Jane está leyendo un párrafo de su libro en clase, cuando la puerta se abre dejando ver a un chico de pelo alborotado, ella fija su mirada en él y se percata de que su rostro luce pálido y desgarbado, sus ojos están enrojecidos, sin ese brillo tan característico que emanaban.
El profesor le reprende y el solo se va a sentar, por unos segundos sus miradas se conectan y Jane puede notar la tristeza en ellos, no se queja ni bromea con el profesor. Eso sí que es raro.
Un pupitre del fondo es ocupado por él, antes de sacar los cuadernos haciendo sonar las habillas del maletín contra el suelo. La clase vuelve a la normalidad, menos para Jane y Harry que tienen un duelo de miradas, ninguna desiste, tratando de descifrarse mutuamente, verde contra café, retándose fieramente, hasta que Harry baja su mirada al cuaderno, solo ese gesto es suficiente para qué ella entendiera que algo está mal.
Ese no era su… el Harry que ella conocía.
(…)
La clase pasa lenta para todos los alumnos ajenos a la situación entre Jane y Harry, el rizado trata de evitar la impertinencia de la muchacha, ella solo quiere saber que le ocurre, él le interesa más de lo que le gusta admitir. La clase llega su fin y los estudiantes se retiran dispersándose en la entrada, Harry trata de perderse en la multitud, alejándose, pero una pequeña mano lo encadena a su agarre.
‘’ ¿Que tienes?’’ fue directa, se supone que uno primero pregunta si esa persona está bien, pero ella decidió saltarse esa parte.
‘’Nada’’ trata de sonar casual el rizado.
‘’No te creo’’ su perspicacia le sorprende, a pesar de eso confabula una mentira convincente.
‘’Tuve una mala noche’’ se auto cuestiona, pudo haber inventado algo mejor.
‘’Hum, está bien’’ ella sonríe y se voltea para empezar a caminar, Harry se siente desilusionado ¿En serio creyó eso? Porque en vez de alivio, le recorre el cuerpo algo como decepción.
¿Acaso esperaba más de ella?
Se dispuso a caminar hasta su aula, debe concentrarse, medicina no es una carrera fácil.
(…)
Su Range Rover luce reluciente estacionada en el mismo lugar de siempre, pero tiene algo diferente, una chica de cabello azulado descansa apoyando su brazo en el capo, si fuera otra persona probablemente ahora estuviera escuchando unas cuantas malas palabras, pero no, ella se ve sumamente sexy con sus lentes Ray-ban.
El rizado se acerca a ella ¿Qué hace aquí? Se pregunta.
‘’Hey Jane’’ el también lleva sus lentes oscuros, lo que le permite crear una sonrisa falsa, sin preocuparse por la rojez de sus ojos.
‘’Hola Harry ¿Cómo te sientes?’’ ya sabía la respuesta, pero necesitaba saber si tenía el coraje de seguir mintiendo.
‘’Bien’’ Le responde el muchacho, ni el mismo se cree eso.
‘’Vamos Styles deja tu teatro barato y vamos a casa, puedes hablar conmigo’’ la castaña le contesta con valor y el no pudo estar más sorprendido con eso.
‘’ ¿De qué mierda hablas?’’ escupe tratando se sonar molesto, recurre a la intimidación, ella no tiene por que meterse en esos asuntos.
‘’Tal vez tu sonrisa diga la contrario, pero tu ojos revelan que estas mal’’ El muchacho odia que le analicen de aquella manera, y más aun ella, evitó ser transparente por mucho tiempo y Jane Williams no cambiaría eso.
‘’ ¿Qué esperas?’’ cuando sube la mirada se encuentra a la castaña, ya sentada en el auto.
‘’Te odio’’ masculla abriendo la puerta del conductor.
‘’Eso no fue lo diste a entender el otro día en la fiesta’’ dice en tono cantarín.
¿Qué le pasó a la chica tímida de hace dos días?
Ella está usando sus propias armas en su contra y eso…
Eso le encanta.