Capítulo veintiséis
—¡Oh, mierda! —gritó Cayden, con el rostro contorsionado—. ¡Ven, maldición!
—No me hables así, y deja de hacer eso —intenté tapar mi vista
El panorama frente a mis ojos no era muy... agradable.
Cayden estaba desnudo, dentro de la ducha, con las manos sobre su miembro mientras lanzaba maldiciones, y me miraba con los ojos entornados de perversión.
—¡No! Mírame —jadeó, mirándome embobado—. Estoy imaginándote —dejó caer su cabeza y sus ojos se tornaron en blanco—. Maldita sea Elise, ven.
Intenté no mirar hacia... lo que estaba haciendo y me acerqué. No sé porque demonios lo hice si sabía exactamente que no detendría nada de lo que estaba haciendo.
—A...ahora, quítate —me miró de reojo la blusa, agitado—. Quítate la blusa
—No —me mantuve firme, arrugando la nariz
Me miraba mientras las gotas de la ducha caían suavemente por su piel.
Suspiró sonoramente, y soltó lo que segundos antes sostenía para tomarme de ambos brazos y atraerme hasta él
Ahogué un grito
—¡Imbécil! ¡Mi...ropa! —miré todo mi atuendo empapado que transparentaba mi brasier.
Cayden soltó una risa, y me sostuvo firme, atrayéndome cada vez más hacia él.
Suspiré nerviosa y entrecortada.
—¿Qué haremos después? —pregunté intentando evadir lo que su rostro me comunicaba
—No me importa —se acercó a mi cuello
Cerré mis ojos.
—Oye, es enserio, ¿Qué...? —tomó mi cintura, mientras dejaba besos en mi cuello—. ¿Qué haremos?
—Lo que sea —quitó su rostro de mi cuello, y su boca se adhirió a la comisura de mis labios, por unos segundos
Sentía su respiración pegada a mi piel
Contuve mi respiración, nerviosa
Sin poder evitarlo, comencé a temblar, de frío por la ropa empapada, y el agua que corría por encima.
—¿Por qué tiemblas? —me preguntó en voz baja
—No... sé —respondí obvia—. Tengo frío, quizás
Se acercó a mi oído
—Creo que... ¡Ah! —gritó y al mismo tiempo lo hice yo
Un latigazo de agua fría me impacto por la espalda.
—Maldición —farfulló Cayden, mientras cerraba el grifo.
Si, así es. Se había descontrolado la temperatura del agua.
—Bien. Es momento de que nos vayamos —anunció, cambiando el tono de voz—. Debemos irnos de aquí...
—Si —respiré hondo
❈ ❈ ❈
Cuando nos preparábamos para marcharnos de aquel hotel de bastantes lujos, revisé por casualidad mi celular.
Y bueno, tenía un mensaje.
Al abrirlo, mi estómago pegó un vuelco.
''Elise; necesito que me ayudes. Sé donde estas. Yo te dí una mano, ahora devuélveme el maldito favor. Contesta el teléfono''
—¿Por qué miras tanto tu celular?—me regañó Cayden, y me quitó el aparato de las manos
—¡Hey! —protesté
Se quedó viendo la pantalla unos segundos, y me entregó el celular con bastante mala cara
—¡¿Quién demonios te escribe, eh?! —se acercó desafiante—. Escúchame bien; tú me perteneces. ¿Entiendes? Eres mía. ¡Mía! —me tomó por los hombros, bastante brusco, haciéndome dar un respingo—. No te quiero ver ni a centímetros de nadie. Si lo haces, te irá peor.
Me lanzó una mirada de odio, y luego salió por la puerta de aquella habitación lujosa cargando con todas las cosas, y dejándome petrificada. Pestañeé varias veces, algo consternada.
Hasta que finalmente salí, siguiendo su rastro, hasta llegar al auto, y sentarme en el copiloto sin mediar palabra con mi raptor.
Cuando él subió al coche, y me dirigió una mirada bastante antipática, algo me gatilló en la cabeza. Y luego, ese ''algo'' me persiguió durante todo el viaje que mantuvimos hasta un nuevo paradero.
¿Qué es lo peor que me podría ir con él, si lo desafiaba?
Algo en su mirada cuando bajamos en un lugar bastante aislado, me lo insinuó. Pero no hice caso.
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Insane
RomanceÉl iba a suicidarse desde el último piso de su escuela, la cual acababa de prender en llamas. Pero el destino quiso que no fuera así. Al lanzarse al vacío, bomberos y una colchoneta inflable lo esperaban ahí abajo. Cuando abrió los ojos, observó a u...