46| Ideas Absurdas

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46 | Ideas Absurdas

Después de haber discutido con Joey intentaba no acercarme a él, cosa un tanto difícil, en especial porque en toda la cena cada vez que decían algo concerniente a mí terminaba en algo sobre Joey o viceversa, estuve a punto de rodar los ojos y alejarme de la mesa, pero lo que menos quería era hacer un escándalo.

La familia de Christopher es muy agradable, Christine suele hablar mucho casi como Ava, tiende a ser muy afectiva y cariñosa en absolutamente todo, mientras que el padre de Chris, Alan, suele ser callado y añadir poco a la hora de hablar, por otro lado la abuela y madre de Christine la pasó la mayoría del tiempo haciéndome preguntas a mí y Zane, nunca llegando a ser incómodas.

—No sabía que te llamabas igual que mi gata —dice Chris apareciendo de la nada, haciéndome dar un pequeño salto desde donde estaba.

Llevo una mano a mi pecho y tomo un pequeño suspiro.

—¿Por qué siempre debes de tomarme por sorpresa? —inquiero algo indignada.

¿Será que soy algo lenta? No puede ser posible que siempre tenga que asustarme.

—Bueno, esta es mi habitación, la intrusa aquí eres tú.

—No, pero...

Mi ceño se frunce, hace menos de cinco minutos la señora Reid me ha dejado aquí y ha dicho que esta es la habitación en que me hospedare en los días que estaremos aquí, incluso mi pequeña maleta está a un lado.

Giro mi rostro para verla, pero esta vez caigo en cuenta que no solo está la mía, sino que hay otra a su lado que supongo es la de Chris.

Los vellos de mi piel se erizan solo con pensar que de verdad Ava se ha ido de boca suelta a comentar el lío amoroso que Chris y yo compartimos, esa es la única explicación lógica como para que Christine haya tomado la iniciativa de ponernos a los dos en una misma habitación.

Pensé que las madres nunca hacían eso.

—¿Pero?

—Tu madre dijo que dormiría aquí, no sabía que era tu habitación.

Él solo sonrió.

—Mi madre suele ser así Lila —me llamó por mi segundo nombre—. Ella y Ava se parecen mucho.

—Quieres decir que Ava le ha dicho que tú y yo estamos saliendo.

Se encoje de hombros.

—E insinúas de igual forma que si viene una chica que pareces interesarle dormiría aquí contigo —dije cruzándome de hombros.

Christopher sonríe procede a cambiar su atuendo sin inmutarse de mi presencia.

—¿Estás celosa Lauren? —dice terminando de retirar la camiseta para dejar a la vista los abdominales que tanto le gusta mostrar.

—Solo tengo esa pequeña inquietud —respondo.

—Siempre y cuando la chica me guste puedo ceder a que duerma aquí —responde y yo ruedo los ojos—. Por el momento solo me gustas tú, así que no tengo problemas en que mi madre nos haya puesto en la misma habitación, creo que es la mejor idea que ha pasado por su cabeza.

Me siento en la cama y lo observo retirar sus pantalones, definitivamente es una buena idea estar aquí pero su anterior afirmación sobre chicas aquí dentro no me agrada ni un poco, algo estúpido ¿debería de importarme? A fin de cuentas es mi novio.

Él se pasea por la habitación con unos simples bóxer deleitándome la vista, saca un piyama de la maleta y no puedo evitar seguir cada uno de sus movimientos con mi mirada.

—¿Solo me miraras o te cambiaras para dormir Lau? —dice inclinándose a mí.

—Mirarte no esta mal —respondo.

Su rostro se acerca con la intención de besarme, pero me muevo lo suficiente rápido como para no permitírselo.

—Tengo que ir a cambiarme, lo siento. —Arrastro mi maleta, busco mi piyama y camino hasta el baño con la intención de cambiarme allí.

Me escurro del otro lado de la cama con la intensa mirada de Chris sobre mí, pareciera como si estuviera estudiando mis facciones en busca de algo que no encaja

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Me escurro del otro lado de la cama con la intensa mirada de Chris sobre mí, pareciera como si estuviera estudiando mis facciones en busca de algo que no encaja. Una de sus manos se mueve hasta mi mejilla y reparte una muy leve caricia.

—¿Por qué tú y Joey se han estado ignorando? —pregunta sin detener el movimiento de sus dedos en mi rostro.

Suspiro.

No deberíamos de ignorarnos, no debería de sentir como si me quisiera reprimir, pero no puedo.

—Él quiere que vuelva a Jacksonville —digo muy bajo como si hubiera alguien más en la habitación que no quisiera que escuchase.

—¿Y qué quieres tú?

—No quiero dejar atrás a la persona que ha estado cambiando mi mundo, no quiero volver al mismo lugar que me hace pensar si de verdad valió la pena sobrevivir a lo que había pasado —lo miro—. Me gusta estar aquí Chris y él no quiere eso, no entiendo por qué solo se ha empeñado en decir que quiere mi bien y que no me quiere ver sufrir, pero siento que eso no es del todo cierto, que hay algo más.

Se queda en silencio por un momento.

—¿Por casualidad sé quién es esa persona que ha estado cambiando tu mundo? —dice sonriente y yo achico los ojos hacia él. ¡No puede ser que solo haya prestado atención hasta esa parte!

Ante mi mirada guarda un poco su sonrisa y añade:

—Tal vez solo te extraña o...

Christopher frunce el ceño sin terminar su oración.

—¿O qué? —inquiero.

Él niega con la cabeza intentando suspender su idea.

—Es una loca idea.

—Una loca idea que yo quiero saber, dime —pido.

—¿Y si Joey está enamorado de ti?

Me siento en la cama y recuesto mi espalda del espaldar de la misma. ¿Joe enamorado de mí?

No puedo evitar reír ante la tan absurda idea de Chris, conozco a Joey desde hace tiempo y en ningún momento lo he visto con algo más que ojos de amistad; ni tampoco creo que él me vea de alguna otra forma.

¡Dios! He vivido toda mi vida con él, eso no puede ser posible. Las suposiciones de Chris solo son eso unas muy malas suposiciones.

—Chris, esa ha sido la peor idea que has podido darme, es algo absurdo —declaro.

—Tal vez no conozca a Joey como tú lo conoces, pero no es una idea tan mala, han estado juntos siempre ¿cierto? —Asiento—. A veces una relación de amistad puede evolucionar, eso que veías con admiración en un amigo puede llegarte a gustar, la forma en que te trate puede enamorar.

Niego.

Joey no podría, me digo a mi misma, pero una parte de mí sabe que si podría ser cierto, que Joey podría gustar de mí y la idea me aterra.

Asiento a lo que dice y recuesto mi espalda de la cama mirando el techo estrellado de la habitación de Chris, él decide abrazarme y solo deseo que esas suposiciones no sean ciertas mientras me dejo llevar por el sueño.


Lila ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora