiseta después de llegar del gimnasio hacía que quisiera acariciar su torso me había mantenido al margen al igual que él.
En las últimas semanas no había tenido ningún inconveniente o algún ataque de pánico como en el día en que me llamó, sin embargo las pesadillas seguían ahí y apenas dormía por las noches. Ava insistía en que le contará que me sucedía, pero a pesar de llevar todo este tiempo junto a ella y llevarnos muy bien, no me siento preparada para ser vista con ojos de lástima. Porque era eso lo que siempre pasaba cuando alguien se enteraba de lo que había pasado con mi familia, me veían con lástima y en peores ocasiones me tachaban de loca, solían hacerlo en la universidad, los pasillos llenos de murmullos y miradas lastimeras solo por saber lo que me había pasado, en alguna que otra ocasión intentaban ser mis amigos solo para obtener detalles y decidí cambiar de universidad porque no podía con eso. En la nueva facultad me trataban como cualquier persona. Nadie sabía de mi familia y mucho menos preguntaban por ellos, de cualquier forma vivía con los Stone que parecían ser mi familia en ese entonces y ahora también, seguían pareciendo mi familia y lo siguen siendo, no puedo contar con los hermanos de mi padre que no quisieron si quiera contestar mis llamadas cuando ellas murieron, me ignoraron y la abuela dijo que no los necesitábamos, que en algún momento necesitarían ellos de nosotros y tendrían que acudir. Pero si eso llegase a pasar no creo que esté dispuesta a ayudarles, no después de todo lo que ha pasado.
Escuché la puerta abrirse y lo vi entrar como cualquier otro día, llevaba ropa deportiva y secaba su sudor con una toalla.
—Buenos días —saluda cuando me ve en la cocina.
—Buen día —respondo y vuelvo mi mirada a lo que estaba haciendo.
Siento sus pasos tras de mí y mi corazón se acelera al sentir su cercanía, sin embargo solo son alucinaciones mías. Se inclinó un poco y abrió el frigorífico, sacó una botella de agua del mismo y comenzó a beber junto a mí.
—¿Vas a desayunar? —inquiero.
—Por supuesto, deja que me bañe —se da la vuelta y en el proceso su camiseta se va fuera.
Y sé que no lo hace porque tenga calor, sino por mí, porque sabe que lo miro, y estoy llegando a pensar que solo está buscando que cambie de opinión y no falta mucho, probablemente no falte mucho para que lleguen nuevos caminos, otros tiempos.