Cap. 42 (segunda parte)

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De ahí en adelante todo pasó demasiado rápido; fui arrastrada al auto que pronto estuvo en marcha, Harry iba al volante y más atrás venían Cassie y Niall en su auto, mi chico miraba hacia al asiento trasero donde yo estaba y parecía que en cualquier momento tendría un ataque de pánico, sin embargo, yo ni siquiera me quejaba por el dolor.

Sentía la herida, si, y también la sangre corriendo ligeramente por mi brazo, pero no dolía.

En el corto trayecto, Harry se saltó varias luces, casi me paré a regañarle por eso, pero era mejor que me mantuviera callada.

Llegamos a casa y nos bajamos a la velocidad de un rayo, abrí la puerta y nos internamos en la sala, yo me senté en el sofá y Harry se instaló en frente de mí, él observaba la herida en mi brazo cuidadosamente, inspeccionando cual niño curioso y asustado.

Cassie se reunió con nosotros solo momento después, me dio un vistazo y correteó hasta la cocina para volver  con una caja plateada en sus manos. Era una especie de maletín cuya función no comprendí hasta que ella sacó de allí algunos envases llenos de alcohol y una tira de vendas.

¡Oh!

Un interruptor pareció encenderse cuando mi amiga colocó el algodón empapado en la reciente herida y la sangre comenzó a aclararse en esa zona. Sentí dolor, como si tuviera un encendedor calentando la zona y el tejido se encendiera.

Contuve las lágrimas mientras desviaba la mirada al otro lado, Cassie levantaba un poco mi brazo para acceder mejor,  Harry se encontraba de pie junto al sofá, revisaba su celular. La tensión se sentía en el ambiente, mis sollozos eran ahogados por mis labios sellados cada que al alcohol hacía arder mi piel, pero era necesario.

Los sonidos fueron aislados por el silencio solo lo suficiente antes de que el celular de Harry emitiera un pitido y este fijara su atención en él.

Lo leyó, y al segundo siguiente lo lanzó por los aires hasta que este dio con la parte inferior del sofá, por suerte.

Pareció desesperado cuando pasó las manos por su cabello y lo estrujó, luego emitió un gemido de fastidio y a paso rápido se dirigió hasta la puerta.Niall y yo nos quedamos atentos al chico que había desaparecido por la puerta. Cassie dio una última vuelta a la venda y luego sentí la presión de la tela en mi  antebrazo.

Haciendo caso omiso al  ardor de la herida,  miré a Cassie y le agradecí en un susurro, luego me levanté y recogí el aparato cuya pantalla aún alumbraba.

Número desconocido:

Upps.

Así de breve era el mensaje.

No le encontré sentido alguno y lo releí tratando de encontrar una respuesta. Sentí un mareo en el proceso y tuve que dejarme caer en el suelo, soltando el móvil cuya pantalla titiló.

‘’¿Estás bien?’’  Preguntaron.

No lo sabía; eso era como una especie de delirio que aún no terminaba de aceptar.

Recordé que Harry  estaba afuera, que había salido disparado como una bala de allí; quise ir con él.

‘’¿A dónde vas, Jane?’’ inquirió Cassie. Yo me había levantado y estaba a punto de buscar a Harry.

‘’ Quiero ver si Harry se fue’’

‘’¿Irás a la calle con una blusa manchada de sangre?’’ miré mi costado y en efecto una mancha medio seca tintaba la tela de rojo pálido.

‘’Me cambio y voy’’ dije, corretee hasta mi cuarto donde encontré la primera camiseta que me encontré, casualmente era vinotinto con letras negras y la manga era un poco larga por lo que cubría una pequeña parte del vendaje.

Walls ||En edición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora