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Jane caminaba de un lado a otro de habitación, el reloj en su pared marcaba las 12 menos quince, tenía sueño, pero las palabras de Harry se grabaron con tinta indeleble en su memoria. Él claramente le había dicho que vendría, o al menos eso entendió, ¿Para qué más pediría que dejara la ventana abierta?
-Para joderte- exclamó la siempre presente parte negativa.
¿Y es que como no lo pensó antes? de seguro fue una broma, una muy pesada por supuesto.
Ni siquiera era lo hora dicha, pero ella estaba casi segura de que no vendría, puede que estuviera siendo impaciente, pero era así, Harry siempre alterando sus nervios. Ansiosa miraba la ventana y luego las paredes, así estuvo por un rato hasta que decidió vestirse, se había olvidado de eso, no podía salir en pijama por la calle.
Sacó de su closet un pantalón negro ajustado, una blusa blanca y sus zapatillas converse negras, ahora sí se sentó en la cama un rato. Se sentía patética ahí, esperando a Harry, como la típica doncella enamorada.
Necesitada, mejor dicho.
Por un momento sus ojos se cerraron y quiso dormir, por poco cede a los encantos de Morfeo, de no ser por el ruido del algo caer. Rápidamente se incorporó, tenía que ver quién era, abajo, una rama del árbol se ha caído, -quien habrá sido- pensó. Siguió observando el suelo en busca de algo o alguien, pero no, solo el sonido del viento y una lechuza haciendo sus ruidos a lo lejos. Sintió una presencia a sus espaldas, cuidadosamente volteó, la habitación estaba en penumbras, por lo que lo único que distinguió fue una rápida sombra desplazándose entre los muebles, reconoció entonces que fue muy estúpida al dejar la ventana abierta, cualquiera pudo haberse escabullido en su habitación. Haciéndose la valiente, se acercó de nuevo a la ventana, obligándose a pensar que solo fueron ideas suyas.
El viento helado estremeció los vellos de su nuca, su pelo se levantó un poco, a tiempo para sentir un par de manos que se enredaron en su cintura, casi salta por la ventana del susto, sin embargo aquella persona portaba un perfume, casi inconfundible.
‘’ ¿Co-Como entraste?’’ su voz sale en un fino murmuro, aún no supera la creciente necesidad de Harry de asustarla de esa manera.
‘’Dejaste la ventana abierta de par en par, cariño’’ dijo él ‘’Veo que hiciste caso a mis órdenes’’ sus aliento pasa en una suave y fría brisa contra su cuello, erizando los vellos en su nuca, aquel tono sensual ligeramente opacado por sus arrogantes palabras.
‘’No esperaba que vinieras’’ ella dice, sus cuerpos inertes reposan uno contra el otro, solo se oye el ruido de sus respiraciones.
‘’ ¿Entonces porque dejaste la ventana abierta y te vestiste?’’ Jaque mate, pensó ella, se supone que ahora tendría una respuesta inteligente, pero no, se conformó con rodar los ojos.
‘’Venga no seas malcriada, tenemos que irnos antes de que nos oigan’’ Harry se acerca a ella acorralándola contra la pared bruscamente, de unsegundo a otro ambos respiran entrecortadamente por su cercanía.
‘’ ¿Vamos a salir?’’ Pregunta ella, es obvio, sin embargo es bastante tarde, no está segura de que quiere salir de casa.
‘’Si, pero primero debemos bajar’’ el instruye, jane piensa en la manera de bajar, la única forma es por las escaleras o por…
‘’No, no, no y no ‘’ habla rápidamente, no piensa bajar por la ventana, ¿Qué tal si se cae?
‘’No es mucho, yo subí por el árbol’’