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‘’ ¡Jane, ya sal de ahí!’’ gritó Harry al otro de la puerta. Él ya estaba listo, solo esperaba que su chica saliera de allí, pues hoy tenían un evento importante.
‘’ ¡Ya voy!’’ exclamó de la misma forma, soltando uno de los mechones enrollados en la plancha de cabello.
Una onda caliente cayó sobre su hombro y se quejó, para luego acomodarla hasta el frente y unirla con el resto de ondas azulinas que caían por su espalda. El vestido color aguamarina ondeó cuando dio media vuelta dispuesta a encontrarse con Harry, después de todo el pobre tenía más de media hora esperando por ella.
El picaporte giró y se encontró con una hermosa vista panorámica, Harry flexionaba un codo contra el marco de la puerta, en el que se apoyaba para mantener el equilibrio, la chaqueta negra se abría un poco dejando entrever una camisa blanca y parte de uno de sus tatuajes. Ella comenzaba a cuestionarse porqué Harry no era modelo.
‘’Te ves hermosa’’ alabó mostrando esa sonrisa ladina tan característica suya.
‘’Muchas gracias. Tú te ves muy sexy’’ dijo ella. Y si, estaba sorprendida por lo que había dicho, sin embargo la confianza que le tenía a Harry comenzaba a hacer efectos en ella, siendo la desvergüenza uno de las consecuencias colaterales.
‘’ ¿Cómo que sexy?’’ riendo Harry se acercó, Jane se estaba poniendo muy atrevida, le gustaba, pero esperaba que no reemplazara su carácter por completo, ella era realmente hermosa siendo tímida.
‘’Sexy a lo Harry Styles’’ dijo ella y le dio un beso en la mejilla. Él sonrío, allí estaba la Jane adorable.
‘’Buena forma de explicarlo’’ murmuró él y depósito un beso en su mejilla, a la vez que la sostenía de la cintura, poco a poco fue corriendo sus labios hasta conectar con los de ella, para de dejar un beso corto allí.
‘’ ¿Nos vamos ya?’’ sonriente se separó, si seguían en ese plan probablemente no se irían nunca y al amigo de Harry se quedaría esperándolos.
‘’Claro, señorita impaciente’’ ambos caminaron por el corredor, y cuando pasaron por la sala, ella se dio cuenta de que Niall y Cassie no estaban allí, extrañada volteó para encarar a Harry. Su confusión ha de ser muy evidente, ya que él inmediatamente respondió sus dudas.
‘’Hacen como quince minutos están en el auto’’ dijo burlón, abrió la puerta para Jane y ella salió. Estaba avergonzada, siente haberlos hecho esperar tanto.
Después de al menos quince minutos de viaje y quejas falsas de Cassie y Niall sobre la espera incomoda en el auto, por fin lograron llegar a las afueras del gran edificio donde sería la exposición de arte del amigo de Harry. Angus, así se llama según lo que Harry le había dicho, era un viejo amigo de la preparatoria que se había ido a París a estudiar hace algún tiempo, y ahora volvía a Londres, su tierra natal para presentar sus obras.
El auto se detuvo, y los cuatro bajaron uno por uno. Harry se quedó unos minutos más mientras dejaba todo en orden, ella se quedó a esperarlo, entrelazando sus brazos cuando él llegó hasta ella. Entonces pudieron entrar a la galería.
No se espero menos.
Hacía mucho tiempo que no pasaba por alguna de esas exhibiciones, sin embargo la vista inicial que tuvo de las pinturas le dejó un buen sabor de boca, se podía sentir el olor a fresco allí adentro, las paredes pintadas de blanco especialmente para la ocasión hacían resaltar las mezclas de color y los pigmentos monocromáticos en ellas. Muchas pinturas, y todas eran hermosas, pensó a medida que se internaban en el pasillo etéreo y más colecciones eran develadas a su paso.