Temp II / Cap XII

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[NARRADOR]

Theo Raeken, el joven alfa de las Quimeras, se encontraba teniendo una especie de conferencia con cierta psicópata Mujer jaguar que no le caía especialmente bien, por no decir que ya deseaba matarla ¿Por qué estaban en el mismo lugar y ambos vivos? Pues fácil, porque ambos habían descubierto gracias a Braeden que tenían el mismo objetivo. Pero solo por eso, en cuanto este fuera cumplido iban a matarse entre ellos.

- ¿Para qué me llamaste, dulzura? - Preguntó la rubia mientras se limaba las garras.

Theo hizo una mueca de asco cuando esa jaguar le llamó así, era como si su madre le estuviera coqueteando. Aunque eso sería medio imposible, ya que ella estaba muerta.

- Tenemos que hablar.

- ¿Acaso vas a dejarme? - Kate hablaba con burla.

- De la única forma que te voy a dejar es muerta en el bosque - Theo se inclinó hacia adelante para verse mas amenazante.

- No si primero te arranco las pelotas mientras duermes y te las hago tragar - Kate hizo el mismo movimiento que Theo.

Se quedaron mirándose con los ceños fruncidos mientras se gruñían, era como ver una pelea entre perro y gato, o mas bien entre Quimera y Jaguar. Pero era casi lo mismo.

- ¿Se pueden dejar de pelear?

La mercenaria de piel morena apareció, bajando las escaleras con una figura imponente a sus espaldas. Era uno de los Doctores del Pavor, el mas alto de estos y quien siempre llevaba un bastón.

- Ya en serio, Argent - Retomó el tema principal el chico Quimera mientras se sentaba en la silla en la cual había estado antes - Tenemos que pensar mejor nuestro plan.

- ¿Será que eres malo creando planes? - Kate continuaba provocándolo.

- Por lo menos yo no necesito insultar a otros para demostrar superioridad - La sonrisa de la jaguar se borró instantáneamente - ¿Qué se sintió ser la fundadora del club "Zorras a las cuales Peter Hale les rajó la garganta"?

Kate se puso de pie y arrojó la mesa que los separaba hacia un lado con tanta fuerza que al impactar contra la pared esta se partió en cuatro partes. Cuando la rubia se dispuso a lanzársele encima al chico un "click" muy cerca de su cabeza le hizo frenar en seco. Observó de reojo y pudo sentir la punta de una pistola descansando en su sien, la cual era empuñada por aquel hombre enmascarado.

- Ya veo que tu niñera te cuida bien - Murmuró entre dientes, mientras se volvía a sentar.

- ¿Estas seguro de que si solo cambiamos unos detalles del plan este funcionará? - Braeden habló antes de que cualquiera lo hiciera.

- Tan seguro como que le cobraré la mesa que acaba de romper - Respondió el chico Quimera - Era de caoba tallada ¿Sabes?

Kate hizo una expresión de "Me da igual" y se quedó mirando a aquel hombre de reojo hasta que este retiró el arma de su cabeza. Luego la rubia regresó la vista a Theo, regresando a su sonrisa de superioridad.

- Entonces Sherlock... - Se burló la Jaguar - ¿Qué has descubierto?

- Stiles tiene betas fuertes, pero son muy pocos, la mayoría de su manada son mujeres y niños.

- Atrévete a decir que las mujeres somos débiles y seré yo quien te vuele la cabeza - Le amenazó Braeden - ¿Cuántos son?

- Solo pude ver a tres, pero probablemente son varios mas. Calculo que unos siete u ocho

- ¿Cómo sabes que serán tan pocos? - Preguntó Kate.

- Por favor... - Theo rió burlón - Es Stiles, era un pésimo humano y seguramente es un pésimo alfa ¿A cuantos puede haber mordido?

La Manada StilisnkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora