La Manada Stilisnki

Temp III / cap XXVIII

[NARRADOR]

Stiles ya estaba pensando seriamente en los pro's y las contras de matar a un bebé. Porque si, Demian no había parado de llorar y desde que se habían metido en el cuarto solo había aumentado sus alaridos.

El joven alfa se estaba lamentando mentalmente porque no se le hubiera ocurrido la misma excusa que se le había ocurrido a Brad. El beta había dicho que iría a ayudar a Sebastian a cuidar a los chicos heridos que habían escapado con Kyle y Alejandra. Aunque era obvio que lo que menos iba a hacer Brad era cuidar a los heridos, más bien solo iba a estar intentando ligarse a Sebastian, como siempre, mientras que el chico iba a acabar echándole a patadas del lugar en menos de lo que canta un gallo.

Se sentó en la cama mientras intentaba sin éxito arrullar al bebé para que hiciera silencio. Pero no había forma de que dejara de llorar.

Escuchó como, a sus espaldas, la puerta del cuarto se abría y por un minuto creyó que se trataba de Brad.

- ¿Sebastian ya te dejó de lado y vienes a que yo te consuele? -Preguntó con un tono burlón.

En un primero momento no recibió respuesta, por lo que le quedo claro que no era Brad, él siempre entraba gritando. Aspiró fuerte para oler el aroma de quien acabase de entrar y se dio vuelta casi al instante al reconocerlo.

- Derek -Le nombró, sorprendido porque fuera el Hale quien estuviera allí.- No creí que fueras a venir, nadie viene cuando el enano empieza a gritar, ya ves como me dieron al bebé y huyeron en cuanto llegué.

- Tú también intentaste huir.

- No puedes culparme -Le reclamó Stiles, haciendo una mueca cuando Demian soltó otro de sus alaridos.- Ya ves como grita este crío, da ganas de ser sordo.

- Dámelo.

Antes de que Stiles aceptara o negara a lo que había dicho Derek, lo cual había sonado como una orden, el lobo cogió al bebé de los brazos del chico y lo sujetó con un solo brazo.

En un principio, Stiles se quedó sentado en la cama, curioso por ver lo que fuera que Derek fuese a hacer. Aunque su expresión paso de curiosidad a extrañeza al ver a Derek abrir la ventana y cambió a una mueca de horror cuando vio al lobo coger al bebé por la parte de atrás de la ropa que llevaba y asomarle por la ventana.

- ¿¡Qué haces!?

Stiles se levantó como resorte de la cama y se puso junto a Derek. Intentó quitarle al bebé, pero el mayor esquivó el agarre del joven alfa.

- Deja de gritar por un minuto -Pidió con hastío.- Ahora eres tú el que me deja sordo.

Stiles estuvo a punto de decir algo, pero fue entonces cuando se dio cuenta de que Demian ya no lloraba. Se asomó para poder verle la cara y el niño miraba hacia afuera con una expresión de asombro total. Algo muy raro en un bebé.

El ojimiel miró al bebé, luego a Derek, y de nuevo al bebé sin poder creerse lo que estaba ocurriendo. Regresó la vista a Derek y este le sonrió.

- ¿Qué clase de brujería es esta? -Preguntó casi en shock.

- Las lobas sostienen a sus cachorros así -Explicó.- De esa forma, los bebés pueden ver todo y sentirse seguros.

- Pero Demian no es un cachorro.

- Es un Hellhound bebé, mejor conocidos como perros del infierno -Le recordó para luego cambiar abruptamente de tema.- ¿Se llama Demian?

- Así es -Asintió Stiles.- No podía llamarle bebé monstruo para siempre.