Temp III / Cap XXX

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[NARRADOR]

Derek estaba acostado en la cama de Stiles, desnudo y mirando al techo, tapado hasta la cintura con la fina sábana para que no se le viera nada. A su lado descansaba el dueño de aquella cama, recostado de lado mirándole fijamente.

No habían llegado a tener sexo como tal, había sido más bien puro manoseo y sexo oral. Pero el coito no había llegado a ser efectuado, puesto que Derek quiso detenerse, no creyendo que fuera correcto hacerlo aún, y Stiles acepto sin quejarse, aunque eso no impidió que se corrieran tocándose el uno al otro.

— ¿Estuvo bien? –Preguntó de repente Derek, sorprendiendo al menor.

— ¿Eh?

— Si lo hice bien –Repitió.— Ha pasado un tiempo y la verdad es que de las veces que estuvimos juntos no recuerdo mucho, quizás fue mejor en esas ocasiones, yo...

— No hicimos mucho, excepto por la vez en el sótano de mi anterior casa –Le dijo, interrumpiéndole.

— ¿Qué?

— Nunca llegamos a completar el coito antes de lo del sótano, eramos ambos alfas y yo aún no lo controlaba bien, siempre acabábamos casi matándonos –Explicó.— Así que solo puedo compararlo con la vez del sótano, felicidades, tú has sido el único que me ha montado.

Derek sonrió, ya había tenido la impresión de que él no había sido nunca el que recibiera, simplemente era algo que no le gustaría ni imaginar. Aunque le alegraba confirmarlo, una duda menos que iba a atormentarle en las noches.

— Y, respondiendo a tu pregunta, ha estado genial –Le dijo el menor sonriendo.— Todo contigo siempre es genial.

El pelinegro se puso de lado y se inclinó hacia adelante, capturando sus labios en un beso.

Stiles puso las manos en los brazos del mayor y acarició sus músculos mientras le besaba. En cambio, Derek le cogió por las caderas y le pegó un poco más a él, juntando sus pelvis.

Cuando se separaron, Derek comenzó a besar el cuello del menor, por lo cual este gimió.

— Derek –Jadeó Stiles intentando que el chico se detuviera.

— ¿Qué ocurre? –Preguntó Derek, dejando un chupón en su clavícula.

— Tenemos espectadores.

Al escuchar aquellas dos palabras, el mayor se alejó como si el tocar a Stiles le quemara y miró hacia donde el menor miraba.

Demian se encontraba sentado en la cuna, mirándole con sus ojos muy abiertos en curiosidad. Ambos se sentaron en la cama, Stiles no pudo evitar reírse al ver al niño mirarles.

— Chiquillo morboso –Refunfuñó Derek a ver a Stiles levantarse, ponerse unos bóxers e ir hacia el bebé.

— Al menos no lloró –Puntualizó el joven alfa.

— ¿Esos son mis bóxers?

Stiles miró hacia abajo, notando entonces que se había puesto unos bóxers que no eran suyos. Aunque no le dio importancia.

— Me los voy a quedar –Dijo guiñándole un ojo a Derek mientras cogía en brazos a Demian.— Son como recuerdo.

El Hale puso los ojos en blanco y sonrió, levantándose igualmente y caminando hacia Stiles. El cual le cubrió los ojos al bebé mientras reía.

— Cúbrete, exhibicionista –Le dijo sin poder ocultar la sonrisa que se formó en sus labios.

El beta cogió los bóxers del menor y se los puso mientras le miraba con las cejas alzadas y una sonrisa triunfal.

— Me los voy a quedar –Repitió con tono burlón.— Como recuerdo.

Stiles le destapó los ojos a Demian y el niño estiró sus pequeños brazos hacia Derek. Extrañándolos a ambos.

— Eso es raro –Dijo Stiles, sorprendido al ver lo desesperado que estaba el pequeño por ir con el otro lobo.— Nunca ha hecho eso con nadie.

Derek estiró sus brazos hacia el niño y este prácticamente se lanzó a sus brazos. Una vez estuvo siendo cargado por el mayor, comenzó a moverse de forma errática hasta que Derek tuvo que sujetarle cual si fuera Rafiki de El rey león en las primeras escenas de la película.

— Creo que le gustó que le sujetaras como un lobo a su cachorro –Puntualizó Stiles al ver la escena.— Le gustó demasiado.

— No te rías –Le gruñó Derek, notando que el joven alfa estaba a punto de hacerlo.— Stiles, te lo advierto, más te vale no...

El menor no pudo evitarlo, la carcajada se le escapó sin que él pudiera retenerla. Haciendo que Derek soltara un gruñido de molestia.

Con aquél gruñido, Derek había intentando sonar amenazante. Pero no lo consiguió por dos razones, primero: porque a Stiles ya no le parecía amenazante, y segundo: porque el bebé intentó imitarle.

— Grr...

Ambos miraron al bebé mientras este intentaba gruñir como lo había hecho Derek.

Stiles miró a Demian, luego a Derek, apretando los labios en un intento por no volver a reírse. Incluso se cubrió la boca, pero no pudo conseguirlo, la risa fue más fuerte que él.

— Ya basta Stiles –Volvió a gruñir Derek, y el bebé volvió a imitarle.

— Ya está, este niño es hijo tuyo –Dijo intentando dejar de reír.— No puedo creer que te imite, nunca ha hecho eso.

Derek dio vuelta al bebé y le miró mientras este intentaba gruñir como lo había hecho el mayor. Aunque sus gruñidos se veían interrumpidos por las típicas babias de los bebés. Derek hizo brillar sus ojos azules y le gruñó al bebé, el cual rió y volvió a intentar imitarle, consiguiendolo mejor esta vez.

Stiles desearía tener una cámara en ese momento. Aunque había algo mejor, tenía su móvil. Corrió a cogerlo y se apresuró tomar la foto antes de que Derek le notara y se quejase.

Definitivamente ahora quería mucho más a ese pequeño monstruo, sobre todo cuando provocaba que pudiera tomarle fotos a Derek en semejante situación. Era algo ciertamente adorable.

NOTA DE LA AUTORA:

Nomino a Demian para el premio al bebé más adorable del mundo, y a Derek al premio por el padre adoptivo más sexy del universo. Y ni siquiera es necesaria la competencia, es obvio que los dos ya ganaron.

Por cierto, el número del capítulo me quedó zukhulemto 7u7.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

La Manada StilisnkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora