49| Darnos Vino

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49| Darnos vino

8 de septiembre 2017

La mano de Chris se posó en mi espalda baja mientras entrábamos al restaurante, era un lugar hermoso. Las paredes tenían un diseño tipográfico, diferentes frases en letra cursiva de famosos se esparcida por las paredes, las mesas eran centralizadas con una flor blanca y las luces tenues del lugar hacían contraste con las paredes. Nos guiaron hasta una mesa en la parte más atrás, el lugar perfecto para mirar lo que ocurriese alrededor, Christopher abrió la silla para mí y luego se sentó frente a mí.

Visitar lugares elegantes nunca había sido mi fuerte, ni el de ninguna de mis parejas anteriormente por lo que se sentía como una nueva experiencia.

Una mesera se acercó a nosotros y nos dejó la carta.

—¿Sueles tener citas como esta? ¿Una copa de vino y una cena en un lindo restaurante de San Diego?

Él sonríe.

—Ya temía que no dijeras algo similar y... —dice—. Hay muchas cosas que no sé de mi novia y me entero por casualidad. Algo así como que su segundo nombre es Lila y pensaba que no tenías, realmente es extraño tener dos nombre, al menos en mi familia.

—Nunca preguntaste y supongo que mi madre quería que tuviera dos ¿por si no me gustaba el otro? —me encojo de hombros.

—Supondré que tiene mucho sentido.

—Tiene sentido —refuto.

—Bien. ¿Cuándo es tu cumpleaños?

—Seis de octubre —respondo—. Si no supiera el tuyo te lo preguntaría.

Él enarca una ceja y sonríe.

—¿Y cómo lo sabes? —inquiere.

—¿En serio preguntas eso?

—Supongo que es algo tonto, Ava te lo ha dicho. ¿Qué tanto ha dicho Ava de mí?

—Ella te admira Chris, ha hecho incluso un mural de fotos de ustedes dos. Eran muy unidos ¿cierto? —él asiente—. Debes de aprovechar que está contigo.

El asiente en señal de aprobación.

—Te ves hermosa —dijo y yo sonreí.

Llevaba un vestido color granate que llegaba hasta mis rodillas, se sujetaba en el cuello y se tornaba a mi figura hasta mi cintura. Tenía un maquillaje algo no muy fuerte con un lápiz labial a juego con mi vestido y el pelo suelto como la mayoría del tiempo.

—Gracias —respondí.

En la mesa nos dejan nuestros pedidos y mientras comemos me cuenta sobre una etapa rebelde que tuvo Ava en la adolescencia, tanto como para hacerse un tatuaje. Ella nunca me había contado nada sobre tener un tatuaje, supongo que no está en un lugar tan visible como el mío. Además de que no imaginaba que contará con uno.

Según lo que Chris contó Ava estaba enamorada de un chico en la preparatoria, uno de esos que no van por buen camino, tenía prohibido salir con él por las cosas que se oían, sin embargo lo hacía a escondidas. El señor Reid la sacó de una fiesta en ese entonces y por lo que Chris dijo ella destruyó verbalmente a su padre, semanas después rompió con el muchacho, les pidió perdón a sus padres y en el proceso se hizo un tatuaje. Nadie sabe qué pasó con el chico, solo que fue algo muy fuerte como para que rompiera con él y para que marcará esa etapa de su vida con un poco de tinta en su piel.

—¿Te gustaría bailar? —pide Chris cuando suena una música que no había escuchado, pero realmente buena, podía distinguir el sonido de un violín en la melodía.

Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora