Capítulo diecinueve
Javadd no tardó en darme una identificación. Quizás temía que enserio fuera a abrir la boca con el director de la escuela. La verdad es que no sería capaz de hacer algo como eso, pero lo bueno es que él creyó lo contrario
—Aquí está—me mostró un sobre café sellado—. Por favor, no lo abras en cualquier parte. Si alguien sabe, me van a echar, y es la última oportunidad que tengo. Ya he tenido bastante... —pareció recordar algo—. En fin, te lo voy a guardar en tu bolso, voltéate
Hice lo que me pidió y sentí como guardaba el sobre.
—Si alguien te pilla, no me eches al agua —me miró serio y amenazante—. Estoy hablando en serio
Luego de decir esto, se marchó en dirección contraria a la mía. Lo que es yo, tomé el primer autobús que se estacionó frente a la parada, porque justamente ese pasaba por Stanborn.
Me senté en el primer asiento del bus en el lado derecho, y mientras observaba la ventana los nervios me carcomían. ¿Que haría? Si estaba la misma guardia de la vez pasada, estaba jodida. Sabría mi identidad, y me arrestarían.
Cuando bajé en Stanborn, y llegué luego de unas cuadras a la prisión, mi sorpresa fue grande cuando me encontré a un guardia en vez de la mujer que acostumbraba estar. Bueno, que vi solo una vez antes, en realidad.
—Dígame, en que puedo ayudarla —se me acercó, con cierto recelo en su rostro
—Eh... —balbuceé algo aturdida
Quedé en blanco. ¿Y si volvían a restringir las visitas a Cayden?
Miré a mi alrededor y algo llamó mi atención. Parecía una maldita cosa caída del cielo
—Vengo por el trabajo que dice ahí —apunté al papel en un diario mural del lugar
Decía que se buscaba trabajo en la cocina de la prisión.
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Insane
RomanceÉl iba a suicidarse desde el último piso de su escuela, la cual acababa de prender en llamas. Pero el destino quiso que no fuera así. Al lanzarse al vacío, bomberos y una colchoneta inflable lo esperaban ahí abajo. Cuando abrió los ojos, observó a u...